capítulo 1

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-Ahh... Si.... Elle... Dame más... Más duro justo ahí...-Como lo pensaran, Light Yagami, o actualmente Alexander, estaban siendo embestido por tercera vez ya. La tercera ronda en el día, eran unos de los momentos que ya mas disfrutaban.

-Como quieras mi amor.-Elle Lawliet, o actualmente Sebastian, era el creador de esas embestidas de primera. Se había vuelto un experto gracias a su pareja.

Sebastian a pesar de estar cansado y sudado, su vicio era estar en el interior de su amante, así que las embestidas se hacían más duras con cada golpe, y cada sonido tan erotico que salía de sus bocas y cuerpo. Alexander estaba ya casi muerto, el cansancio le ganaba, pero el amaba a su amante así que seguía, a parte que esas embestidas le encantaban.
Un poco más duro y Alexander llegó a su límite, se corrió en las sabanas dejando escapar un gemido agudo.
Sebastian no se queda atrás, se corrió un poco después, dentro del sudoroso cuerpo de Alexander.

Calleron como plomo encima de la cama, se encontraban en un hotel 5 estrellas, el mejor de Barcelona, tenían que descubrir un caso en 3 días, y les quedaba 1, ya que esos dos días restantes habían salido como una pareja de amantes normal, salir a cenar, o a veces no salir pero tener sexo todo el día.

-Sabes...cada día... Siento que... Me... ¡Me vas a romper el culo!.-Grito enojado Alexander. Cada vez que tenían sexo, Sebastian lo hacia más y más duro, ¿Y quien era el que sufría? Obviamente el muerde almohadas.

-¿Pero por que me dices eso a mi, mi amor? Si eres tu el que pide más y más, y yo como cualquier buen hombre, doy más.-Respondio relajado este, el reía en su interior por eso, ya que tenía razón en lo que decía. Le daba risa que a pesar de que Alexander se quejara porque lo hacia muy duro, cada vez que lo hacian el pedía más duro cada vez.-Entonces mi amor, la próxima vez lo haré muy lento. ¿Esta bien?

-Tsk... Olvida lo que dije.

Al final, como cualquier pareja de almas gemelas, terminaron en un beso. Se bañaron, y salieron a trabajar, porque a pesar de ser los mejores investigadores, ganan dinero trabajando, no sólo presentándose en conferencias.

Fueron a la escena del crimen, mientras Sebastian manejaba el Audi, Alexander se encargaba de revisar las pistas que le mandaban de el centro de investigación.
Al llegar después de 30 minutos, observaron las huellas y cosas así, pero algo les ayudó a deducir quien era el culpable, un pelo rubio, y un pedazo pequeño, roto por cierto, de un chaleco de lana amarilla, con un rastro casi diminuto de sangre.

" (...) El caso consiste en el asesinato de Julian Díaz. Con cortes horizontales y verticales por arma blanca, de la cual no se encontró huella alguna, en la parte del abdomen.
Comenzó con una asfixia, que fue provocada por una almohada que esta ya en nuestras manos. Hasta la muerte por los cortes ya mencionados.
Se esperan respuestas del caso a los mejores investigadores del mundo. Con respeto, el depto. De policías de España".

-Que fastidio, llamaremos a la estación, y diremos que fue la novia, ella era rubia ¿cierto?.-Dijo Alexander.

-Si, que idiota ella. Comenzando con que se presentó con el mismo chaleco amarillo cuando testificó.-Respondió Sebastian.

Después de eso, tomaron sus cosas, junto a las pruebas en bolsas y se fueron de ahí.
Mientras Sebastian conducía de nuevo, en al asiento copiloto estaba Alexander, con su teléfono celular, llamando a la estación, para que fueran aviso y llevaran allá a la novia del muerto.
Después de eso, dejó el teléfono a un lado y se relajó, comenzando con sus hombros. Hasta sus piernas, cerro los ojos,y se apoyo unos segundos en el hombro de Sebastian, del cual se separó un poco después.

-Era más entretenido cuando lo hacíamos desde afuera, ¿recuerdas eso?.-Preguntó con una voz contenta Alexander.

-Si... Nos ahorrábamos el manejo y esas cosas... Ahh... ¡O...oye! ¿Que... Haces amor...?.- Alexander o Light, había bajado la cremallera del pantalón de Sebastian o Elle, para después bajar sus calzoncillos... Y tomar con sus manos el miembro del ya mencionado.
Lo puso en su boca y comenzó a saborearlo y lamerlo con suma ternura.
Se acostó de estómago en el asiento copiloto mientras lo hacia, Sebastian hacia el esfuerzo de no dejarse llevar y terminar chocando el auto.

Alexander seguía lamiendo de arriba a abajo el miembro ya duro de su amante. Algunas veces lo mordía levemente, dejando escapar gemidos a su amante. El cual disfrutaba bastante esto.

Un poco más y se corrió en su boca, saboreó un poco el líquido transparente que se encontraba en su boca, subió la cremallera dejando todo tal como estaba y se volvió a sentar como si nada.

-¿Te gusto?.-Se atrevió a preguntar. Pero sintió un golpe en el auto, Sebastian había parado el auto de una vez dejándolo al rincón de una calle, la cual no había nada, ni casas ni nada. Sólo el auto y Árboles de camino. Tiro hacia atrás a Alexander. Y se subió encima de el.

-Ahora mi amor, es mi turno de hacerte sentir bien.

Volvieron a hacer el amor en el auto.

Despues de eso, llegaron a la estación. Y entregaron las pruebas, con sus conclusiones. Había llegado la joven, así que se dirigieron a la sala.

-Bien señorita, ahora que sabemos que usted fue la culpable, ¿que tiene que decir acerca de eso?.-Pregunto sin más Sebastian.

Desde atrás se escuchaban voces de los demas preguntándose "¿Tan rápido sacaron conclusiones? Pobre chica".

-Pero ustedes no tienen prueba de ello, a parte ¿como podría matar a mo propia pareja?.-Dijo esta llorando.

-Mire señorita, en estas instancias existe de todo en el mundo, no tiene el derecho a decir que es imposible que una mujer haya matado a su pareja, porque no es así. Alguien puede hacer lo que quiere, no lo que no debe. Es diferente y fácil de entender.
Si en el mundo quieres hacer lo que quieres debes hacer lo que debes, hací de fácil.-Respondió Alexander cansado.-A parte si hay pruebas, su cabello, y parte de su chaleco amarillo con sangre al lado de donde se encontraba antes el cuerpo. Llevensela.

Llegaron los policías, y la llevaron a la celda, en tres días más iría hacia donde los jueces. Ellos dos se hiban mientras la chica les gritaba barbaridades.

Antes de irse, los llamó el capitán. Así que se devolvieron a donde se encontraba el.

-Buen trabajo chicos. Debo darles una noticia a los dos, mañana se les asignaran nuevos compañeros a los dos, obviamente seguirán ustedes dos juntos pero ahora serán cuatro ¿esta bien?.

Eso los dejó a los dos helados. ¿Quien serían? Ellos no se separan... se estaban asustando, a parte que sería una molestia tener más gente que cuidar..

-¿Y... Se puede... Saber ahora quienes... Son?.- Tartamudearon los dos al mismo tiempo.

-No les dire sus nombres, pero sus apellidos son Yagami, y Lawliet.

Death Note 2 (Versión Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora