Me encuentro con un peli-azul en la plataforma del tren a Hogwarts

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        Toda historia tiene un principio...

        Era 1º de Septiembre. Mi despedida en la Plataforma 9 ¾ no fue muy interesante. Mis padres no son muy emotivos con migo. Jamás lo fueron, ya que no tengo una fuerte relación sentimental con ellos. Era mi primer año en Hogwarts. En cuanto el tren se perdió de vista, me quede sola en un vagón del tren. Mis hermanos se habían ido con sus amigos de Slytherin. Me quedé mirando por la ventana hasta que alguien golpeó la puerta.
Un chico. Un muchacho raro como yo. Le hice señas para que pasara y este abrió la puerta y entró. 

─ ¿Estás sola? ─me preguntó ese chico de unos 11 años como yo. Tenía el pelo de color azul muy claro y sus ojos eran cafés.
Lo miré dos veces. 

─Sí, me quedé sola en el vagón ya que mis dos hermanos desaparecieron de mi vista─ Se rió y se sentó en frente mío─ Tu pelo...─ me limité a decir.

─ ¿Hay algún problema con él? ─ me pregunto rápidamente.

─ No, no hay ninguno, solo que... yo también lo soy...─el chico se quedó mirándome atónito─ quiero decir que soy...

─Metamorfomaga─ me respondió rápidamente─ pero... ¿los sos verdaderamente o me estas mintiendo? Tu pelo y tus demás rastros parecen ser normales.

─ ¿Lo estás diciendo porque tengo el pelo marrón? ─ le dije e inmediatamente le respondí cambiando mi color de pelo por un rosa chicle.

Al hacerlo, este se estalló a llorar. No sabía por qué razón. 

─ ¿Pero por qué lloras? ¿Fue algo que dije?

Me miró y se secó las lágrimas de su rostro.

─No, no dijiste nada malo, solo que tu pelo me recordó a mi madre... falleció en la Batalla de Hogwarts unos meses después de haber nacido yo.

Sentí mucha lástima por ese chico cuyo nombre ni sabía. Me hizo sentir terrible. Supuse que su madre también habría sido metamorfomaga, por lo que me había dicho.

─ ¡Hey! Ni siquiera me presenté... mi nombre es Merlina, Merlina Annabela Mrys─ le dije mientras le extendía la mano para saludarlo.

Me volvió a sonreír y me saludo como si nada hubiera pasado. 

─Mucho gusto., Merlina. Mi nombre es Ted Remus Lupin.

Hizo exactamente lo mismo que yo y me extendió la mano para presentarse. Lo saludé y le devolví la sonrisa. Nos quedamos callados por un instante y luego yo dije:

─ Con que... también naciste en el medio de la guerra. Debo admitir que yo también.

Me miró con cara de sorprendido.

─ Pensaba que habías nacido antes que yo, mucho antes, te hacía mayor, de unos trece años, más o menos.

Me reí y el me acompañó.

─ ¡Hey! ¡Me avejentaste! No soy tan vieja, este es mi primer año en Hogwarts, como vos supongo.

─Sí, este es el preciado día que todos los magos aspiran y yo lo vivo por primera vez.

─ Bueno, ¿y qué hay de vos? Contame de tu vida.

─ De acuerdo, si querés saber, te cuento desde el principio─ asentí, ya que quería conocer a ese chico misterioso, ya que era a la única persona que le había hablado desde que había ingresado al tren─ Nací un 12 de abril de 1998...

─ ¿Escuche mal o me pareció? ¿Naciste un 12 de abril? ─ le interrumpí.

─Sí, ¿por qué?

Me reí para mí misma.

─Porque yo también nací un 12 de abril de 1998 en el medio de la guerra contra Voldemort.

Ted se sorprendió, tanto como yo lo había hecho unos instantes atrás.

─ Tenemos ya dos cosas en común, esto da escalofríos. 

─ Sí, lo sé−─ le respondí.

─ Bueno, mis padres eran Remus Lupin, un hombre lobo fuera de lo normal, y mi madre era Nymphadora Tonks, metamorfomaga como nosotros. Me duele mucho decirlo, pero ambos fueron brutalmente asesinados en la Batalla deHogwarts. Me crió mi abuela y mi padrino, que supongo que conocerás su nombre, Harry Potter. ─ me quedé atónita. Harry Potter el niño que vivió es su padrino. Era algo increíblemente increíble. Toda mi vida había escuchado a toda, pero literalmente toda, mi familia hablar de él. No quise interrumpir a Ted, entonces continuó─ Sí, ya se es imposible de creer, pero es la verdad─ pero yo sí le creía, no tuve que decirle nada para que se diera cuenta─ ¿Qué más te puedo contar?... Soy fan del Quidditch y adoro jugar con mi familia partidos interminables. Nunca sería un buscador, como lo fue mi padrino. Me encantaría terminar en Gryffindor, como lo fue mi padre y Harry... bueno, suficiente de mí, quiero saber más de mi nueva amiga.

Amiga. ¿Amiga? ¿Me había llamado amiga y apenas nos conocíamos? Sinceramente era algo muy extraño pero supuse que estaba bien, por ser la única persona a la que le había hablado en el viajo.

─Luego de que te cuente que soy, no vas a querer llamarme más amiga.

─No seas boba, dale, contame de vos.

─Si insistís... nací el mismo día, mes y año que vos... pero con una diferencia notable a la de tu familia... toda pertenece a Slytherin─ vi como se había sorprendido de mi familia, tenía que hacer algo─ pero, antes de que pegues un grito, toda mi familia, o por lo menos la que yo conozco, estaba en contra de Voldemort. Ninguna persona en ella ha sido un mortífago. Mi vida es sinceramente muy aburrida. Me gusta jugar Quidditch, al igual que verlo. No soy una nena mimada. No dependo de mi familia, me he tenido que apañar por muchos años yo sola. Mi madre y mi padre siempre han querido más a mis dos hermanos, o eso es lo que creo yo hasta ahora. ¿Qué más...? A, sí, soy la única de toda mi familia en ser metamorfomaga. Me considero la rara de la familia. Eso sería todo lo interesante de mí.

─ ¿Te consideras rara? Yo creo que sos única...quiero hacerte otra pregunta además de esa...

─ ¿Si?

─ ¿En qué casa desearías estar? Me intriga saber, aunque supongo que en Slytherin como toda tu familia ¿no?

Me puse a pensar. Eso era algo en lo que había pensado muchas veces. ¿En qué casa terminaría? Seguramente en Slytherin. No me cabía ninguna duda.

─Bueno, a decir verdad, siempre me pregunté qué sería de mí si termino en otra casa que no sea Slytherin, pero seguramente iré a parar a esa, no me cabe ni la más mínima duda de que vaya a ser así.

─ Que extraño, pensé que no me ibas a responder eso. Creí que ibas a decir rápidamente que querías estar en Slytherin como tu familia. Aprecio que hayas hecho eso con un completo extraño.

─Para mí, ya no sos un completo extraño, Teddy... ¿te puedo llamar Teddy verdad? Si te molesta, te llamo Ted o como vos quieras.

─No, no hay problema de que me digas así, es más toda mi familia lo hace.

Nos reímos juntos.

Durante el resto del viaje, nos pasamos cada momento que pudimos hablando de nosotros para conocernos unos a otros. Él hablaba de su familia y de sus experiencias pasadas, al igual que yo. Le conté como se llamaban mis hermanos y las travesuras que me habían hecho juntos. En un momento, la señora del carrito de golosinas pasó y yo, que siempre había esperado que ese momento llegara, con Teddy juntamos nuestro dinero y compramos ranas de chocolates, grageas Bertie Bott de todos los sabores y dos pasteles de caldero. Adoro esos caramelos. Mis hermanos, toda la vida, me habían contado acerca de esa señora que siempre nos alegraba con algo rico de su carrito. 
Nos empachamos comiendo dulces todo en viaje hacia Hogwarts.


Sin duda alguna, ese fue mi primer viaje partiendo de la Plataforma 9 ¾ hacia la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería. 


Traición en Verde y PlateadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora