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Kyman: "Claustrofobia"

Eric🐖

Desperecé mi cuerpo, girando a ver a mi judío novio de inmediato, quien dormía plácidamente con una de sus mejillas aplastada contra la almohada, un delgado hilo de saliva descendía desde sus labios carnosos hasta el colchón y su cabello rojizo caía en mechones desordenados por su cuello y su frente. El cobertor apenas y le tapaba el trasero, « Ese blanco y delicioso culo.», sonreí al recordar la noche que habíamos pasado y divagué con los ojos cerrados, buscando un recuerdo en específico.

6 meses antes

Eric🐖

—¡Quítate culón!— Gruñó el sexy pelirrojo  frente a mí, quién era acorralado por el capitán de fútbol, yo. Uno de mis brazos trabajados descansaba a un lado de la cabeza del pelirrojo mientras que el otro rodeaba su cintura con fuerza.
—¿¡Y qué si no lo hago judío de mierda?!— Mantuve la fachada de tipo malo ante mi crush, era de verdad precioso y odiaba tratarlo así, pero era la única forma en la que podía acercarme.

—Njm chicos.—Oí la molesta voz del consejero escolar, el hombre con cabeza de globo nos miraba desaprobatoriamente desde un costado.
—No deben tratarse así, okay.— Que se joda, quizás que castigo nos pondrá ahora, de seguro uno estúpido y banal como siempre. —Acompañenme njm okay.— Caminé tras el judío que tomó lugar tras el consejero mientras la mirada se me desviaba inevitablemente hacia la espalda baja y algo más, podía apreciar perfectamente ese redondo trasero desde mi posición, deleitándome por como su pantalón se marcaba tan deseablemente sobre sus nalgas, ajustándose a la perfección. Llevábamos aproximadamente dos minutos caminando cuando el señor Mackey se detuvo frente a una puerta  que daba a un pequeño armario.
—Chicos njm okay, su castigo será estar encerrados ahí.—Apuntó al pequeño armario que lucía de un metro cuadrado y dos de alto, apenas podía permanecer de pie allí junto al chico sin rozarlo.—Hasta que arreglen sus diferencias njm okay.— Cuando ambos nos encontrabamos adentro del pequeño lugar, el hombre de camisa verde (que al parecer nunca se quitaba) encendió una lamparilla de luz tenue y cerró la puerta, dejándonos bajo llave.

Me volteé a mirar a Kyle, quien se encontraba hecho bolita en una esquina del lugar.—¡Hey! Judío calmate, que ya te pareces a Tweekers.—Bromeé, el ojiverde me miró con sus orbes bañados en lágrimas, pude sentir mi corazón romperse al ver su rostro de esa forma.

Me senté en el frío suelo junto a él, su hombro pegado al mío por el espacio casi nulo; alcé mi brazo y rodeé sus hombros con este, totalmente preocupado por Broflovski.—Hey...— Susurré casi sobre su oído, mi mano acariciaba suavemente su espalda encorvada. —¿Qué es?— El ojiverde se apegó más a mí si eso era posible, cabeza abajo y sus manitas hacian puños alrededor de la tela de mis pantalones.

—C-claust-trofobia.—Rodeó mis hombros con sus brazos y oculto su bonito rostro bajo mi mentón, comenzando a acariciar mi cuello con su nariz, cada vez apretaba con más fuerza mi camiseta entre sus deditos pálidos.

No sé si fue la adrenalina del momento o algo así, pero el ruloso  se sentó a horcajadas sobre mis piernas, sin retirar su rostro del escondite que había hallado.

—Te digo algo, Kyle.— Asintió y sonreí ampliamente.—Me gustas.— Aproveché mi adrenalina y cogí su mentón para alzar su mirada que se desviaba automáticamente hacia cualquier lugar. Con la mano que permanecía en su cintura lo atraje aún más hacia mi cuerpo y uní nuestros labios con desesperación, besándolo con dureza y para mi sorpresa; lo respondió de la misma forma.

Nos separamos por falta de aire, mientras ambos sonreíamos.

—Lamento haberte llamado culo gordo y culón durante estos años— Dijo él, sonreí.

—Lamento haber tratado de insultarte recalcando tu religión.—Dije yo y sonrió.

—¿Sabes? Llevo algún tiempo fantaseando con esto.— Bajó su vista y mordió su labio con fuerza.

—¿Con qué cosa, enano?—Pregunté con, obviamente, fingida inocencia, sonriendo de la misma forma mientras esperaba a que él pudiese establecer una respuesta.

—Con que tú...y yo...—Un tono rojizo se adueñó rápidamente de la piel de su rostro.—¿Podrías besarme?

Sonreí con suficiencia y acerqué mi rostro al suyo hasta rozar nuestros labios.—¿Así?—Cuestioné segundos antes de que él sellara el beso juntando nuestros labios por completo.

Comencé a bajar besos por su cuello, recibiendo leves quejidos y suspiros de su parte, mis manos viajaron hasta quedar bajo su chaqueta y su camiseta, palpé a ciegas bajo su ropa, disfrutando el contacto de su cálida piel contrastando con mis frías manos. Acomodé sus pezones entre mis dedos y comencé a girarlos sin separar mis labios de su cuello, aunque ya no besaban; succionaba y mordía esa zona, marcando mi propiedad.

Su cuerpo se mecía de atrás hacia adelante sobre mi erección naciente, creando una fricción enloquecedora y perfecta. Una de mis manos bajó hasta su trasero, lugar que acariciaba y estrujaba entre mis dedos sin ninguna delicadeza.

—Chicos njm.— Escuché la molesta voz del consejero tras la puerta y separé a Kyle rápidamente de mí, alzándolo y dejándolo a un lado. Me puse de pie al escuchar las llaves resonar contra la cerradura y ahí estaba el arruina momentos cabeza de globo. —¿Ya están mejor?— Kyle asintió lentamente con la cabeza mientras nos retiramos de ahí dedicandonos miradas cómplices y furtivas.

*Presente*

—¿En que piensas Grandote?— Su melodiosa voz me sacó de mi ensoñación. —Me dejaste el culo dolorido Eric, ten más cuidado a la próxima, no soy un muñeco.— Reclamó a lo que sonreí inevitablemente. Cuando estaba bajo mi cuerpo pidiendo más no se quejaba.

—¿Estás listo para otra ronda?—Bromeé antes de girarme de costado para observarlo y enrojeció, sus ojos se abrieron hasta el tope.

—¿Acaso no te cansas?— Preguntó burlón, negué con la cabeza antes de coger su cintura y sentarlo sobre mi regazo, besándolo castamente.

—Jamás me cansaré de tí.—