Draco era un solista del rock, comúnmente se lo llamaba "Guerrero del Dragón" por su apariencia medieval. Su melena tan sedosa y larga como la de un león junto a sus colmillos afilados.
Cuyo ser que nadie se imaginaria que fue flechado por la jefa d...
Aclaro que en este punto del fanfic la verdad no tengo mucho que hacer o como meterle más interesante.
No tengo muchas ganas de hacerlo pero a este punto ya no puedo dar marcha atrás.
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- Con esto su lesión estaría recuperada.- Dijo la doctora.
Mandy estaba completamente casi recuperada de las lesiones, ya podía caminar libremente pero con algunas limitaciones.
Se fueron del consultorio, dentro de ella sentía como el contrato entre ambos se culminaba. "Deja de ilusionarte, el te estaba cuidando y fuiste débil." se recordaba a ella misma.
-Creo que hasta aquí fue todo esto.- Artículo tristemente mientras caminaba débilmente.
Draco la vio de reojo, no se veía nada contenta con la noticia, era como si el brillo de sus ojos hubiera desaparecido. Se paró por un segundo antes de alzarla como princesa una vez más.
- ¿¡Que estás haciendo!? ¡Bájame ahora! Ya puedo caminar.-
- No me voy a cansar de decirte que no te voy a dejar ir nunca. Tu eres la mujer de mis sueños y no pienso soltarte.- Camino hacia la camioneta para ponerla en el asiento de copiloto.
El también se subió para arrancar al departamento. Mandy no entendía nada de lo que quería hacer Draco, se supone que el trato era quedarse con el hasta sanar ¿No?
Error, el planeaba mudarla por completo en su gran Penthouse, tener algo serio con ella, y si el destino quiere; Casarse y tener un hijo.
- Te vas a quedar conmigo en mi casa mi hermosa, preciosa, divina reina. Después de ese accidente no pienso hacerte correr riesgo.-
- ¿Y que hay de mi casa y mi trabajo?-
- Lo de tu casa ya veremos, sobre tu trabajo yo te mantendré, a menos que quieras seguir trabajando.-
- ¿Que? No puedo dejar la tienda al libre alverdrio.-
- Entonces tendré que llevarte y traerte.- Cuando pararon en un semáforo en rojo la miro.- Te vez tan tierna cada vez que te enojas.- halagó antes de volver avanzar.
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