-Sukuna y itadori x Lectora-
-No se sabe si habrá Nsfw, pero si llega a haber, habrá un aviso al comienzo del capitulo-
...
-Prometo intentar actualizar mínimo cada mes-
...
Sentías las manos de yuji posarse en tu espalda, no podías evitar sentir como eran bastante suaves. Te sorprendió ver que sus manos se metieron en tu camisa, pensaste:
«¿Un chico como itadori sería capaz de tocarme? Nah, no creo, seguro solo esta dormido y no se da cuenta de lo que está haciendo»
Sentiste escalofríos al notar como sus uñas te arañaban un poco.
«¿Uhh? ¿Sus uñas siempre fueron así de largas?»
Dudaste, sentías que esa aura no era de un chico tierno como el pelirosa, lentamente abriste un ojo, solo querías dar un vistazo para ver si estaba dormido o despierto.
Querías que la tierra te tragase cuando viste que tenía los ojos entre abiertos, te había visto, tu tampoco estabas dormida. Lo peor era que habían cruzado mirada.
«Sus ojos...¿Sus ojos siempre fueron ese tono de rojo?»
En esos momentos estabas dudando fuertemente de quien estaba acostado a tu lado, sería imposible que fuera otra persona, ¿O tal vez no? No pudiste ver nada más además de sus ojos, que resaltaban un poco en la oscuridad de esa habitación. Bueno, ya los dos sabían que el otro estaba despierto, así que decidiste decir algo. ¿Quien es el?
-"Yuji...Yuji...¿Estás despierto?"
Dijiste sabiendo la respuesta, solo querías escuchar su respuesta aunque fuera obvia.
-"..."
No respondió.
-"¿Yuji?"
Preguntaste nuevamente, no compre días por qué no decía nada, nisiquiera un murmullo o un susurro.
-"¿Que carajos quieres?"
Rápidamente tu cara algo relajada se transformó en una sorprendida.
«¿¡Itadori siendo mal hablado, y con una chica!?» Pensaste.
Al escuchar esas palabras fuertes, notaste una voz mas grave de lo normal, era demasiado raro para ti, pero aún los engranajes de tu cabeza no podían encajar.
-"S-Solo quería saber si estabas despierto"
Respondiste algo miedosa.
-"Bien, ahora cállate, linda"
Sentiste como sus manos bajaban más de tu espalda, llegando casi a tu trasero. Te quedó claro que ese no era aquel pelirosa algo tímido.
-"Ngh, ahora, esto es parte de la propiedad de sukuna"
Dijo dandole una palmada a una de tus nalgas, quedaste pálida ante esa acción. No solo por sus toques en tu cuerpo atrevidos, si no por qué acababa de admitir que era sukuna. No sabías que hacer.
-"¿S...Sukuna?"
-"Si, ese mismo, cariño"
Te respondió despreocupado de la vida, como si solo le importaba sentir en sus manos tu carne.
-"¿Q-Que paso con itadori?"
-"Ahora mismo, tengo el control del mocoso, así que no te molestes en llamarlo más. Ahora estoy yo, ahora deberías llamarme a mi, tu único amo"
«¿Amo?» Pensaste.
No, no, no, te sentías abrumada por el sentimiento de saber que tenías cerca de ti a la maldición más poderosa.
-"Si"
Dijiste de forma bastante sumisa, sabías que no podías negarte ni ponerte a sus decisiones. Un solo toque y tranquilamente podría matarse, además de que tenía fama de ser bastante terco. No le gustaba que no se hiciera lo que el quisiera, como un niño pequeño caprichoso.
"Eso quería escuchar, nena"
Murmuro en tu oido mientras nuevamente clavaba sus uñas en tu espalda baja, daba unos toques bastante avanzados a ti. Noto que estabas sudando notablemente, era por el nerviosismo.
-"Cálmate, no me gusta que estes mojada, o por lo menos de esa manera"
Dijo con una voz bastante dura y fria. Poco a poco sus manos rozaron tu intimidad, aunque rápidamente se alejaron de ahí, al parecer no es lo que busca.
-"Más te vale no evitarme"
Antes de que puedas responder, te silencio con un beso bastante fuerte, sentías como su lengua predominaba tu boca, era bastante rudo, mordiendo tu labio inferior de paso, gracias a eso, sentiste levemente sangre bajar por debajo de tus labios, nada escandaloso, solo unas pequeñas gotas de sangre. Aunque, eso excito aún más a sukuna, era obvio, una maldición, sangre, hacían juego.
En un momento, separo sus labios de los tuyos para decir algo:
-. "Todo de ti sabe exquisito, desde la era herian no veía una chica tan apetitosa como tu lo eres, linda"
Te sorprendiste, ¿El rey de las maldiciones diciendo que era linda? Este hombre posiblemente había visto miles de mujeres.
«¿Por qué me quiere a mi? ¿Tantas mujeres y se conforma conmigo?» Pensaste.
-"G...Gracias, señor"
Respondiste de forma obediente.
-"Mmh, no me digas 'Señor' me haces sentir viejo, y yo estoy joven. Mil años no son nada, ¿Sabes?"
Añadió una risita al final, cuando terminó de hablar.
-"E-Entiendo"
Sukuna comenzó a notar como estabas nerviosa con su mera presencia, le causo algo de ternura, aunque también aumento mucho su ego. Paso su mano por tu mejilla, sintiendo la suavidad de está antes de volver a conectar los labios con los tuyos. Estabas embriagada de la sensación de que sus bocas choquen y sentir su lengua, simplemente era demasiado bueno. Aunque, según lo que sabías, nunca había estado con una mujer en su vida.
«¿Cómo demonios besa de forma tan deliciosa?» Dijiste por dentro.
Cuando noto que necesitabas aire, dejo de besarte, comenzaste a respirar de forma agitada. Agradecias eternamente que te hubiera dejado respirar, aunque aún habia un leve hilo de saliva casi imposible de ver conectaba sus labios.
-"Ahh...¿Te gustó?"
Se veía despreocupado, al parecer iría por más.
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