Prólogo

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El amor, cuando llega, a veces no se presenta con calma. Aparece de pronto, arrollador, sin dar tiempo a pensar o prepararse. Así fue nuestra historia: un encuentro inesperado que se transformó en algo profundo y real. Desde los primeros momentos, me encontré atrapada en su risa, en su mirada, en ese algo especial que hacía cada palabra inolvidable. Era como si, sin habernos buscado, nos hubiéramos encontrado en el momento justo, en la página perfecta de nuestras vidas.

Nuestra conexión fue tan intensa que no hubo lugar para las dudas. Lo amé desde el principio, y él parecía sentir lo mismo. En cada encuentro, en cada gesto, sentía que el universo nos había dado un regalo, algo breve pero invaluable. Pero a veces, lo más bello y verdadero también es lo más fugaz. Lo nuestro fue un capítulo corto pero intenso, una historia que marcó mi vida y me enseñó que, aunque el amor a veces no dura, el recuerdo de su impacto puede ser eterno.

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