Capítulo 3: Las Críticas Veladas

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Con el paso del tiempo, Lucas empezó a mostrar una faceta más crítica y demandante. Lo que al principio eran simples comentarios casuales se transformaron en observaciones constantes sobre cómo Andrea hacía las cosas, qué vestía, e incluso cómo se relacionaba con otras personas. Todo parecía una excusa para que Lucas comentara, siempre bajo la apariencia de "querer lo mejor para ella".

Una noche, mientras Andrea se preparaba para una cena, eligió su vestido favorito, uno que siempre la hacía sentir segura de sí misma. Cuando Lucas la vio, le lanzó una sonrisa forzada y comentó: "No sé, ¿no crees que es un poco llamativo? A mí me gusta más cuando te ves natural". Andrea se quedó en silencio, insegura. Le gustaba ese vestido, pero la idea de que él pudiera verla "excesiva" hizo que se sintiera incómoda, así que fue y se cambió. Cuando volvió con otro atuendo más sencillo, Lucas sonrió complacido y la elogió: "Ahí estás perfecta, así es como me gustas". Andrea sonrió, pero en su interior algo se sentía fuera de lugar.

Este tipo de comentarios se hicieron cada vez más frecuentes. Lucas criticaba con delicadeza desde el tono de su voz hasta sus ideas y opiniones, siempre en un tono que parecía preocupado o incluso cariñoso. Si Andrea comentaba algo sobre su trabajo, Lucas encontraba la forma de minimizar sus logros o señalar en qué podría mejorar. "Solo quiero que te esfuerces más", le decía. "Sé que puedes hacerlo mejor, y quiero que seas la mejor versión de ti".

Andrea comenzó a cuestionarse, dudando de cada decisión que tomaba. Al elegir su ropa, hablar con alguien o contar alguna anécdota, una voz en su mente le recordaba lo que Lucas había comentado anteriormente. Temía hacer algo que no le gustara, por lo que comenzó a ajustar su comportamiento a lo que creía que él esperaría de ella. Sentía que, si lograba cumplir con sus expectativas, quizás finalmente alcanzaría la versión de "Andrea perfecta" que él quería.

Una tarde, tras un largo día de trabajo, Andrea intentó hablar sobre sus preocupaciones con Lucas. Le dijo que a veces sentía que no podía ser completamente ella misma. Sin embargo, él desvió la conversación, haciéndola sentir que sus sentimientos eran exagerados o infundados. Le recordó cuánto hacía él para apoyarla y se lamentó, diciendo que nunca pensó que ella lo vería de esa manera después de todo lo que había hecho por ella.

Andrea, confundida y culpable, terminó disculpándose. Con su habilidad para darle la vuelta a sus palabras, Lucas la hacía sentir como si la problemática fuera ella, como si sus dudas fueran una señal de ingratitud. Así, Andrea dejó de expresar sus sentimientos, convenciéndose de que su única opción era esforzarse más y complacerlo.

Sin embargo, en su interior empezaba a formarse una sensación de insatisfacción, una intuición sutil de que estaba dejando de ser ella misma para ajustarse a una idea de perfección que nunca parecía alcanzar. Cada crítica, cada comentario, iba dejando marcas invisibles, y aunque aún no lo admitía, Andrea empezaba a sentir que estaba perdiendo el control de su vida.

"Renacer"Where stories live. Discover now