008: Sin avisar

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Eran las cuatro de la tarde, Max despedía a los pequeños que se iban con sus padres, le gustaba ver sus caritas de alegría cuando sus padres llegaban.

Cuando se fueron todos, el pecoso suspiró, ahora le tocaba ordenar un poco el salón antes de irse. La pequeña Penélope estaba en el suelo pintando con unos crayones, balbuceaba algunas cosas, pero igual no se le entendía nada.

Su tranquilidad fue interrumpida por su celular, era un mensaje de Daniel, sonrió con ligero sonrojó en las mejillas y abrió el mensaje.

"¡Maxie, cierra la puerta de tu salón y no dejes que entre!"

Eso realmente no se lo esperó, escucho unos pasos venir del pasillo y se asustó un poco pensando en quién sería, tenía que ser alguien malo para que Daniel le mandará un mensaje de esa manera.

Dos personas se pararon en el umbral de la puerta, uno tenía cabello negro y la otra tenía cabello castaño ondulado, Max sintió como su garganta se secaba cuando pasó saliva.

-¿Esté es el salón 3-C, en donde se encuentra Penélope Pérez?- Preguntó amablemente el señor de pelo negro, la pequeña P estaba dibujando en el suelo, volteó su cabeza en dirección de la persona que dijo su nombre.

-¿Ba-Bá?- Penélope vio a los adultos, les parecían familiares, pero no del todo, lo mejor era ponerse en un lugar seguro, se levantó y caminó hasta las piernas del Omega para esconderse allí.

-Mírala Marilú, es tan tierna y ya camina.- Habló la de pelo castaño con cariño,  Penélope sólo sacó su cabeza de un lado mirándolos, y Max sólo sonrió un poco tenso.

-Disculpen, ¿Me podrían decir quiénes son?- El rubio preguntó haciéndose una idea de quiénes eran, se agachó un poco para agarrar a la pequeña y ponerla en sus brazos, P sólo se agarró de su delantal y miró curiosa.

-Ah, que maleducados que somos, mi nombre es Marilú Pérez, y el es Antonia Pérez.- Max sintió como su cuerpo se entumecía, estaba al frente de los papás de su Alfa, ahora no sabía ni como actuar, no quería dar una mala impresión.

-E- es un gusto conocerlos, mi nombre es Max Verstappen.- Ahora estaba completamente nervioso, incluso su voz había temblado un poco, miró a la pequeña P que sólo se chupaba su dedito pulgar.

-Así que eres tu eres Max.- La mayor se acercó hasta quedar en frente del rubio, quién sólo tragó saliva nuevamente.- Me alegra que mi hijo haya encontrado alguien tan bonito como tú.-

Max sintió como su sonrojo cubrió todo su rostro hasta las orejas, sintió como de manera tensa mientras que la mayor lo miraba con una mirada relajada.

Unos pasos apresurados se oyeron venir desde el pasillo. Sergio apareció, respiraba algo agitado y se veía un poco sudoroso, miró mal a los mayores, pero sobre todo, miró mal al de pelo negro con canas.

-Viejo Brujo, ¿Qué fue lo que te dije?.- Regañó mientras se acercaba a ellos, el pelinegro sólo bufó arrugando su entrecejo igual que su hijo.

-¡Tú a mi no me mandas, mocoso, ni siquiera vas a visitarnos ni nada! Y cuando vengo, ¿De qué me entero?, Tienes un Omega y hasta de una demanda te libraste.- Max sólo los miraba discutir, no se insultaban, en parte, eran moderados y probablemente era porque la pequeña estaba en frente a ellos.

Max miró la sonrisa nerviosa que tenía el hombre de cabellos oscuros, no era tan nerviosa, más bien algo agotada, como si estuviera acostumbrado.

-¿Siempre son así?- Preguntó por los bajo mirando al mayor, éste sólo le asintió y sonrió levemente.

-Ya eres parte de la familia, bienvenido a mi mundo.- Le contestó por lo bajo, y Max sólo pudo reírse intentando no hacer ruido, madre e hijo eran iguales, no había ninguna duda sobre eso.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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¿Mamá? - Chestappen - Sergio Pérez x Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora