La Historia De Saturno

El diario de Oliver

Hace 8 años

Nací un 8 del 8 no recuerdo la hora y no recuerdo mucho de eso; desde que tenía 5 años sentía la necesidad de matar personas, sentía la necesidad de que la sangre corriera por mi rostro y por mis manos, desde pequeño, era sambrio y antisocial, no me gustaba estar cerca  de personas, por que lo único que me venía a la mente era su sangre corriendo por mis manos, lo mío siempre fue caminar por la oscuridad, sin que nadie me notará, hasta que un día conocí a un niño con la mirada de una serpiente, su voz es tan dulce pero en mi mente me tortura, me pide que lo busque, que el quiere ser solo mío  era inteligente aún lo sigue siendo, era muy tierno y hermoso, y todavía lo es solo que ahora sabe como usarlo a su favor, tenía una alma blanca y pura, digna de un rey, o eso es lo que significa su nombre, su piel es morena clara, es como el café con leche de el tono más claro que se pueda lograr, sus ojos son morrones en la oscuridad, pero en la luz son café claro, pero muchas veces me dejaron sin sueño, sus labios rositas y húmedos como las fresas, siempre olía a fresas, tenían una fragancia que nunca lograba sacar de mi nariz, su piel siempre lucía limpia y brillante y lo sigue siendo, su cuerpo es estético, pero eso nunca me importo, me fascinaba su fragilidad, que con solo un  movimiento brusco o grito era capaz de romperse con facilidad, la delicadeza de sus movimientos, la forma amable en que trataba a lo animales y personas siempre ha sido un copó de azúcar. Pero en algo se equivoco un día ese niño tan dulce se topo con el lobo de las fábulas, el era un ángel y yo un simple vampiro sin corazón, que siempre causa el miedo, el horror.
Lo seguía a todos lados, lo vigilaba, sabía la hora en que se bañaba, sabía quienes eran sus amigos, sabía las horas en que salía a jugar, que hacía en sus ratos libres, sabía las cosas que le daban curiosidad y sabía lo mucho que yo le causaba más que la curiosidad le obsesionaba saber mis secretos, lo que yo era, pero todo eso era parte de mi plan hacerle caer en tentación,  para hacer que hiciera lo que yo quisiera, sería mi muñeco de porcelana, manejado por hilos, que estuviera en la palma de mi mano obedeciendo mis órdenes, solo mías y de nadie más, que fuera mio solo mio y de nadie más, que dejarse corromper por mi que su mundo donde solo existía el bien dominara el mal que su alma blanca se pudiera.
-Oliver no crees que te meterías en demasiados problemas si ocupas tus poderes para atraer a ese niño- dijo el pequeño Apolo
-Lo se Apolo pero tengo un plan
-Nos lo puedes repetir Oliver es que a Arsen, Herá  y a mi se nos ha olvidado
-Lo atraere con mis poderes y le diremos a Kim que se una a nuestra manada para tenerlo vigilando y cuando cumplamos 19 y el cumpla 16  lo formaremos a que se una a nosotros, el no tendrá opción, se sentirá culpable por que sabe que es su culpa, y nunca sabrá que yo lo hecho.
-Si no fueras un octavo estaría asustado de ti Oliver- dijo Arsen
-Pero genio, que te asegura que nadie lo verá en la casería- agregó Herá
-Se lo curioso que es y también averigüe que nació un 7 del 8 a las 11:58 o bueno eso dice su acta que robe del escritorio de su mamá
-Oliver me das miedo y no del que me gusta sentir
-Apolo tu me causas nauseas, te quieres follar a todos
-Bueno que el plan entre en marcha
Todo iba a salir perfecto, a el siempre lo domina la curiosidad así que es fácil de manipular, siempre lo ha sido, su madre siempre lo hacía, hacía que se sintiera culpable de si mismo es una psykhé blanca.
El salió de su casa a jugar con sus amigos, pero lucía diferente como si le hubieran pegado, pero no tenía que distraerme del plan, caminé hasta donde estaba el, me vio y sus iris marrones brillaron, el pecesito débil ya había caído en la trampa, de reojo voltie a ver si me venía siguiendo como era el plan, y no lo podía creer el plan estaba saliendo a la perfección, y como era de esperar todo salio al pie de la letra del plan, y para hacer el pacto con los demás gasté todo mi dinero para comprar un poco de elixir para cerrar el pacto de que nadie le diría nada a él.
Pasaron días y el nunca salió de su casa, quizás tenía miedo, pero no lo creía, su mamá haría lo imposible para sacarlo a comprar o a algo, así que me aventuré a ir a su casa pero, solo estaban sus abuelos y me atreví a preguntar por el
-Buen día señores, le quería preguntar por Bryan
-Oliver, Bryan te siguió en la casería y su mamá lo metió en un psiquiátrico en Ciudad de México, ahí estará una semana y después se quedará a vivir haya- ellos no lo iban a decir, así que ocupe mis poderes para hacerlos hablar, pero eso no era lo que quería escuchar
-Los octavos se dieron cuenta de que el presenció la casería y saben que es un casi octavo- iban a decir algo más pero en eso llego la mamá y toda la familia de Bryan, me entraron en la sala hablando con sus papás, soy astuto eso nunca lo dudó pero aveces me subestimo y lo logro
- Les quiero hacer una propuesta
-Si dime Oliver- dijo la mamá de Bryan
-Él se une a mi madana y durante 7 años yo cubriré que no puede asistir a las cacerías, por que ninguna de esas es importante pero a la que si debe asistir ea a la que se llevará dentro de 8 años y ahí el decidirá si quedarse o irse con ustedes y así no matan a ninguno de nosotros, que les parece?
- Me parece bien, pero te digo que yo también soy una octava pero yo renuncié a el poder, tienes que jurar que le darás esa opción a Bryan y si no renuncia entenderemos
Cerramos el trato con un apretón de manos, pero cuándo tomo la mano de Mari sentí como el poder era superior al mío, pero eso no sería por mucho.

Esto es parte de un capítulo que aún no escribo pero tenía tantas ganas e ideas para escribirlo, espero y les guste.

Expediente secreto