Una semana había transcurrido desde el momento en el que la jinete de la guerra hizo descender su maldición ante el ejército angelical y demoniaco. Quienes llevaban las riendas del ejército como estrategas y movilizaban las tropas desde la vanguardia eran el ser de luz divina y destrucción oscura, mientras tanto, quienes luchaban en la vanguardia comandando las tropas eran sus respectivos hijos.
Del lado de los demonios de la destrucción, Yami Chi era quien dirigía las tropas aladas, la marina era comandada por otro de los demonios de destrucción llamado Kai Kohaku, recomendado por Bellinor que entraba en conflicto con una de las mejores virtudes del ser de Luz celestial llamado Jìnyú y finalmente el ejército terrestre
con las caballerías eran dirigidas por Rumi que siempre entraba en conflicto con Tian Wen, en las tropas médicas era comandada por Bellinor.El tiempo pasó, cada semana se sentía como una eternidad para los soldados de ambos bandos... Cada combate era un espectáculo, mares de sangre inundaban el campo de batalla, los cuerpos sin vida de ángeles y demonios tapizaban los suelos. En el futuro nadie podía divisar la esperanza de una tregua y cada soldado que caía era reemplazado por dos más.
Las hijas de los seres de luz celestial y destrucción oscura se mantenían al frente de batalla. Se podía ver una y otra vez a guerreros caídos volver de la muerte gracias al poder vital de la mano derecha del ser de destrucción oscura, por otro lado, la mano derecha del ser de Luz celestial podía reanimarlos solo por un periodo corto de tiempo para no rebasar el límite de tiempo de su reanimación.
En la noche, se encontraba la demonio en su trono planeando una nueva estrategia junto a sus hermanos y su padre para seguir con el ataque.
-Si seguimos a este ritmo, nos quedaremos sin suministro la próxima semana -exclamó Yami Chi con una de sus alas con poco plumaje-
-Y por si fuera poco, a mis tropas se les agota su magia para seguir curando a los caídos -comentó Bellinor que ya tenía ojeras marcadas bajo sus ojos-
Yami Chi miró a Bellinor con un poco de molestia.
-Si los curanderos ya no pueden con la carga dejaremos de poder pelear pronto... por favor Rumi tienes que hacer algo.
-¿Huh? Mira quién habla, ala rota -un poco molesto y cansado le respondió a Yami Chi-
-Exhala un poco pesado y los ve a ambos- Por favor, no empiecen a pelear aquí...
-Tienes razón, mejor vayamos a morir afuera en el campo de batalla, es más útil que seguir aquí intentando ganar esta guerra que nadie quiere pelear.
-Se calma un poco Bellinor- odio decir esto, pero el tiene razón, nadie deseo pelear está guerra...
Rumi desvía un poco la mirada y ve la copa de sangre frente a ella dejándola un poco pensativa.
-mgh...
Astaroth suspira leve y ve a los tres de forma recta.
-Se que nadie desea esta guerra, pero solo se puede seguir peleando hasta que se finalice está guerra, incluso lleve tiempo, esto tendrá su final.
-bufa- Claro que tendrá su final, cuando nos extingamos ambos lados... ¿y ustedes? Ambas cabezas del conflicto lanzan a sus soldados a morir en masa mientras ustedes descansan en la retaguardia. Es más fácil pelear hasta el final cuando tú no eres quien debe de morir por cosas que no te importan.
-Bellinor suspira internamente y le pega debajo de la mesa a Yami Chi, susurra- cállate.
Astaroth se molesta levemente y ve de forma recta a Yami Chi.
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𝕶𝖆𝖒𝖎 𝖓𝖔 𝕳𝖆𝖐𝖆𝖎 •☽︎ [𝓛𝓪𝓽𝓲𝓭𝓸𝓼 𝓹𝓻𝓸𝓱𝓲𝓫𝓲𝓭𝓸𝓼]
Historical FictionHay una regla prohibida entre las tres razas, una relación entre un ángel con un demonio o ángel con un humano, incluso demonio con un humano es considerado tabú hasta ser ejecutados por alguno de los tres seres que reinan cada raza. Entre la vida y...