De amigos se empieza //Sabigiyuu//

🎭 Capitulo 9 🌊

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Una vez que el ojos lilas llegó con sus dos ahora. . . ¿Hermanos?. . Sabía que a Makomo la podía llamar hermana sin ningún conflicto, pero Giyuu era otra cosa totalmente diferente. No sabía cómo referirse a el, se sentía confundido y un poco abrumado por así decirlo.

— Bueno lo primero será que tienes que sentir el agua como uno mismo — hablaba la chica de ojos azules mientras que jalaba al Omega mayor para conducirlo a dónde era una cascada —Oh Sabito-san que bueno que llegaste, me ayudarás con el siguiente ejercicio que hará Giyuu-san — decía con una pequeña sonrisa sutil

— No vallas a pensar tirarlo de la cascada — dijo mientras que por fin se puso a la par de sus pasos alarmando al azabache

— ¡¿Que?! ¡¿Me van a tirar de una cascada?! —  dijo aterrado el chico de aroma a moras silvestres y a flores de Sakura

— No para nada, no haremos eso Giyuu-san — decía la chica con una sonrisa tranquila mientras buscaba bajar los niveles de alerta del otro

Una vez escucho que no sería arrojado a una cascada se tranquilizó un poco, pero aún no podía evitar sentirse un poco nervioso y a la vez estresado. Cuestión que sintió al instante Sabito por el aroma que el otro soltaba, identificando que ese sentimiento de miedo y terror seguía presente en el. El de cicatriz al notar esto fue y le tomo su otro mano libre.

Al notar la calidez en su mano se soltó de la mano de Makomo ya que ciertamente sentía miedo de dónde la llevaría la contraria.

— ¿Umh? — fue lo que salió de los labios de la contraria para darse la media vuelta y mirar la escena tan tierna que tenía ante ella

Básicamente la escena era la siguiente: podíamos ver cómo ambos estaban tomados de las manos, pero a un Giyuu asustado abrazando a Sabito con su mano desocupada y pegando su mejilla al pecho del contrario ya sollozando y con una expresión con un puchero enminente

Sabito no sabía cómo reaccionar primeramente, si fuera cualquier otro niño sin importar su casta, si fuera un alfa, un Omega o un Beta lo empujaría para tirarlo al suelo y mandarlo a la mearda por su un llorón tan patético.

Pero no estábamos hablando de que fuera cualquier niño que estaba sollozando en sus brazos, era ahora su mejor amigo el que estaba buscando consuelo por haberse sentido aterrado de lo que pudiera hacer Makomo.

Sabito buscaba las palabras de como decirle que no tuviera miedo, aunque si era cierto de que lo empujarían eventualmente de los simientos rocosos para que callera de la cascada con una altura considerable

— Giyuu tranquilo, ni Makomo, ni yo planeamos hacer eso – decía el cabello de melocotón mientras depositaba caricias en la cabecita – Y si ella lo llegara a hacer, te ayudaría a salir del agua y la arrastraría a ella hasta llevarla al punto mas alto de la cascada y le ataria los ojos para empujarla – menciono con un tono amenazante mirándola fijamente