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Did you forget that shine?
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Ahora estaba frente a la galería, mirando a varias personas salir y entrar de la misma.
Pero toda mi atención estaba en ella, dios, se veía tan linda con ese vestido corto blanco con ligeros detalles rosas y su cabello ondulado suelto.
Y si se lo preguntan, si, ya acepte que me gusta Romina. Fue un proceso complicado, pero pase dos semanas enteras intentando comprender mis sentimientos hacia ella, a pesar de todo el tiempo seguía siendo igual de hermosa a mis ojos. Me arrepentia tanto de haberla dejando... Solo quería reconstruir algo, ese mundo perfecto que teníamos juntas.
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-¿Por qué no puede salir de mi mente?
Me preguntaba mientras estaba sentada en la cafetería del campus, dónde la había visto por primera vez en muchos años.
Su sonrisa alegre y despreocupada, su piel tan suave y sobre todo, sus ojos, verdes como la esmeralda.
La extrañaba, daría lo que fuera para volver a estar con ella, con su pequeña chica, con su princesa.
La había dejado gracias a que buscaba una vida más organizada y ella, según mis padres, era una distracción para mis estudios.
Pero... Yo nunca la ví así, era mi mejor amiga, la cual siempre estaba para mí, incluso en mis peores momentos. Si Romina reprobaba el examen no pasaba nada, ni siquiera le importaba, pero si yo lo reprobaba mis padres me castigarían a más no poder.
Y como dice la frase "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes." Yo perdí a la persona más valiosa y importante en mi vida por puro egoísmo, por buscar un vida "perfecta".
