𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐞𝐬: marc bernal

seven: pieces

Marc's pov:

Habían pasado meses desde que hablé por última vez con ella. Necesitaba escuchar su voz, ver su sonrisa, disculparme por todo. Tenía que darle una explicación, pero no estaba dispuesto a hacerlo por mensaje ni llamada.

A pesar de que los meses siguientes me divertí mucho, nunca sentí tanto la ausencia de alguien.

Estaba después del clásico en el vestuario sentado en el banquillo con héctor y lamine a mis lados.

-- Viste las noticias? -- preguntó en ese momento gavi mirándome. Mis amigos lo observaron con reproche y yo suspiré sin querer suponer lo que pensaba -- perdón bro --dijo guardando el móvil pero me levanté.

-- Muéstrame -- rebatí simplemente. Me tendió su móvil sin protestar y leí el post que mostraba. Sentía una extraña alegría, pero tuve que secarme rápido un ojo.

@grammysinformationworld hace 11 min

" La joven cantante Bella H. más conocida como Beilla's se enteraba esta tarde en directo de su nominación a los awards de los Latin. Desde aquí le damos la enhorabuena y mucha suerte 🫶🏼 "

a @gavi, @hctforrt_ y 300.926 personas más les ha gustado esta publicación.

Me sentía demasiado orgulloso de ella. Era más guapa que nunca y había escuchado varias de sus canciones, preciosas. En ese momento decidí q necesitaba recuperarla, definitivamente.

— Sigues ahí? — no me había dado cuenta de que Pedro también se había acercado y estaba agitando ligeramente mi hombro para que reaccionara.

— Siempre bro — no se como esboze una sonrisa tan falsa al responder. O a lo mejor no lo era — me ayudaríais si os pidiera una cosa?

— Depende — Lamine se unió a la conversaciones con los ojos entrecerrados. Me senté al lado de Lewandoski y puse mi mejor cara.

— Todavía tienes ese coche? —

Bella's pov:

Había estado un buen rato llorando días anteriores a haberme enterado de que había logrado mi sueño. Estar simplemente nominada me había hecho al chica más feliz de mundo.

Y mi alegría personal y social también había aumentado después de ignorar todo lo vivido anteriormente.

Estaba con mis amigas en mi ático de Benidorm, haciendo la verdad nada.

— Eres gilipollas — estaba diciéndole Coral a Mariah en un intento de acomodar como estaban su ahora pelo rizado. Mariah le lanzó un fajo de billetes y se hecho a reír.

— La experiencia hace al maestro — respondió esta por lo que no pude evitar reírme.

Había conseguido mi vida deseada recien entrada a la mayoría de edad. Tenía dinero, fama, amigos de oro y mucha paz.

Entonces, ¿porque seguía sintiendo que faltaba una pieza en el puzzle con la que poder pasar al siguiente?

No tuve mucho tiempo de bloquear ese pensamiento ya que llamaron a la puerta.

— Ya voy yo — el cuerpo me decía que fuera a abrir. Una sensación familiar me embargó cuando escuché la manera de hacerlo.

Me levanté de la cama de nuestra gran habitación y esperé unos segundos delante de la puerta de entrada antes de abrirla. Trate de calmar el suspense y abrí la puerta.

Me quedé paralizada cuando vi esa vulnerable sonrisa.

O más bien cuando vi a Marc Bernal.