Caprichoso

Amor

2582 palabras

El azabache ni la de pelo de colores se habian saludado ni siquiera con un insulto que era lo que mayormente pasaba , pero esta vez solo fue un intercambio de miradas, lo único que compartieron y fue más que suficiente para que el femboy saliera huyendo.

El de la armadura no sabía el porqué habían actuado de una manera tan fría uno con el otro, pero aún así no se quiso entrometer ya que cada uno tenías sus cosas y no podía estar velando por cada uno.

Spreen noto que el farfano tenía sus dudas así que escapó lo más pronto posible, no quería lidiar con otro problema y volver su día amargo, cuando su día tenía que ser mucho mejor.

- vamos Conter, tengo que hablar contigo de algo.-

Conter con algo nerviosismo asintió, se despido de farfa y siguió a spreen hacia su casa base. El camino fue silencioso e incómodo por parte de Conter, el de ojos zarcos por más que pensaba no hayaba el motivo de que spreen había cambiado su actitud y le había dicho que tenían que hablar de algo. Si Conter se pudiera comer sus uñas se las comería.

Spreen veía la escena un tanto divertido por el hecho de que Conter parecía ser una bola de nervios, no quería hablar para meter más suspenso y drama a la situación. Pero todo era porque él también se moría de nervios, era un cita sorpresa y no sabía cómo iba reaccionar el conejo.

Una vez llegaron se murió la tensión que se había acumulado anteriormente en su caminata hacia su casa.

-. ¿Estás enojado conmigo?.- Conter por fin soltó, este pensamiento le comía la cabeza con cada paso que daba para acercarse a su habitación de la casa.

-. ¿Qué? No.- el oso se rio después de ver la cara de niño regañado que tenía el conejo.

-. Te estaba molestando, no estoy enojado ni nada de eso, es lo contrario de hecho.- mientras más palabras decía más se ponía nervioso, quizás no estaba listo para decirle a Conter sobre su cita.

-.¿Ah? ¿Cómo?Ósea que estamos bien, y que no hice nada y no estás enojado conmigo.-
Ladeó la cabeza en una clara confusión del no haber entendido nada de nada.

El gesto del menor había acelerado el corazón del oso, no entendía cómo podía ser tan tierno siendo un tonto despistado que no entiende las cosas a la primera. Tenía ahora más ganas de decirle sobre la cita sorpresa, quería a ese despistado conejo todo lo que quedaba de su vida y para eso tenía que enamorarlo una y otra vez hasta que su vida acabe.

-. Mi cielo, no has hecho nada malo al decir verdad es todo lo contrario has hecho todo bien y por eso...- se calló al ver al conejo poniéndole toda la atención, no había nada más que lo pusiera más nervioso que eso así que hablo como pudo. Rápido.

-. Te quería dar un detalle y por eso te hice una cita sorpresa, cámbiate por algo más cómodo porque es un picnic.- hablo tan rápido que por un momento pensó que Conter no lo había escuchado. Lo iba a repetir más claro pero escucho la risa que si la escucharía por toda su vida sin ninguna molestia.

-. No es trabalenguas hijo de puta.- todo eso entre risa le dijo. Le había entendido todo pero quería molestarlo, no era tan frecuente ver a un spreen nervioso.

-. Dale boludo, sé que me entendiste no te hagas el piola.- de ninguna manera el oso lo iba a repetir, en una de esas le volvía a ganar los nervios y lo decía de nuevo rápido, así quedando como un estúpido hasta el día de su muerte.

-. Dame 5 para cambiarme.- no pudo molestarlo más así que obedeció pero no sin antes acercarse al oso y darle un beso en la mejilla como despedida.

-. Yaya ya se me amas boludo pero apúrate, te veo abajo de la base aérea.-