Traición en Verde y Plateado

Un camino desconocido con otros colores

  Seguíamos en el tren que nos llevaría de camino a Hogwarts. Teddy y yo estábamos muy ansiosos por llegar que ya no nos aguantábamos mucho más; deseábamos que el momento en el cual bajaríamos de aquel tren, el momento en que pisaríamos esa famosa escuela por primera vez, convirtiéndonos en estudiantes, deseábamos tener designada una casa (aunque yo ya estaba a la corriente de que la mía sería más que seguro Slytherin) y poder comenzar a estudiar y descubrir todas las maravillas que existen en este hermoso mundo.

Habíamos estado comiendo dulces todo el viaje, a medida que nos conocíamos cada vez más. Me había encantado conocer a Teddy; sus historias me maravillaban. Me contaba como era su vida, su familia, una familia que lo amaba con todo lo que podía existir en este mundo. En algunos casos creo que desarrollé envidia por su preciada vida. Jamás había podido tener algo como él, mis padres eran muy distanciados de mí ya que, como era la más pequeña y la menos importante, nunca se interesaban en mí; ellos siempre me comparaban con lo excelentes hechiceros que son Paul y Daniel, lo que me molestaba mucho. Odiaba cuando hacían eso, no hay nada peor que te comparen. Lo peor de todo en mi familia fue haber nacido mujer. Quizás si hubiera sido un varón, las cosas serían diferentes.

─ ¿No crees que ya fue bastante suficiente de mí? Sé muy poco de vos, no me dijiste casi nada hace unos ratitos─ me dijo de repente Teddy.

Creo que su comentario me descolocó un poco. Había estando escuchando atentamente a todo lo que me decía, a esas travesuras que había realizado cuando era más pequeño. Hubiera preferido seguir escuchando a lo que él me decía antes de que me dijera eso. Supuse rápidamente que quería que continuara yo, que le contara acerca de mí. Ese era el problema. ¿Qué contar?

─ Nah, no creo que te interese escuchar de mi aburrida vida. La tuya suena mucho más interesante que la mía...

─No lo creo, nadie es aburrido─ me interrumpió─ No es necesario que me digas todo ahora, calculo que vamos a seguir siendo buenos amigos, pase lo que pase. Contame lo que quieras, ya me aburrí de alardear acerca de mí mismo.

De repente, me señalo directamente.

─ Es TÚ turno.

─ De acuerdo, ya que se cosas de tu "oscuro" pasado─dije entre risas─ te cuento algo que quizás haya sido una de las pocas buenas experiencias que tuve con mis hermanos. No recuerdo bien exactamente cuando ocurrió, pero si recuerdo que había sido cuando Daniel y Paul me habían llevado junto a ellos a Diagon Alley. En ese entonces yo era demasiado chiquita, era una completa rara caminando entre mis dos hermanos. Sé bien que, luego de que ellos hubieran terminado sus compras para poder ir a Hogwarts, me llevaron a tomar un helado. No tengo ni idea de que era de qué me habían comprado, pero recuerdo que estaba delicioso, y que había tenido uno de los momentos más felices y graciosos que pude haber tenido en mi desgraciada vida. Me hicieron reír y pasarla tan bien, que es lo único que valoro de ellos─ Teddy me miraba sorprendido─ Después de eso, no recuerdo alguna otra vez que la cosa se hubiera repetido.

Creo que no había sido una buena idea haberle dicho eso a Teddy. Creo que se había quedado literalmente en un estado de shock por mi historia. Era demasiado triste, saber que ese era mi único momento feliz con mis hermanos. Pero bueno, él me había pedido que le contara. Y yo así hice. Yo le conté algo para no aburrirse, traté de buscar el recuerdo perfecto. Ese lo era.

─ Teddy─ lo llamé─ Ted... ¡Teddy!─ finalmente reaccionó de su estado.

─ Lamento que tu vida sea tan dura.

─No te lamentes, no es tu culpa que mi familia me trate de esa manera. No podemos elegir en que familia nacer, si me las apañé tantos años; creo que me las apañaré los años que siguen.