Andrea nunca imaginó que podría sentirse tan feliz al lado de alguien como Lucas. Lo había conocido en una reunión de amigos, y desde el primer instante, su atención estaba completamente centrada en ella. Lucas tenía una forma de hablar que la hacía sentir única, como si todo el mundo desapareciera cuando él la miraba. Era carismático, seguro, y siempre sabía cómo hacerla reír.
Durante las primeras semanas, Lucas se mostró como el novio ideal. Le enviaba mensajes constantes, recordándole cuánto le importaba y lo afortunado que se sentía de tenerla en su vida. Planificaba citas especiales, la sorprendía con pequeños regalos, y parecía recordar cada detalle de sus conversaciones, desde su película favorita hasta el nombre de su perrito de infancia. Para Andrea, todo esto era una muestra de un amor profundo y auténtico. Incluso, cuando bromeaba sobre lo mucho que la extrañaba al final de cada cita, Andrea lo encontraba enternecedor.
Pero, poco a poco, el encanto comenzó a desmoronarse. Una noche, Lucas la llamó mientras estaba en una cena con sus amigas. Le preguntó si se estaba divirtiendo, y cuando ella le dijo que sí, él guardó silencio por un momento, hasta que murmuró: "Ojalá yo estuviera ahí contigo... Me haces falta". Al principio, Andrea sintió que era lindo, pero luego Lucas comenzó a enviarle mensajes constantes durante la noche, preguntándole qué hacía, por qué no respondía rápido y cuándo iba a regresar a casa. Esa noche, Andrea llegó con una mezcla de inquietud y confusión, pero lo dejó pasar pensando que quizás Lucas solo la extrañaba demasiado.
Con el tiempo, este comportamiento se fue intensificando. Lucas insistía en acompañarla a todas partes, y cuando ella intentaba salir sola o con amigos, él parecía herido. Le decía que no le gustaba estar sin ella, que no entendía por qué quería pasar tiempo con otros cuando él estaba allí para ella. Andrea comenzó a cancelar planes para evitar esos momentos de tensión. La idea de disgustarlo o de sentir que no lo hacía feliz le dolía, así que se adaptaba cada vez más a sus deseos, aunque eso significara renunciar a su tiempo con amigos.
Poco a poco, Andrea fue cediendo. Dejó de salir con sus amigas, empezó a pasar cada momento libre con él y, aunque en el fondo algo le decía que algo no estaba bien, callaba sus dudas. Cada vez que ella expresaba alguna inquietud, él la miraba con esos ojos sinceros y le decía que lo hacía porque la amaba, porque quería protegerla y asegurarse de que estaba bien.
Andrea seguía adelante, diciéndose que había encontrado el amor de su vida, ignorando esas pequeñas voces internas que le advertían que lo que estaba experimentando no era amor, sino el comienzo de una relación que lentamente estaba tomando el control de su vida.
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"Renacer"
General Fiction"Renacer" sigue la historia de Andrea, una mujer que ha estado atrapada en una relación tóxica con Lucas, un compañero que, aunque la ama, ejerce un control emocional que la hace perder su identidad. A medida que la relación se torna cada vez más da...