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—Y así fue como descubrí la verdad..—habló en voz baja. —Estas más jodido que yo, Felix..—murmura contra sus labios. Las manos del pelirrojo presionan su cintura mientras sus ojos se fijan en él.
Lo dudo..
El pecoso sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo y no duda en tomar los labios del contrario, el pelirrojo no se inmuta, pero luego lame, muerde y besa sus labios con desesperación, sus cuerpos se pegan aún más, la brusquedad de sus movimientos se siente realmente bien, el pelirrojo juguetea con su lengua mientras algo de saliva escapa por la comisura de sus labios.
Hyunjin deja escapar una sonrisa maliciosa, el pecoso desabrocha su camisa sin una pizca de vergüenza. —Tan desesperado estás Felix?—ríe con burla. —Cuando tocas fondo ya nada importa..—su prenda de arriba se desliza por sus brazos dejando su pecho a la vista. —Te enseñaré como lo hago yo..—el pelirrojo se movió rápidamente hacia él tomándolo con fuerza del cuello. —Arrodíllate.—ordenó. Felix no dudó en hacerle caso. —A que sabes, ángel?—bajó hasta su rostro y lo miró, podía ver su mirada totalmente oscurecida, pasó su lengua por sus labios para luego dejar una fuerte mordida sobre ellos, haciéndolo sangrar. —Agh Hyunjin.—su cuerpo pedía más. —Veremos cuanto aguantas..—habló sin mirarlo, podía verlo sacarse la camisa, su cuerpo se ve tan bien.
Sus manos desesperadas y algo temblorosas buscan desabrochar su pantalón, logrando deshacerse de este y de su boxer con éxito. Lame sus labios, observa su latente erección por unos segundos, su mirada algo sorprendida por la dimensión del miembro. Hyunjin lo mira y lo sujeta del cabello con fuerza. —Muéstrame que tan lindo son esos labios en forma de corazón..—una sonrisita. Se aferra a sus piernas y sin usar las manos comienza chupando la punta de la erección de Hyunjin, su lengua recorre el falo logrando lubricar con su saliva toda su extensión para finalmente metérsela completamente en la boca. Hyunjin vuelve a pasar sus manos por su cabello para terminar empujando su miembro con fuerza hasta lo mas profundo que felix pueda aguantar.
Ahueca sus mejillas, lame y chupa, de sus ojos salen algunas lágrimas por la intromisión pero no se detiene, al contrario, pide más. —Mierda, ángel.—puede sentir su respiración agitada —Arriba!—levantando su cuerpo del suelo de un tirón. —Ponte boca abajo.—le ordena y no duda en hacerle caso. El trato brusco lo inquieta pero no se inmuta, una parte de él desea averiguar hasta donde puede llegar. Siente el peso del contrario contra él, con una mano presiona su cuerpo con fuerza contra las sabanas mientras la otra mano introduce dos dígitos en su interior sin delicadeza. —Agh Hyunjin..—gimió el pelinegro.
