Capítulo 4: Sentimientos.
Otra mañana comenzaba en la hermosa metrópoli japonesa de Tokio. El sol chocaba con las ventanas hasta impactar en el hermoso rostro de Draculaura la cual se despertó de su cálido sueño. Draculaura no pudo evitar sonreír con solo pensar que hoy seria otro hermoso día a lado Celestino. Solo pensar en el sentía cosquillas en el estómago y su corazón se aceleraba y un tierno rubor aparecía en sus mejillas. Pero cuando recordaba cuando lo vi sin camisa en su viaje a la playa de Mérida, un brutal sonrojo aparecía en su cara.
--¿Cómo puede ser que siempre esté pensando en él? —se preguntaba mientras se estiraba lentamente en la cama, aún envuelta en las sabanas. La imagen de Celestino, tan seguro de sí mismo y tan imponente, ocupaba sus pensamientos una y otra vez. Pero lo que realmente la tenía atrapada era una memoria reciente. Aquella vez en la playa de Progreso... cuando lo vio con su short de baño, sin camiseta. El sol bronceando su piel perfecta, el contraste entre su físico musculoso y su postura relajada... algo en ella había reaccionado de manera diferente.
—Se veía tan hermoso. Tan apuesto.... Tan.... — Draculaura se mordió el labio. — Tan... Sexy.... — Al decir eso, rápidamente nego con la cabeza. — ¡No! ¡No! ¡No debo pensar en esas cosas! — Se palmeo la cara para evitar ese tipo de pensamientos. — Mejor voy a lavarme la cara y preguntarle que haremos hoy. — Con eso dicho, se quitó la sabana que tenía encima, apago el clima y se levantó para ir al baño y darse una ducha para despertar.
[...]
Celestino por su parte se levantó temprano como de costumbre. Hizo un poco de ejercicio y luego tomo una ducha para desayunar despues. Preparo algo vegetariano para Draculaura. Este mes conociéndola ya sabia que a ella no le gustaba la carne y prefería comer frutas y verduras. El respetaba eso, así como ella respeta que él sigue una dieta que involucra la carne. Celestino desde que llego Draculaura a su vida, todas sus mañanas se sentía diferentes. Mas positivas y alegres. Eso se debía a que sabia que, al despertar, habría alguien que lo recibirá con unos buenos días bastante alegres.
El nunca imagino, volver a sentir tanta felicidad en su monótona y rutinaria vida. Algo cambio en el desde la llegada de esa hermosa vampira que hacía que su corazón latiera fuerte con solo pensar en ella. Incluso ese sentimiento nuevo y cálido volvió a despertar en él. Ella había despertado en él una parte de sí mismo que pensaba que ya había muerto: su deseo de conectar, de compartir momentos, y su necesidad de estar cerca de alguien sin temer ser juzgado.
— Desde que llegó, mi vida ha cambiado por completo. Ella tiene una calidez que no había sentido en siglos. Cada momento a su lado es como si redescubriera el mundo. Nunca pensé que una simple compañía pudiera hacerme sentir tan... completo. —Celestino pensó mientras llegaba a un estudio donde se encontraba una gran colección de instrumentos musicales, mas que nada guitarras y bajos, aunque también había otras cosas e incluso había una camina de grabación y un mini escenario.
—Y ni siquiera puedo imaginarme la idea de que ella se aleje. No quiero que se vaya, no quiero perder lo que tenemos. No sé qué significa este sentimiento, pero sé que no quiero que termine. — Se permitió un suspiro, dejando que esos pensamientos fluyeran. Con Draculaura, había encontrado algo que ni siquiera los años de soledad y riqueza le habían dado: un propósito, una razón para estar vivo en un mundo que de otro modo se le había vuelto vacío.
—¿Será esto lo que llaman enamorarse? Si es así, nunca querré que termine. No quiero separarme de ella. — Con ese pensamiento final, dio un sorbo a su café para luego dejar la taza asentada en una mesa donde había una cafetera y demás golosinas para acompañar el café.
Celestino tomo una de sus guitarras favoritas, una BC Rich Warlock de color negra y comenzó a afinarla. Sentía muchas ganas de tocar, por alguna razón se sentía motivado para tocarla y dejar que la Música revele sus verdaderos sentimientos y emociones que ahora mismo sentía. Quería desahogarse un poco, dejar todo fluyera y saliera. Quería cantar y que sus sentimientos hablaran por él.
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Un Amor Inmortal.
RandomCelestino Burgos Moretti, un vampiro hijo de Salvatore Moretti y Vanessa Burgos. Celestino, desde la muerte de sus padres lleva una vida solitaria y aislacionista. Viviendo en la monotonía y rutina de siempre, sin ningún propósito alguno y siempre h...