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—Cuanto lo siento.—dice Sunghoon avergonzado.
—No tienes porque lamentarte, son cosas que pasan.—le comenta Jake.—Pero si alguna vez lo quieres intentar, aquí estoy.—Sunghoon lo observa confundido.—Actué un poco inmaduro aquella vez.
—Jake, no es necesar...
—Sunghoon...—interrumpe él y lo observa fijamente a los ojos.—yo te puedo ayudar a superar ese miedo.
Sunghoon desvía su mirada de Jake y se topa con la de Ni-ki, quien está parado junto al balón, escuchando la conversación.
—No me mires a mí, no soy la persona indicada para dar consejos.—dice el pelinegro.
—¡Jake!—Sunghoon vuelve su mirada hacia él.—Solo vine a clarificar un asunto del pasado contigo...—comienza a decirle.—y en realidad...—traga—agradezco mucho que me quieras ayudar...—pausa—pero...
—¿Pero?—Jake comienza a dudar de las palabras de Sunghoon.
—Hay alguien más.—aclara Sunghoon.
—¡Ay! Eso me dolió hasta mí.—dice Ni-ki y Jake frunce el ceño molesto.—Bueno, los dejo a solas.—Ni-ki se aleja de ambos.
Jake observa hacia el auto aparcado frente a la cancha. La puerta del auto se abre de repente y Heeseung se asoma.