Abro los ojos, es un nuevo día.
No dudo en levantarme de la cama para ir a tomar una ducha. Arrastrando los pies y desperezándome llego a la puerta y mis manos van al pomo de ésta, cuando se escucha el "click" la abro lentamente para dar vista al silencioso pasillo con paredes de pintura blanca desgastada por los años y marcos de fotografías de flores, en su mayoría orquídeas ya que son las favoritas de mamá.
No se escucha ninguna señal de vida a parte de la mía de tal modo que me relajo un poco y entro a la ducha despojándome de mis ropas, abriendo el grifo las tuberías hacen un pequeño sonido antes de que salga el agua en cascada y caiga en mis hombros relajándolos.
Luego de 20 minutos salgo del cuarto de baño envuelta en mi toalla para regresar a mi habitación, pero antes de eso escucho a la cafetera hacer su habitual pitido, señal de que mamá está preparando su café matutino.
Regreso a mi habitación, debo alistarme para ir al instituto mierda olvide completamente fijarme en la hora, de seguro ya me estaré saltando el tercer periodo, da igual.
Abriendo el armario me encuentro con mis jeans colgados, y remeras bien ordenadas de acuerdo al color. En realidad hasta ayer estaba como si el huracán Katrina hubiera pasado por ahí pero mamá es una obsesiva con la limpieza y el orden.
Opto por unos jeans ajustados y una camisa celeste la cual doblo las mangas hasta los codos, un par de mis converse desgastadas y de último me hago una coleta alta en el cabello. Por supuesto, nada de maquillaje, no soy como las demás chicas que no viven sin si quiera una máscara de pestañas. Lo sé, soy muy anticuada.
No, para nada Kathie dice mi subconsciente con sarcasmo, ya se tardó en hablar.
Qué tal si vas emprendiendo camino al instituto Kathleen Middleton?
Oh, buena idea. Estoy perdiendo tiempo hablando con mí misma.
Cojo mi bolso, mis llaves de la casa y del auto, abro la puerta de mi habitación camino por el corto pasillo hasta bajar por las escaleras.
En la cocina escucho murmullos. Mierda.
Kathie, no creo que sea buena idea de que vayas...
No hago caso a lo que dice mi subconsciente y en un segundo me arrepiento de haberlo hecho. Mierda, mierda y más mierda.
Mi padre está con mamá, abrazándola. ¿Qué clase de broma de mal gusto es esta? Ignoré todo lo que sucedió anoche, ellos peleando y yo gritándoles que se callen.
-¿Qué es esto?- pregunto indignada y asqueada. Los dos voltean y me miran petrificados.
- Hija, pensé que estabas en el instituto.- Habla mamá con la voz temblorosa.
- Pensaste mal, pero ya me voy. Ignoraré todo esto, no quiero fastidiarme la cabeza a tan tempranas horas de la mañana con esta escena. –Digo y me volteo.
- Más vale que ya te vayas niña. –Oigo decir a mi padre. Paro de caminar. ¿Qué?
- Tú no eres nadie para opinar aquí, señor. –Digo con voz desafiante.
- Calla esa maldita bo...- Empieza a decir pero lo callo.
- Imbécil. –digo escupiendo las palabras y saliendo de ahí pitando, cerrando la puerta principal de golpe. Subo velozmente al auto el cual gracias a Dios enciende al instante que hago contacto y emprendo camino al instituto.
Enciendo la radio y busco alguna emisora para distraer mi mente, que mala manera de empezar el día. Recién empieza tu día Kathie, no sabes si te irá bien después. Exacto, seré más optimista.
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Impossible
Teen FictionSinopsis. Una carrera de autos es como la vida misma, pasa a máxima velocidad, trae con ella momentos de gloria pero debes de tener siempre tu cinturón de seguridad. Cuando su vida va convirtiéndose en una rutina de problemas, discusiones y amistade...