¿por qué el mundo odia?

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Una vez que Naumo y yo estemos frente de la peluquería la esperábamos. El plan es esperarla y matarla y correr hacia las motos.

—Samun—el toma de mi hombro para voltear y mirarlo a los ojos—Ella es Raquel—me tomo el tiempo para mirarla. Tiene ojos verdes un cuerpo lindo y es pelirroja. Es linda Pero no mi tipo. Es la peluquera que entenderá a nuestra víctima—me gusta mucho esa mujer—Eso me sorprendió y dejé de mirar a la chica para poder mirarlo a el.

—Que alivió—suspiro para molestarlo—ya pensé que te gustaba yo—El me dió un golpe en la cabeza Fue despacio o talvez solo no me dolió—oye eso dolio—lo digo para molestarlo.

—Te mereces eso y mas—ambos nos reímos. Ojala esto dure para siempre.

Después de horas Esperando en la cafetería frente de la peluquería, salió la chica se tiñó el pelo de amarillo por qué hace algunas horas su pelo era castaño.

Su ojos marrones y su ropa le faltó cambiar.

—Vamos samun—dijo Naumo el estába más feliz se puso una máscara y yo me puse la gorra de la capa estamos listos.

Me acerque a ella—Hola, buenas tardes, me podrías decir la hora—mientras que ella secaba su celular seque la el arma y le apunte la cara—Creo que es hora de tu muerte—le dispare y salí corriendo. Subí en la moto y Naumo se encarga de que no había policías cerca del lugar.

Naumo estaba feliz—¡¡La policía!!—grito el y salió corriendo ha subirse en la moto de el—Samun, vamos no ya—Mi moto no   arrancaba,cuando logre hacerlo la policía ya estaba más Serca.

—Vamo, Naumo. Rápido—cuando gire la cabeza ya estábamos escapando con las moto, Pero alguien de buena ponteria disparos Naumo. Quería ir a verlo y ayudarlo Pero la policía me habria alcanzado—Naumo, amigo—se me caen unas cuantas lágrimas.

—Samun, escapa corre, déjame aquí—toce—Ya de todos modos voy a morir—Niego con la cabeza.

—No, no puedo. Eres mi hermano—Lo quiero como uno.

—Por favor, cumple mi última petición—El toce y sale sangre de su boca.

—Nunca te olvidare, hermano—subo en la moto otra vez y arranco más fuerte. Me de tengo cuando se que nadie más me sigue. con los ojos llenos de lágrimas grito—¡¡¿Por qué?!!¿por qué? ¿Por que? Maldita sea todo en el mundo—lloro mucho más fuerte.
Me dolía bastante, era lo único que me quedaba.

Volví a subir en mi moto ¿Por qué no morí yo? Todos los que me rodean mueren. Maldita sea.

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Día de retirar el
Dinero

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Brayan es el hijo del jefe. el tiene la vida fácil tan fácil que me da envidia-Hola, vine a retirar la recompensa-me dolía saber que esa estúpido dinero sea culpable de la muerte de Naumo.

Me indicaron donde ir y ahí estaba Brayan sentado en un sofá de lana y elegante. Ni en mi otra vida tendría ese sofá. La envidia me mata me mata maldita sea. El tiene el pelo rubio y arriba teñido de azul claro. Sus trajes deberían valer más que mi moto. Sus ojos azules que con la poca luz que había en la abitasiom se veían azul oscuro.

—Samun, lo lamento por lo que le sucedió a Naumo—El es amable conmigo y Naumo. Me duele pensar que que le tengo envidia y quiero que muera y quedarme con todos sus cosas y mas.

—No te preocupes-hago una risa forzada—Es mi culpa, de nadie mas—solo es mía.Yo soy el que debió morir—Estoy bien-No debería mentir. Estoy mal muy mal siento que me quiero morir, ahora no me queda nada de nada en este maldito mundo.

—Samun, no mientas—Se levanta de el sofa-—se cuando alguien miente—me abraza.

—Yo solo quería—Logro decir.

—No te preocupes me tiene a mi también—basta maldito me harás sentir mal por lo que pensé.

—Gracias, Brayan—correspondo el abrazo.

Me da la plata y me subo a mi moto y me dirijo a mi casa.
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Pasaron una semana de la muerte de Naumo. Estoy peor que nada, tengo ojeras estoy pálido.

Me levanté de la cama y me dirigi hacia el baño, en el espejo tono mi pálida piel mis ojeras que parecen moretones, mi pelo negro estaba largo, mis ojos color miel, Estaban apagados. Mi vida estaba arruinada, o siempre la estuvo, solo que la diferencia es que ahora ya no tengo a Naumo.

—En primer lugar ¿Por qué sigo existiendo?—Miro de nuevo mi rostro me doy vergüenza, asco y miedo. no reconozco a mi yo, que esta frente del espejo ¿Este soy yo? De ninguna manera soy yo. Solo tengo ganas de llorar y de dormir. Hace mucho que no me alimento como debería. tal vez sea el dolor y desesperación de no tener a al único pilar de oro que me mantenía con ganas de vivir.

Al salir del baño me dirijo a la cama de vuelta, no tengo ganas de nada.

—¿Ahi alguien en casa?—Escucho una voz me es muy familiar pero no logro recordar —Samun—Esta ves es una voz femenina. me acerco para abrir.

—¿Que haces aquí?— doy un pasó hacía atrás.

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⏰ Última actualización: Nov 06 ⏰

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