Cap[10]

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Nada le había costado tanto como evitar desmoronarse allí mismo, desde que llegó al paddock en la mañana se sentía que con cada paso que daba moriría, todo empeoró a la hora del himno, los encargados hicieron una pequeña Ceremonia en honor a Sergio, si no fuera por franco y yuki que de inmediato se pegaron a él sosteniendo uno cada brazo en señal de apoyo, max se habría arrodillado y llorado como un niño pequeño, le estaba costando mucho contenerce, ver la replica el casco de su pareja que uso la última vez en una caja de cristal le quemaba, era como si alguien tomara un cuchillo lo calentara al rojo vivo y se lo clavara  en el corazón y pudiera sentir todo el dolor. Y cuando creyó que el dolor no aumentaría, se lo dieron a él, max se aferro al casco como si su vida dependiera de ello, una vez que todo termino el camino al garaje siendo seguido por pato, yuki y franco, al llegar camino hasta donde estaba su casco y lo sacó de allí colocando con cuidado el de su pareja.

—Si quieres podrías no correr hoy, di que estas enfermo— hablo pato mientras los otros dos acentian en apoyo

—Max yo se que es correr después de una perdida y más cuando hay agua en la pista, podes solo quedarte aquí ver la carrera, o ir al hotel y dormir— trato de convencer Franco con preocupación, los tres habían visto a max de nuevo en la curva esta mañana al llegar, y sintieron una sensación de miedo, la pista no era muy segura, y podría llover en cualquier momento, el mayor no se veía emocionalmente preparado para ello

—Estoy bien— se güiro y les sonrió mirándolos, se había asegurado de dejar cartas para cada uno, conocía las pequeñas manías que tenían los menores, así que para ellos sería fácil encontrarlas, le dolía el hecho que después de la carrera el ya no estaría para ellos, su labio tembló y se acerco a los tres abrazándolos, los menores no dijeron nada, se miraron entre ellos mientras le correspondian, sabían que algo no estaba bien

—Max— susurro yuki en el abrazo, pero antes que pidiera decir algo el rubio los interrumpió

—Tengan cuidado allí afuera, no importa el resultado hoy, debén volver a sus garajes sanos y a salvo— murmuró bajo sintiendo como los menores se aferraban a él

—lo haremos— susurro pato, lo sabía, los tres lo sabían, max se estaba despidiendo de ellos, esta sería su última carrera

—Después de la carrera iremos a comer los tres y vamos a ver memes— dijo franco después de que se separaron tratando de animar el ambiente, noto los ojos bidrioso del mayor y la sonrisa triste que siempre les daba

—iremos— aseguró palmeandole la espalda, max se güiro para prepararse para la carrera, los menores tardaron en irce, algo les decía que no salieran de allí, que se llevarán a max lejos del monoplaza, pero no lo hicieron ya que comenzaron a llamarlos, el último en irce fue pato, le dio una última mirada a max, este estaba mirando el casco de checo, antes que pudiera decir o hacer algo, uno de sus mecánicos lo sacó de allí.

Correr con lluvia era algo fácil para el, aún si el auto se movía un poco a los lados, había practicado en lluvia en la niñez, sentir el frío en su cuerpo, tener los dedos congelados, deseando un lugar cálido que no tendría hasta que diera vueltas perfectas como su padre le exigía, recordaba odiar cuando llovía, porque eso significaba que hasta que no fuera perfecto el no se iría de la pista, aún si era de noche. Y allí estaba haciendo vueltas perfectas en primer lugar, tenía mucha ventaja ya que prácticamente hiba solo, estaba a pocas vueltas de terminar, durante toda la carrera había llorado mientras conducía, cada vez que se hacercaba a la curva su mente repetía ese día, ese maldito día en el que el bolante se trabo y checo no pudo hacer nada para salvarse, culpandose por que no pudo ser más rápido y sacarlo de allí, aún si estaba muerto, le habría dado un abrazo y un beso, pero no pudo, no pudo despedirce del amor de su vida como quería, no le habían permitido en el hospital ver el cadáver y cuando lo llevaron a México el ataúd estaba cellado, se culpaba por no escuchar al mayor, el amor de su vida se lo advirtió y el no lo escuchó, lo lleno de falsa seguridad y de promesas que ahora eran una mierda, le fallo como en 2022, le prometió que no lo lastimaria pero lo hizo, le prometió que todo estaría bien y nunca lo estubo, soltó un sollozo con fuerza mientras miraba al frente

—...Max esta es la última vuelta, ya tienes un tiempo más que perfecto, cuida las gomas...—

—....—

—...Max, ¿escuchaste? ....—

—...co..copiado...—

Christian que ya estaba demasiado nervioso porque Max no se quejo durante la carrera y no insulto a nadie apretó el papel en sus manos con la estrategia que tenían al escuchar la voz del menor quebrada

—...Max, hijo si necesitas parar ahora hazlo...—

—...no, estoy bien...—

—...Max...— El menor lo interrumpió

—...No, estoy bien, déjame en paz...—

—...Max, Max, no te atrevaz a hacer algo estúpido... —Hablo en mayor con enojo y preocupación, maldijo cuando el menor no le contesto

En otro momento ver la bandera a cuadros le generaba felicidad, ahora no le generaba nada, bajo la velocidad y recorrió la pista una última vez sin festejar, dejo que sus compañeros de equipo le pasarán mientras el hiba más lento, cuando se aseguró de que ninguno estaba en la pista aumento la velocidad, escucho a Christian hablarle en la radio, el no contesto, escucho a su padre pero tampoco le hizo caso, al llegar a la recta principal, aceleró lo más que pudo ignorando los gritos en la radio y cerró los ojos, lo último que vio antes de sentir el impacto fue a su amado pecas, al amor de su vida, al menos algo si cumpliría.

—Mijn liefje, no importa lo que pase, siempre estaremos juntos—

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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