Foto 4 × 4 | DinLuke!Au

Único.

Din mira la carpeta en sus manos, repasando mentalmente si le faltaba algún papel, un solo documento. A pesar de lo que Cara diga, él no estaba siendo paranoico - un poco sí - pero lo primero que le dijo Bo-Katan cuando recomendó la escuela es que era difícil entrar porque eran demasiado estrictos con la documentación, que el vicedirector en persona te recibe y examina el historial de tu niño. Y él no sería el responsable de que su hijo no tuviera acceso a una educación de primera categoría.

Incluso ya estaba en las oficinas de la escuela, recién abrieron las inscripciones, fue demasiado telo para conseguir un banco a tiempo.

Tenía dos horas de sueño encima, el estómago vacío, el auto mal estacionado y un dolor de cabeza punzante. Estaba listo para pelear contra Dios o convertirse en él.

──Buenos días, señor. ── Un hombre lo recibe, un poco más mayor que él por sus cejas canosas, de tez oscura, rostro cansado y suéter violeta, está sentado detrás de un escritorio cuando lo hacen pasar.

──Buen día. ── Espera a que le indiquen la silla para sentarse, para demostrar buena disposición.

El hombre del suéter violeta lo observa con una mirada seria pero no hostil. Sus ojos se fijan un momento en Din, evaluándolo, antes de soltar un suspiro y hacer un gesto con la mano hacia la silla frente al escritorio.

—Por favor, tome asiento —dice con una voz ronca y cansada, como alguien que ha revisado demasiados papeles y lidiado con demasiados padres ansiosos, probablemente él solo era uno más en su lista.

Din se sienta, apretando con fuerza la carpeta en sus manos, como si su vida dependiera de los documentos dentro de ella. Siente la tensión en sus hombros, la presión de hacer todo esto bien por Grogu, porque la idea de fallar es algo que no puede permitirse.

El hombre lo observa con calma, sus cejas grises moviéndose ligeramente mientras extiende una mano.

—Soy el vicedirector Mace Windu. ¿Usted es...?

—Din Djarin —responde, tratando de mantener su tono firme pero respetuoso. No sabe cómo se evalúa a un padre en estas situaciones, pero está decidido a pasar cualquier prueba.

El vicedirector asiente, sus dedos tamborileando sobre un expediente grueso al que todavía no ha echado mano.

—Bien, señor Djarin. ¿Es usted el tutor legal del niño, Grogu? ¿o... hay algún otro padre o tutor que debamos mencionar en la documentación?

—Soy su único tutor legal —responde un poco más tenso de lo que esperaba, era la clase de situaciones de las que Cobb se burlaría.

El vicedirector no parece haber notado la breve vacilación, o al menos no lo menciona. En cambio, se inclina hacia adelante y abre un cajón, sacando una hoja de papel que coloca frente a Din.

—Esto es una lista de las cosas que requerimos para procesar su solicitud. Necesitaremos evidencia de residencia, antecedentes médicos, y...

Din ya conoce la lista de memoria. Pero mientras Windu recita los requisitos, siente cómo su ansiedad aumenta, necesitará dormir todo el día después de esta entrevista.

—¿Entiende? —pregunta el vicedirector, y Din asiente, ajustando el agarre en la carpeta.

—Sí, señor. Lo tengo todo aquí.

Y ahora empieza la verdadera prueba: asegurarse de que cada papel esté en perfecto orden.

Din se inclina un poco hacia adelante, su pulgar trazando el borde de la carpeta antes de abrirla y empezar a sacar los documentos uno por uno. Se sentía expuesto en ese despacho tan sobrio, con el vicedirector Windu observando cada uno de sus movimientos. No podía permitirse un error. Los detalles importaban, como siempre decía su madre, y aunque no la tuviera al lado en ese momento, Din podía casi oír su voz calmándolo.