Capitulo 3.
El carmesí de la vida se derramo hasta caer al suelo.
Los jadeos de cansancio llenaron el abrumador silencio.
Orbes azules miraron inquietos a los tres cuerpos inconsciente a unos metros.
El cabello rubio se tiñó levemente de rojo.
Con su Brazo derecho extendido hacia adelante, sostenía la la katana corta que ryuu le había regalado.
Pesados pasos llamaron su atención.
Regresando su mirada al frente, pudo observar al responsable de la situación actual.
Un enorme minotauro quien sostenía un garrote como arma, se paró a uno metros de distancia, viendo directamente a los orbes zafiro.
"Simplemente no podía tener algo de suerte en su primer día en la mazamorra", las palabras claramente llenas de sarcasmo no sirvieron de nada para calmar sus pensamientos.
Harto de esperar, el monstruo se abalanzó con velocidad hacia el rubio.
Este último apretó los dientes con fuerza, y sin tener más opciones también se abalanzó hacia el monstruo.
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El Sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte.
Un fuerte bostezo lleno el silencio.
"Buenos días hestia", un Naruto simplemente despierta saludo a su diosa con una gran sonrisa.
La deidad de ojos azules miró aún con sueño en su rostro a su hijo.
"Buenos días Naruto", ella no se sorprendió que el rubio ya estuviese despierto, en sus raras veces que se despertaba temprano se lo llegó a topar barriendo la entrada del bar.
"El desayuno está listo, ¿Tiene hambre?", Naruto interrumpió los pensar de la diosa
Los ojos de hestia brillaron con emoción.
"No sé preocupe, puede comer cuánto quiera, hay suficiente lo para todo el día", Naruto sonrió con alegría.
La deidad se puso de pie de una cama vieja y sucia.
"Bien, hay que comenzar el día con el estómago lleno", la pelinegra paso aún lado del ojiazul.
El rubio dió media vuelta para seguir a su diosa, no sin antes darle una mirada al lugar, era más que claro que necesitaban mejorar muchas cosas de este sitio si querían llamar este lugar casa.
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Las calles siempre fueron algo solitarias muy temprano.
Eso fue relajante.
Naruto ahora mismo se encontraba de camino hacia el gremio de aventureros, necesitaba registrarse como aventurero si quería entrar a la mazamorra comenzar a ganar dinero.
Pensó en visitar a sus amigas en el bar, pero seguramente estaban preparando todo para abrir, así que no quería interrumpirlas, en especial mamá mía seguramente lo pondría trabajar antes de irse.
