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Mi corazón seguía latiendo con fuerza, como si quisiera salir de mi interior y explotar en cualquier momento. Aquella rubia no sale de mi mente, sigo pensando en ella desde que la ví, en ese lindo vestido y con esos labios que estaría dispuesto a besarlos. Pero eso solo me distrae de mi objetivo en este asqueroso lugar.
Estaba recostado en mi nueva habitación compartido con Jay y Carlos; y a decir verdad, no estaba tan mal. Es amplia, tiene unas camas totalmente limpias y escasas de insectos o uno que otro resorte asomándose a través de la áspera tela. Es... Lindo...
Mientras estaba viendo literalmente a la nada pensando en lo que haría con la corona de mi madre ( la corona de la reina de auradon) en mis manos vi entrar a Mal junto a Evie. Apenas levantándome un cuerpo delgado cayó encima mío, oliendo ese característico aroma supe de quién se trataba al instante.
—¡LoLo! Este lugar es lo que siempre soñé, lleno de príncipes lindos y castillos enormes! —chilló una linda peliazul al oído del villano, que al escuchar el agudo chillido se tapó su oreja con una mano.
—Azul, no grites que me dejas sordo, joder. —soltó sin más, aún aturdido por Evie.
Evie con una sonrisa radiante murmuró una disculpa antes de bajarse de mi regazo e ir a tomar asiento en la cama vacía–que se designó para Carlos.
—Que hacen aquí, niñas. —volvió a hablar el alto, mientras veía a Carlos jugar.
Y hablando de el, su voz resonó, ignorando la pregunta del chico en su totalidad —Jay, tienes que ver esto, es divertido!
El moreno tomó los controles para comenzar el videojuego, que al parecer era bastante entretenido para el ya que se mantuvo jugando y no le revoleó los controles a Carlos por la cara.
—Chicos! Recuerdan que estamos aquí por un trabajo? —Mal refunfuño rápidamente
—Hada madrina, bla bla bla, varita mágica, bla bla bla. —Jay contestó en forma de burla, siendo respaldado por Evie, Lorenzo y Carlos que soltaron una risa.
—Está es nuestra oportunidad... de probarnos ante nuestros padres.
Esas simples palabras hicieron que se revolviera mi estómago, y lograron mantener estas cuatro paredes en un corto silencio, que para mí duró horas. Tragué en seco, al recordar el momento donde mi madre apuñaló a mi padre frente a mis ojos,
—De probarles que somos malos, despiadados, inhumanos y crueles. ¿si? —siguió Mal con sequedad
—Si. —afirmaron todos al unísono
—Evie, el espejo —los hizo reaccionar.
—Espejito, espejito en la... mis dedos, la varita del hada madrina... quiero —Evie, intentando soltar una que otra rima que la hizo sonreír.
Rápidamente, el espejo mostró la imagen de la varita mágica pero súper cerca, entonces empezaron a alejar la imagen poco a poco hasta que... oh mierda, de verdad les encanta ser tan exagerados?
—Está en un maldito museo? Que mierda. —me quejé, yo no tenia porque jugar a la búsqueda del tesoro. —Que aburrido!
—Callate. ¿Saben dónde queda eso? —preguntó mal, intentando no caer en la desesperación.
Carlos rápidamente tomó la laptop que venia incluida en los dormitorio y comenzó a teclear.
—A 3.7 kilometros. —tomó la laptop y la dio vuelta, mostrándonos la pantalla con un mapa GPS en el.
—Ay dios, díganme que no vamos a ir hasta ahí...—pregunté con pereza
Dios, no entiendo el porqué siempre sigo sus juegos sucios cuando se que van a salir mal. Y ahora estaba corriendo hacia el museo que no estaba muy cerca que digamos.
—Evie, el espejo —soltó Mal entre dientes.
—Que? Tengo mal el maquillaje?
—Si, escucha si tienes ganas por que no ves por donde esta la varita mágica —contestó, irritada.
—Claro, por aquí. —echó un vistazo al espejo para levantar la mirada y comenzar a caminar hacia la que parecía ser la entrada del museo.
Cuando Evie finalmente nos olevó a la entrada del museo, nos colamos descaradamente y caminamos hacia una alta puerta de madera con pequeñas ventanas que lograban que se alcanzará a ver el interior.
Al azomarme a través del cristal con Evie a mi costado izquierdo, llegué a notar una inmensa sala que a su alrededor tenía distribuida bastantes objetos famosos en los cuentos de princesas, incluyendo la Rueca de Maléfica.
Pero a lo lejos, un señor regordete, que supongo es el guardia, estaba sentado frente a diversos monitores que dirigían a distintas áreas del museo. Oh no, un pequeño problemita.
—Esa es la rueca de tu madre? —habló Jay, burlándose de Mal. —Si, es algo tonta —siguió Carlos, riéndose junto a Jay.
—Es mágica no tiene porqué... verse siniestra —contestó Mal, mientras hojeaba su libro de hechizos. Y posteriormente soltar un hechizo que de verdad no comprendí, pero el hombre ajeno cayó rendido en un profundo sueño.
—Impresionante... —Jay habló, sarcástico.
—Si, que susto —siguió Carlos, carcajeándose
—Ahora verán —volvió a buscar en su libro hasta que encontró uno que le llamó la atención, lo conjuró y el señor regordete se puso de pie dirigiéndose a la rueca frente suyo, y pincharse el dedo en ella tal cual lo hizo La Bella Durmiente en aquellos tiempos.
—Ahora no es tan tonta eh —una sonrisa victoriosa se asomó dejando ver su orgullo.
Al no notar ninguna señal de que él guardia se despertaría, tomé el picaporte y jalarlo para abrir la vieja puerta, pero por alguna razón no se abrió, dejándome confundido, así que como todo villano inteligente haría... comencé a forcejear con la puerta.
—Okey, okey, fue suficiente Lorenzo —escuché a Evie decir a mis espaldas mientras me jalaba del cuello de mi chaqueta, separándome de la puerta, como respuesta solté un bufido.
—Y ahora que hacemos? —pregunté
—Atrás amigos —dijo Jay, alejándose de la puerta con aire de superioridad.
Ahi fue cuando escuché como Mal susurraba otro hechizo a mi costado, e inmediatamente la puerta abrió sus puertas de par en par.
Aun impresionado escuché en grito por parte de Jay acercándose cada vez más, hasta que lo vi pasar por mi costado en el aire, finalmente solo se escuchó el cuerpo de Jay cayendo al suelo, haciéndome soltar una gran carcajada.
—Vienes? —preguntó Mal con burla, pasando a su costado y soltarle una suave patada.
—Auch, eso debió doler, grandulón —no perdí la oportunidad de burlarme en su cara y después seguir con Evie el camino.
Hola, soy Nea! Disculpen de verdad la tardanza en actualizar, tuve una semana agotadora, y no puedo ni con mi alma, perooo, decidí que (casi) cada sábado voy a actualizarrr. Y si podrán notar hice algunos cambios y todo eso, también voy a agregar mas personajes al sumario para que lo revisen 👀👀
