Niña

23 4 3
                                    

Estaba alistándose para la escuela, se puso su uniforme que era una falda tableada, camisa, corbata y un suéter rojo con el emblema de la preparatoria a la que asistía.

Se enchinó levemente las pestañas y se puso un poco de gloss rosa en los labios, su cabello lo sujetó en una cola alta y bajó a desayunar.

Mientras caminaba por las calles de Tokio, decidió pasar a comprar un café justo como lo hacía todos los jueves sin falta.

—Bulma, buenos días ¿Lo de siempre?—

—Buenos días, Lazuli. Sí por favor—

Se fue con su café y llegó a la preparatoria, antes de entrar miró a su mejor amigo hablando con un hombre.

—Gokú—

—¿Ah? ¡Bulma!— el chico se giró a verla y le dio un abrazo.

—Buenos días— saludó y miró levemente al que estaba con Gokú.

—Mira, él es mi amigo, Vegeta. Vegeta, ella es mi amiga, Bulma—

Se miraron por unos leves segundos hasta que el de flamantes cabellos extendió su mano y le dio un leve beso en los nudillos de ella.

—Un placer, Bulma—

—Sí...también es para mí— sonrió con un leve sonrojo —¿De dónde se conocen?—

—Es mi compañero, maestro y eterno rival ¿Recuerdas que te dije que entrenaba boxeo? Vegeta ha sido mi instructor estos meses, vivimos muy cerca así que me dio un aventón— explicó Gokú con una sonrisa.

—Ya veo...—

—Aunque Kakarotto todavía no está a mi nivel, es bueno el muchacho— sonrió de lado el mayor.

—¿Muchacho? ¿Pues cuántos años tienes tú?— ella arqueó su ceja y él se pasó la mano por la cara.

—¿Cuántos me calculas?—

—No lo sé, unos veinte—

—Que linda. Pues no, tengo veinticinco— suspiró y Bulma abrió sus ojos.

—¿De verdad? Te ves mucho más joven de lo que eres—

—Eso me han dicho, Kakarotto pensaba lo mismo—

—¿Ah qué sí Bulma? Es muy traga años este señor, nada como nuestros lindos diecisiete— sonrió burlón hacia Vegeta y este sólo negó con la cabeza.

—Kakarotto, la práctica de hoy empezará temprano, pasaré a recogerte ¿De acuerdo?— le dijo y Gokú sólo asintió.

Bulma se despidió con un leve ademán y ambos entraron a la preparatoria.

●○●○●○●○●

Vegeta sin falta todos los días recogía a Gokú con intenciones de ver a la pequeña chica de azules cabellos, habían tenido esa rutina durante dos meses aproximadamente.

Salían de la escuela, hablaban levemente y después ambos varones se iban.

—¿Sabes? Podrías un día llevarla a su casa— soltó de la nada Gokú en el silencio.

—¿Qué dices, mocoso? No sé de qué hablas— Vegeta se sintió descubierto.

—¡Por favor, Vegeta! Se nota que se gustan demasiado— se burló Gokú.

—¿Ella te ha contado algo?—

—Pues podría decirse que está esperando eso, digo, todos los días pasas por mí para verla pero no la invitas a llevarla. Eres patético— se carcajeó el chico.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 21 hours ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ya no es niña Donde viven las historias. Descúbrelo ahora