Sombras de un amor inalcanzable

8 1 0
                                    

Cada vez que tu nombre era mencionado, cada vez que esos ojos brillaban, cada canción que parecía hecha solo para ti, cada poema que describía cada matiz de tu personalidad... Siempre quise saber qué se sentiría ser amada así, con esa intensidad, con ese tiempo detenido antes de un beso, aun cuando su mente estaba invadida por tu presencia.

Comprendí que yo era su última opción, no la mejor, pero sí la más fácil, la más viable, la más manejable. Aquella que no requería esfuerzo, la que no necesitaba detalles, la que se conformaba con unas cuantas palabras.

Mi mente divaga en el "hubiera", pensando que tal vez a ti no te hubiera tocado ni un cabello, jamás te hubiera lastimado. Seguramente habría querido protegerte siempre; tú, su dulce agonía, el amor tan fresco que llegó y tardó tanto en irse. Tú, que nunca tuviste que hacer el mínimo esfuerzo para mantenerlo en tu órbita. Tú, que jamás necesitaste complacerlo con caricias, ni con atención, ni mucho menos con palabras de perdón; solo tú, solo tú eras suficiente. Tú eras su centro, su razón de ser.

Quizás contigo nunca habría usado palabras hirientes; quizás habría puesto atención en cada palabra que saliera de tus labios. Se interesaría en los libros que lees, en escucharte contar lo que aprendiste o descubriste. Tal vez disfrutaría del podcast que te gusta o la música que escuchas. Te admiraría, te vería en toda tu esencia y con todo lo que representas, porque para él, siempre fuiste amor, dulzura y admiración.

Lo que nunca fui para élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora