Capítulo 4: alegria

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Llegó la mañana y Fernando se quedó dormido sobre el brazo de Adrián, cuando el sol pegó su cara se despertó, y al darse cuenta estaba en la cama de su profesor desnudo y con dolor en su parte íntima trasera, Fernando vio que Adrián empezó a acariciar su cabeza, Fernando al sentirse tan enamorado solo se pegó más cerca del torso de Adrián haciendo que este lo abrazara levantando la pierna de su ahora amante, poniéndola sobre la suya, cuando abrió los ojos, Fernando lo recibiera con besos y caricias, a lo que él respondió devolviéndoselos levantándolo haciendo que quedara arriba de su pene, haciendo que volviera a tener una erección, Fernando se lo empezó a mamar y darle caricias haciendo que saliera semen de el, haciéndolo gemir como la noche anterior, y con el semen en la boca le dio un beso francés haciendo que el amor revoloteara por toda la casa, después de estar así 5 minutos decidieron ir al baño donde cada uno se bañó pero ayudando al otro con besos franceses haciendo que cada uno de los dos se sintieran más enamorados de cada uno, cuando terminaron fueron a hacer el desayuno, Adrián se lució sorprendido a Fernando con un desayuno de pancakes y malvaviscos, donde cada uno le dieron al otro bocados, la mañana pasó a tener un sol radiante con nubes a estar parcialmente nublado sin ningún rayo de luz, cada uno le gustaba la vista, debido a que la casa estaba en frente de un pequeño valle de monte alto; el pasto con un verde apagado con el cielo morado blanquecino, vieron que eran solo las 9:00 am y Fernando aún no tenía que irse, decidieron ir al valle donde fueron tomados de las manos, descalzos para disfrutar cada momento juntos, caminaron por 15 minutos hasta llegar a un lugar donde estaba un pequeño arroyo, se sentaron juntos tomados de las manos, se quedaron callados unos segundos, hasta que Adrián, se tumbó en el suelo haciendo que Fernando también lo hiciera, entonces tomó la palabra:
-entonces.... como la pasaste anoche-
Dijo con intriga y vergüenza, Adrián lo volteó a mirar sin decir nada, en ese momento Fernando temeroso se empezó a disculpar y a decir que era un tonto al preguntarle esas cosas, entonces Adrián lo tomó de las manos suavemente y le dijo con voz tranquila y baja:
-no sabes lo que tanto he estado pensando en eso, porque fue maravilloso y no lo cambiaría por nada en el mundo, me has estado cautivando con tu voz, tu cuerpo, tu mirada, todo de ti; eres lo mejor que me ha pasado en la vida Fernando, eres lo mejor que he podido desear-
Dijo Adrián acariciando sus mejillas y sus manos, entonces él no lo soporto más y empezó a besar a Fernando, los dos solos y con el paisaje más hermoso no podían despegar sus labios del otro, pasaron así hasta que empezó a pringar, Fernando odiaba ensuciarse con lodo los pies y Adrián lo sabía, así que se quitó la camisa y lo cubrió con ella, y lo cargó entre sus brazos para que él no se ensuciara los pies, llegaron a la caso donde Fernando le preguntó el porqué lo había cargado si él podía haber caminado hasta aquí, le respondió que no quería que sus pies se ensuciaran con lodo, pues no permitiría que su príncipe se ensuciara en su presencia, entonces el cautivado por lo que le dijo, lo abrazó con ojos llorosos, pues nadie había hecho algo así por él, y más alguien por el cual sintiera amor, le devolvió el abrazo con un ligera sonrisa; cuando llegó el momento de Fernando se fuera Adrián vio que afuera seguía pringando y hacía frío, así que le dio el abrigo que tanto le gustaba a Fernando junto a un beso, Fernando fue a la parada de autobús donde llegó a tiempo para que sus padres no le dijeran nada, para suerte suya sus padres aún no habían despertado así que le quedó tiempo para guardar sus cosas, pero en eso recordó que tenía el suéter de Adrián, lo tomó y lo olía recordando lo de la noche anterior, y lo escondió para que no descubrieran que no era un abrigo suyo...

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