Kou es uno de los cantantes populares de Japón, con una hermosa voz capaz de enamorar a cualquiera, pero tras un accidente pasa la noche con el CEO de una famosa empresa de entretenimiento, pero eso no acabará aquí pues aquel hombre tiene un secreto...
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Kou
Ambos regresamos a la habitación donde estaba mi madre, y ella solo se me quedó mirando con una sonrisa que iluminaba su rostro.
— ¿A dónde fueron, hijo? — A hablar con la enfermera. — Por cierto, quería pedirte un favor. — ¿Qué cosa, mamá? —pregunté, intrigado por su tono. — ¿Podrías cambiarte de agencia? En la que estás actualmente no me parece muy seguro... — ...puedo preguntarte por qué... —estaba confundido. ¿Por qué mi madre me pediría que me cambiara de agencia? No entendía nada. Lo único que pudo decirme fue que en otra compañía estaría más seguro. Fue algo muy extraño para mí, pero era mi madre; si ella quería que me cambiara por alguna razón, entonces lo haría.
Antes de que pudiera decir algo más, me reveló algo importante.
— En esa agencia... hay personas malas y no es bueno que estés ahí. Escuché que el mes pasado se suicidó un chico. — ...sí, lo sé... ¿eso es lo que te preocupa? — Supe que la pasaste mal... — Mamá... muchos dijeron que yo... fui culpable... pero tú sabes que no es así... — Perdón por interrumpir, pero mi agencia estaría encantada de tener a un intérprete de la música tan popular como tú —sonrió Kino mientras dirigía su mirada hacia mi madre. — Me encantaría que aceptaras, Kou. — Está bien, mamá... si quieres que me cambie a esa agencia, entonces lo haré —suspiré, levantándome de la cama—. Mamá, ¿estás segura de que estás bien? — Nunca me sentí tan bien —respondió con una sonrisa radiante.
Antes de irme, la abracé con fuerza y le prometí que mañana volvería a visitarla. Ella me sonrió y asintió con la cabeza, dándome su apoyo silencioso.
Ahora tenía que cambiarme de agencia. Lo había considerado antes, pero después de que Ji Chen y yo estuviéramos juntos, no quise hacerlo. Sin embargo, ahora era mi madre la que me lo pedía, así que acepté. Pensé en hablar con él hoy y comentarle que debíamos cambiar de agencia. Traté de encontrar la mejor manera de decírselo, aunque no sabía cómo abordar el tema.
— Mi agencia estará encantada de tener a alguien como tú. — Está bien... pero, ¿no sería... incómodo para los dos estar ahí? — ¿Incomodidad? — Tú y yo ya hemos... —murmuré mientras entrábamos al elevador. — ¿Te refieres a eso? Por supuesto que no. — Bueno... hoy iré a arreglar las cosas con mi agencia y te llamaré luego. — Está bien, ¿necesitas que te lleve? — Le hablaré a mi manager...
Kino
Me acerqué un poco a Kou y, en un momento de impulso, lo acorralé contra la pared del elevador; lo besé justo cuando las puertas se cerraban.
— Oye, ¿qué te pasa? —susurró Kou, sorprendido. — ¿Puedes callarte?... —susurré, sintiendo la adrenalina. — Pero no tenías que besarme... —dijo Kou, enojado, tratando de apartarme.
Sonreí y lo besé de nuevo. Una de las enfermeras se volvió a mirarnos, mientras que las otras nos observaban de reojo. Ninguna de ellas se atrevió a comentar, simplemente se quedaron en silencio.
El elevador se detuvo en el primer piso; ambos bajamos y caminamos hacia la salida trasera que daba hacia el estacionamiento. Una vez allí, comenzamos a conversar sobre la agencia.
— Por cierto... ¿cómo se llama tu agencia? — "Golden Palace" —sonrió mientras se acercaba a su auto. — ¿Es una broma, verdad? — No es una broma; aquí tienes mi tarjeta —me sonrió al entregármela. — Tú eres... —miré la tarjeta que decía su nombre y la empresa. — Así es, soy el CEO. — Todo el mundo decía que eras un anciano. — Me ofende mucho —dijo, levantando una ceja, mientras subía a su auto. — Entonces iré más tarde... — Solo estaré disponible entre las 9:00 y las 10 de la noche; justo ahora tengo asuntos que atender. — Está bien, entonces estaré ahí. — Bueno, si no llegas antes de esas horas, no te aceptaré. — Seré puntual —sonreí, haciendo una reverencia en broma.
Observé cómo aquel hombre arrancó su auto y se alejó del hospital. Me preocupaba el hecho de que Ji Chen no aceptara cambiarse de agencia conmigo. Por otra parte, estaba impactado al saber que la persona con la que había compartido un momento íntimo era el CEO de Golden Palace.
Llamé a Ji Chen para que viniera a recogerme, pensando en que sería más fácil hablar con él mientras me llevaba a la empresa. Tenía miedo de lo que podría suceder, pero traté de calmarme. Después de unos minutos, llegó en su auto.
— Vámonos, el jefe tiene algo que decirnos. — Sí, claro —sonreí al subirme al auto. — Ábrochate el cinturón... siempre se te olvida. — Sí... lo siento —abroché mi cinturón. Mientras él comenzaba a manejar, decidí que era el momento de hablar, pero antes de que pudiera, él interrumpió. — ¿Con quién estabas anoche? — ...yo estaba con alguien... — Kou... — ¿Qué esperabas que hiciera? Estaba pasado de copas... además, solo fue una broma; un amigo me ayudó... — No debí dejarte anoche... de todas formas, sé que no pasó nada, ¿verdad? — Sí... por cierto, quería comentarte algo... voy a cambiar de agencia y quiero que vengas conmigo. — ¿¡Estás loco!? —exclamó, exaltado. — ¿Cuál es el problema? — No puedes dejar la empresa; ha aportado mucho a tu carrera y sería muy repentino que lo hicieras. No estoy de acuerdo contigo. — Por favor... solo una vez te pido que estés de mi lado y me apoyes. — No me pidas que renuncie a esa agencia. — Por favor... — ¡Por supuesto que no! Esa agencia me ha dado mucho. — Sabes que no te voy a insistir; iré sin ti. Es una oportunidad para crecer aún más en esta industria... ni siquiera he hecho un buen debut... no me he presentado a las cámaras como se debe... — Con nuestra agencia también lo harás. — Sabes todo lo que he tenido que pasar dentro de esa agencia... ¿ni siquiera lo sabes, verdad? — ¿Saber qué?
¿Cómo era posible? Él había sido testigo de cómo, desde que entré a esa agencia, todos murmuraban sobre la enfermedad de mi madre, criticaban mi educación y crianza. Todos me trataban como una porquería, a pesar de ser un cantante. Los managers de otros me miraban con desprecio, al igual que los ídolos. Lo peor ocurrió después de que aquel chico se suicidara, según "por culpa mía".
— Ji Chen... si no me apoyas esta vez... no esperes que yo lo haga contigo. — ...
El silencio se volvió incómodo durante media hora. Al llegar, bajé del auto y me dirigí al edificio sin esperar a Ji Chen. Fui directamente hacia la oficina del jefe, cerré la puerta y comencé a hablar con él sobre el cambio a otra agencia.
Pensé que sería complicado, pero al final todo resultó más fácil de lo que había imaginado. Después de discutir mis deseos, salí de su oficina y me dirigí a la secretaria para que me entregara todo el papeleo.
— Kou, estamos teniendo problemas con el sistema; tus documentos estarán listos a las 8:30. — ¿Qué pasa con el sistema? —pregunté confundido. — Las computadoras están fallando desde hace varias horas. — Está bien, llámenme cuando tengan listo el papeleo. Y disculpa, ¿sabes qué hora es? — Son las 5:40 p.m. — Gracias —sonreí amablemente. — De nada, nosotros te marcaremos en cuanto esté todo listo. — Sí. . . . .
