Capítulo 2: La Amenaza Silenciosa

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La ciudad nunca se detenía. Siempre había algo sucediendo, siempre una nueva sombra acechando, esperando su oportunidad para surgir. Pero esa noche, algo era diferente. No era solo el aire cargado de humedad ni el sonido lejano de sirenas; era la sensación de que algo mucho más oscuro y peligroso estaba acechando desde las profundidades. Algo como Clave, la presencia sombría que había comenzado a moverse entre las calles y a sembrar el caos desde las sombras.

En la base secreta de los Guardianes, la atmósfera era tensa. Todos sabían que la amenaza se acercaba. Las pantallas brillaban en rojo, mostrando imágenes de las calles de la ciudad, cada una con un toque sombrío, como si algo estuviera arrastrándose por la oscuridad. La misión estaba clara, pero aún no entendían qué tan cerca estaba el peligro.

Capitán Gato, con su presencia dominante, estaba al mando en la sala de estrategia. Su postura firme y mirada decidida eran el rostro de la calma en medio de la tormenta. Pero incluso él no podía disimular la creciente preocupación que se reflejaba en sus ojos. Clave estaba cerca, y con ella, el peligro de perder el control sobre la ciudad.

"Está pasando ahora," dijo Cap, su voz grave cortando el silencio. "No podemos permitir que se escape. Magma, tú y yo nos dirigiremos a las sombras. El resto del equipo, cubran las zonas críticas."

Magma asintió, su rostro reflejando la misma preocupación que su líder, pero con una intensidad más ardiente. El fuego dentro de él comenzaba a hervir de nuevo, una sensación extraña, casi como si estuviera respondiendo a la amenaza en el aire. Como siempre, el calor que emanaba de su cuerpo era palpable, envolviendo la habitación en una atmósfera sofocante.

"¿Estás seguro de que estás bien?" preguntó Cap, observando con atención a su compañero. Sabía que Magma solía ser impulsivo, pero esta vez, la tensión entre ellos era más fuerte que nunca. No era solo la misión lo que pesaba en el aire, sino algo mucho más personal.

"Estoy bien," respondió Magma, forzando una sonrisa que no convenció a nadie. "Solo... quiero acabar con esto. Clave no tiene idea de lo que está por enfrentarse."

Cap lo miró un momento más, sus ojos llenos de una mezcla de preocupación y algo que no estaba dispuesto a reconocer, algo más profundo que solo la camaradería entre compañeros de equipo. Pero antes de que pudiera decir algo más, la alarma de emergencia sonó nuevamente, interrumpiendo la tensión.

"Hora de actuar," dijo Cap, su tono ahora firme y decisivo. Sin esperar una respuesta, salió rápidamente hacia la salida, con Magma siguiéndolo de cerca. Los demás miembros del equipo estaban ya en sus posiciones, pero Magma no podía dejar de notar la energía entre él y Cap, una especie de conexión tácita que parecía crecer con cada paso que daban.

Las calles de la ciudad estaban bañadas por la luz tenue de las farolas. El aire frío de la noche se sentía más pesado, como si una presión invisible lo aplastara todo. Magma no podía ignorar el zumbido en su pecho. Algo estaba cerca, algo que no era humano, algo que hacía que el fuego dentro de él creciera y chisporroteaba con más intensidad. Era como si las sombras mismas lo estuvieran llamando.

Cap caminaba a su lado, sus pasos firmes, sus ojos escaneando cada rincón de la ciudad. Su liderazgo no necesitaba ser cuestionado; su presencia era suficiente para tranquilizar a todos los que lo rodeaban. Sin embargo, Magma podía sentir el sutil cambio en él. El Capitán Gato, siempre seguro y fuerte, ahora parecía estar más alerta, más preocupado de lo normal.

"Magma," dijo Cap en voz baja, "si esto se pone feo... quiero que sigas mi ejemplo, ¿entendido?"

Magma asintió, aunque una parte de él sabía que no seguiría las órdenes de nadie si la situación lo requería. El fuego dentro de él comenzaba a rugir, deseando liberarse, como si estuviera esperando el momento exacto para desatar su furia. Pero había algo más que lo frenaba. Algo que no podía dejar ir. Clave no era solo una amenaza para la ciudad, sino para algo mucho más personal.

De repente, una sombra se movió rápidamente entre los callejones. Fue un destello en la oscuridad, casi imperceptible para cualquier persona común, pero no para ellos. Cap dio un paso adelante, señalando hacia el callejón donde la sombra se había desvanecido.

"Vamos," ordenó Cap, avanzando con cautela. Magma lo siguió de cerca, su cuerpo ardiendo lentamente mientras se preparaba para lo que estaba por venir.

La calle estaba vacía, pero la sensación de presencia se intensificó. Algo los observaba. De pronto, una figura emergió de la penumbra, una figura que parecía hecha de las mismas sombras que rodeaban la ciudad. Su silueta era borrosa, distorsionada, como si la misma oscuridad lo estuviera moldeando a su alrededor.

"Clave," susurró Magma, su voz grave, tensa.

La figura sonrió, una sonrisa que parecía no tener fin. "Bienvenidos a mi reino, Guardianes," dijo una voz suave, casi seductora, pero llena de peligro. "He estado esperando este momento."

El aire alrededor de ellos se volvió pesado, como si las sombras estuvieran tomando vida propia, envolviéndolos lentamente. Magma sintió el calor en su interior aumentar, pero algo lo frenaba. La presencia de Clave no era solo una amenaza física, sino algo mucho más profundo. El miedo y la oscuridad parecían querer devorarle el alma.

Cap avanzó un paso, su mirada fija en Clave. "No dejaré que destruyas esta ciudad," dijo con determinación.

"¿Destruirla?" respondió Clave con una risa burlona. "No. Solo la estoy reclamando. Y tú, Cap... eres el primero en caer."

Antes de que pudieran reaccionar, una onda de energía oscura se disparó hacia ellos, envolviéndolos en un manto de sombras. Magma, con el fuego a punto de desbordarse, saltó hacia adelante, lanzando una llamarada poderosa hacía Clave.

Pero la figura sombría se deshizo en humo, esquivando con una facilidad inquietante.

"Esto no ha hecho más que comenzar," dijo Clave antes de desaparecer en la oscuridad, dejando atrás una ciudad aún más amenazada.

Magma miró a Cap, su rostro tenso. "Tenemos que detenerlo. No dejaré que esto termine así."

Cap asintió, pero sus ojos reflejaban una preocupación que no podía ocultar. La batalla había comenzado, y algo mucho más oscuro se cernía sobre ellos. Magma sentía el fuego en su interior, pero no sabía si sería suficiente para enfrentarse a lo que estaba por venir.

La conexión entre él y Cap crecía, pero ¿sería eso suficiente para vencer las sombras de Clave? Solo el tiempo lo diría.

El equipo estaba en marcha, pero ahora sabían que la oscuridad no sólo amenazaba la ciudad, sino que también desvelaba algo mucho más profundo. Una batalla de voluntad, fuego y sombras se desataría. Y lo peor de todo... estaba por llegar.





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Llamas y Sombras: El Fuego del Destino (ThemagmaboixCapitánGato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora