Cap.-9 calma

8 1 0
                                        

La luz de la mañana comenzaba a filtrarse por las ventanas cuando escuchaste un leve movimiento en la cama. Habías pasado la noche en vela, asegurándote de que Gojo estuviera estable, aunque no tenías certeza de que tus esfuerzos fueran suficientes. Exhausta, pero necesitando algo de normalidad, te dirigiste a la cocina y comenzaste a preparar un poco de desayuno.

De repente, escuchaste pasos apresurados, seguidos de una respiración agitada. Antes de que pudieras reaccionar, sentiste un par de brazos rodeándote por la espalda, envolviéndote con una fuerza y calidez que te hicieron soltar la cuchara que tenías en la mano. Era Gojo. Se había levantado, ignorando el dolor de sus heridas, y te abrazaba con una intensidad que nunca habías sentido antes.

"Pensé que te habías ido..." murmuró en tu oído, su voz entrecortada y cargada de un alivio palpable. Aún débil, parecía más preocupado por ti que por sus propias heridas. "Gracias por quedarte. No tienes idea de cuánto significó eso para mí."

Sentiste una mezcla de emociones encontradas mientras lo escuchabas. Parte de ti quería decirle que no tenías opción, que el mundo afuera parecía tan implacable como él mismo, y que en comparación, al menos Gojo te había tratado con una especie de bondad, incluso en sus propios términos.

Intentaste mantenerte firme, con la mente en la realidad de la situación. "No tenía muchas opciones," respondiste suavemente, tratando de sonar desapegada. "Lo más probable es que, si no me quedo aquí, me esperará algo peor allá afuera." Lo dijiste con una frialdad que esperabas que él no notara, mientras intentabas ignorar la sensación de culpa que aún te pesaba al recordar cómo habías estado a solo unos pasos de huir.

Gojo notó tu tono, pero simplemente te estrechó más fuerte. "No importa. No irás a ningún otro lugar que no sea a mi lado," murmuró, su voz recuperando el tono autoritario que lo caracterizaba.

Te quedaste en silencio, dejando que esas palabras se asentaran en tu mente, mientras sentías su abrazo firme y cálido.

Con cuidado, ayudaste a Gojo a levantarse y lo guiaste hacia la mesa, donde habías preparado un desayuno simple pero reconfortante. Aunque él intentaba disimular el dolor, veías cómo sus gestos aún eran un poco rígidos por las heridas. Se sentó, lanzándote una pequeña sonrisa, agradecido y con un brillo especial en los ojos que no habías visto antes.

Te sentaste frente a él, intentando concentrarte en la comida, pero sentías su mirada fija en ti, intensa y un tanto provocadora. A cada tanto, lanzaba algún comentario coqueto, como si el sufrimiento de las últimas horas hubiera quedado atrás y solo le interesara ver cómo reaccionabas.

"¿Sabes? Creo que verte así, cuidándome y preocupándote tanto, me hace pensar que te estoy gustando un poco," dijo, con una sonrisa traviesa y un brillo burlón en los ojos.

Rodaste los ojos, intentando ignorarlo mientras llevabas un bocado a tu boca, pero sentiste el calor subir a tus mejillas. "No te hagas ilusiones. Solo te estoy ayudando a recuperarte porque... bueno, no tengo opción," murmuraste, aunque sabías que era una excusa débil.

Pero Gojo solo sonrió más, claramente disfrutando de cada momento. "Ajá, claro. Entonces no tiene nada que ver con que me cuides con tanta dedicación... o con que te veas tan linda cuando te sonrojas," dijo, y con eso notaste cómo tus mejillas ardían aún más.

Lo miraste, con una mezcla de enojo y vergüenza, y él soltó una suave risa. Te molestaba que siempre lograra hacerte perder la compostura, pero una parte de ti también encontraba su atención un tanto... reconfortante. A pesar de todo lo que había pasado, su manera de mirarte, de tratar de hacerte sonrojar, de lanzarte esas miradas de reojo llenas de picardía, era un recordatorio de que, en esta extraña vida que compartían, no estabas tan sola como creías.

Terminaste el desayuno, tratando de no prestarle más atención de la necesaria, pero sabías que a él le encantaba esa reacción, y por alguna razón, tampoco te importaba tanto como pensabas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 05, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

METANOIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora