Llamas y Sombras: El Fuego del Destino (ThemagmaboixCapitánGato)

Capítulo 1: El Encuentro

La ciudad vibraba con una calma tensa, como si un rayo pudiera romper el cielo claro en cualquier momento. El sol se desvanecía lentamente, dejando paso a las sombras que se alargaban por las calles. El equipo de los Guardianes se encontraba en su base secreta, un complejo subterráneo que latía al ritmo de los movimientos de sus miembros. En sus paredes, cada rincón estaba lleno de tecnología avanzada, planos de misiones y recuerdos de victorias pasadas.

Magma, con su cuerpo cubierto de sudor y su mirada fija en el suelo, se encontraba solo en la sala de entrenamiento. El aire caliente que lo rodeaba parecía bailar a su alrededor, como si las llamas del interior de su ser se reflejarán en la atmósfera. Sus movimientos eran precisos, casi mecánicos, mientras su fuego envolvía su cuerpo en una danza de luz y calor. Cada golpe, cada paso, parecía un intento de canalizar la tormenta interna que se desataba dentro de él.

Con los músculos tensos y el fuego aún chisporroteando a su alrededor, Magma lanzó un puño hacia el aire, su fuego ganando intensidad. Pero algo se rompió en su concentración, una vibración en su pecho que le indicó que no estaba solo. Sus ojos se alzaron, encontrando la figura que había interrumpido su rutina. Era Capitán Gato , observando desde la puerta.

"Estás demasiado concentrado, Magma. Necesitas descansar un poco," dijo Capitán Gato con su voz profunda, pero suave. Su tono parecía preocupado, pero había algo más en la forma en que sus ojos lo observaban, una mirada que Magma no podía entender del todo.

Magma, sudando pero aún de pie, no quiso mostrar debilidad. "Estoy bien. Solo necesito liberar algo de energía. Los entrenamientos me mantienen... tranquilo," respondió, intentando suavizar la situación con una sonrisa, pero la tensión en su rostro delataba su agotamiento. El fuego alrededor de su cuerpo se extinguió gradualmente mientras se forzaba a calmarse.

"Te he visto entrenar mucho, Magma. Sabes que el descanso también es parte del proceso. No tienes que cargar con todo esto solo," insistió Capitán Gato, acercándose con una serenidad que contradecía la furia que habitaba dentro de su compañero.

Magma bajó la mirada, sintiendo un nudo en su estómago al escuchar las palabras de su líder. "No quiero ser una carga para nadie", murmuró, sin atreverse a mirarlo a los ojos.

La puerta se abrió de golpe y entraron otros miembros del equipo: Pollo Frito, Nova, y Fallo. La entrada de los demás alivió un poco la tensión en la sala, pero no podía negar que algo seguía colgando en el aire entre él y Capitán Gato.

"¿Qué está pasando aquí? ¡Pensé que íbamos a hacer un entrenamiento en equipo!" exclamó Pollo Frito, con su usual entusiasmo y energía. A pesar de la tensión evidente, su presencia en el lugar intentaba relajar a todos con su aire despreocupado.

Nova, el más calmado de todos, observó la escena con una ceja levantada. "¿Es por eso que Magma está tan callado? No te veíamos así desde la última vez que te sobrepasaste con el fuego, amigo," bromeó, pero su tono no estaba libre de preocupación.

Fallo, como siempre, era el más optimista del grupo. "Vamos, chicos. Magma es fuerte. Lo sabemos todos," dijo mientras se acercaba para hacer una broma, pero los ojos de Capitán Gato se posaron en él, pidiéndole silencio.

"No es una cuestión de fuerza, Nova. Magma tiene sus propios demonios con los que lidiar, y no podemos seguir dejándolo solo con eso," intervino Capitán Gato, su mirada ahora fija en el joven fuego que no podía dejar de luchar contra sus propios sentimientos y miedos.

Magma se tensó, pero el estallido de la conversación fue interrumpido por una alarma repentina. La pantalla frente a ellos comenzó a parpadear con luces rojas y una señal de advertencia que indicaba una amenaza inminente en la ciudad. Los Guardianes se alinearon rápidamente, listos para escuchar cualquier indicación.

"La situación acaba de empeorar," dijo Capitán Gato, su tono ahora firme. "Tenemos que actuar rápidamente. Las sombras de la ciudad han comenzado a moverse. Pollo, Nova, Fallo, Magma, prepárense. Esta misión será diferente."

"¿Otra vez ese tipo?" Pollo Frito preguntó, el rostro lleno de determinación. Sabían que la sombra de su pasado comenzaba a resurgir con fuerza. La amenaza que acechaba a la ciudad no era algo nuevo, pero ahora parecía tener una fuerza más ominosa.

"Magma, ¿Cómo te sientes?" preguntó Cap, su tono cambiando a un susurro más personal, como si tratara de medir las palabras antes de hablar.

Magma no lo miró directamente, pero el peso de la pregunta lo alcanzó. En lugar de responder, asintió con firmeza, el fuego en sus manos comenzando a revivir. Él sabía que la situación era grave, pero no quería que Cap viera cuán vulnerable se sentía. "Estoy listo," dijo finalmente, en un tono que no admitía dudas.

"Bueno, ya que estamos todos listos," intervino Nova con una sonrisa que ocultaba el nerviosismo, "me temo que no hay vuelta atrás."

Fallo no sonrió. "Entonces, ¿Quién tiene el plan?"

Capitán Gato observó a su equipo, notando las tensiones entre ellos, pero también la unidad que compartían. "El plan es simple. Nos dividiremos. Magma, te quedarás conmigo para hacer frente a las sombras. Pollo, Nova, ustedes tomarán las zonas críticas. Fallo, te encargas de la seguridad. No quiero sorpresas."

Un silencio pesado se instaló por un momento, mientras los miembros del equipo procesaban la información y se preparaban para lo que estaba por venir.

Magma se acercó a Cap, con el fuego ardiendo a su alrededor, y asintió en silencio. Mientras lo hacía, podía sentir cómo la proximidad de su líder alteraba algo dentro de él, algo que no podía comprender del todo. El calor de su propio fuego y el fuego del líder se mezclaban en el aire, creando una atmósfera casi irrespirable. Pero a pesar de eso, no quería apartarse.

"Magma," murmuró Cap, alzando la vista hacia él. Sus ojos estaban llenos de determinación, pero también de algo más, algo que no era completamente evidente. "Confío en ti."

El susurro de las palabras fue suficiente para hacer que el corazón de Magma diera un salto. Se sentía vulnerable ante la mirada de Cap, pero también sentía que, por primera vez, no tenía que cargar con el peso de todo el mundo sobre sus hombros.

La misión estaba a punto de comenzar, y la tensión entre los dos había alcanzado su punto máximo.

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‎‧₊˚✧[Bueno, hasta nunca... o hasta que me dé la gana volver]✧˚₊‧

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