Capítulo 33: TruenosYoongi llegó temprano a la oficina, y apenas cruzó la puerta, Seoyeon fue la primera en recibirlo. Ella llevaba su habitual carpeta y un iPad en la mano, lista para ponerse al día con los pendientes.
—Buenos días, Min —saludó con profesionalismo, pero una ligera incomodidad en su tono no pasó desapercibida para Yoongi.
—Buenos días. ¿Cómo van las cosas por aquí? —preguntó mientras dejaba su chaqueta en el perchero y se encaminaba hacia su escritorio.
Seoyeon lo siguió con precisión, listando los puntos más urgentes.
—Las reuniones que había dejado pendientes se han reprogramado. Los sueldos de los empleados fueron liquidados sin problemas, tal como lo solicitaste. Ahora mismo estamos ajustando los fondos para la inversión en el nuevo proyecto de los Yuu.
—Bien. Gracias por mantener todo en orden —respondió Yoongi con un leve asentimiento. Seoyeon era eficiente, como siempre, pero hoy parecía ligeramente distraída.
La mujer titubeó por un instante, como si tuviera algo más en mente que los asuntos laborales, antes de preguntarle:
—¿Cómo te fue en Busan?
Yoongi se detuvo un segundo. No esperaba una pregunta personal. Aún sintiendo un leve desconcierto, se limitó a responder:
—Bien. Cerré el trato.
Seoyeon asintió y bajó la mirada rápidamente hacia su iPad, como si la conversación hubiera durado más de lo necesario. Yoongi no insistió, pero una parte de él no pudo evitar notar lo apagada que lucía. Nada en su actitud era como la mujer enérgica y profesional que solía trabajar a su lado. Quiso preguntarle si algo andaba mal, pero se limitó a enfocarse en los números que tenía frente a él.
La prioridad del día era la inversión millonaria en su nuevo hotel, por lo que ambos se pusieron a trabajar en silencio. Revisaron proyecciones y balances, destinando sumas específicas para cada fase de la construcción.
Con un suave golpe en la puerta, Namjoon entró. Yoongi estaba sentado en su escritorio, concentrado en la pantalla de su computadora, pero al escuchar la puerta abrirse, levantó la vista y sonrió al ver a su amigo.
—¡Namjoon! —saludó Yoongi, dejando de lado su trabajo por un momento.
El alfa se acercó, su expresión era de satisfacción.
—Me enteré de que el trato ha cerrado —dijo, con una sonrisa amplia—. ¡Felicitaciones hermano! El departamento financiero está listo para realizar el depósito.
Yoongi asintió, sintiéndose aliviado y contento por el éxito de la negociación.
—Gracias, Namjoon. Ha sido un trabajo duro, pero valió la pena —respondió, estirándose un poco en su silla—. ¿Cómo va todo por tu lado?
La conversación fluyó de manera natural, hablando de cosas triviales: los últimos rumores de la industria y algunas anécdotas divertidas de la oficina. Namjoon siempre tenía una forma de hacer que las cosas más mundanas parecieran interesantes, y Yoongi disfrutaba de esos momentos de camaradería.
Después de un rato, Namjoon decidió que era el momento de hacer su invitación. Con una sonrisa pícara, se inclinó un poco hacia adelante, sus cejas moviéndose sugestivamente.
—Oye, ¿qué te parece si celebramos esta victoria, y vamos al pub de la última vez?. So Hee te está esperando —dijo, dejando caer el nombre de la chica con un tono juguetón.

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I LOVE YOU, BOY | YOONMIN [COMPLETA]
Fanfiction📌Omegaverse: Yoongi alfa | Jimin omega 📌 🔞 📌Lactancia masculina 📍Leer introducción para saber sobre el contenido de la historia.