Oscura tierra (parte 1)

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Capítulo 014

– El arroz es el nivel uno para aprender a cocinar lo que sea – Byul rió tan fuerte que era posible que hasta sus vecinos la escucharán.

Esa mañana en particular Byul, Jongho y Sooyoung, su madre, se encontraban en la cocina de la casa. Sobre la una mesa cercana tenían varios vegetales, carne de cerdo, algo de pollo y, claro, arroz.

Como su madre se lo había prometido la noche anterior, le enseñaría a cocinar para que no fuera un estorbo en la vida; y mucho más importante, Jongho dejará de quemar sus ollas.

– Jongho, al igual que tu hermana, te enseñaré a hacer arroz, cuando lo tengas dominado los demás platos serán tan fáciles de preparar – Sooyoung le sonrió a sus dos hijos – Ahora, no creo que tu padre llegue a comer, así que no haremos tanta comida. Primero necesito que vayan por agua al pozo, necesito que traigan cinco litros, pueden llevar la olla grande, solo tengan cuidado. Mientras, yo iré cortando la carne.

Ambos le hicieron caso a su madre y salieron de la cocina con dirección al pequeño huerto que habían construido los tres hace ya tantos años. Habían algunas cuantas plantas de papas, jitomate, calabaza y zanahoria, aunque el huerto no era muy grande era lo suficiente para alimentar a su familia. Con el paso de los años, los tres aprendieron a cuidar a sus amadas plantas, hasta que hubo un punto en el que se convirtieron en las "pequeñas" de Sooyoung; Siwon tenía prohibido pisar el huerto.

Era una mañana agradable, el sol estaba hasta arriba brillando en el cielo más azul que el mar, mientras que la brisa de la mañana refrescaba todo el lugar; las ramas de los árboles danzaban junto al paso del viento y a lo lejos se escuchaban a los pájaros trinar tan suave.

– Veo que no dormiste mucho ayer, Jongho. Tengo la impresión de que ya acabaste tu nuevo libro – Byul le dio un pequeño golpe en el hombro a Jongho, aunque claro, por el estado actual de su hermano procuró no golpearlo tan fuerte. Ahora, que Byul veía las heridas de Jongho con la luz del día era más que claro que Siwon, su padre, no había tenido piedad con él.

– No terminé el libro, tus ronquidos eran tan fuertes que no me dejaban concentrarme, Byul – Jongho rió – Pero enserio, solo pude leer tres poemas y, realmente, me gustaron mucho, es increíble la profundidad de varias de las palabras escritas en el papel, no lo sé.

– Tres poemas bastaron para cautivarte, si así son las primeras hojas de ese libro, no me imagino el resto.

– Perdón, es que son más que palabras, son...verdades ocultas – Jongho volteó a ver a su hermana, la cual tenía una cara de confusión – Se que no me doy a entender, es difícil de explicar.

– ¿Qué te parece si esta noche en la cena lees uno de los poemas a mamá y a mi? Yo puedo enseñarle mi destreza con la espada. Será como los espectáculos que hacíamos de niños para mamá en su cumpleaños, una demostración de talento.

– No suena mal, como en los viejos tiempos – Jongho rió un poco y luego sonrió.

Cuando llegaron al pozo de agua, entre los dos llenaron la olla y, nuevamente, Byul la cargó de regreso, aunque Jongho insistía en ayudarla, ella simplemente se negaba, mientras insistía que le contara más sobre su nuevo libro.

Byul vio crecer a su hermano, estuvo para él cuando pasaba por malos momentos y estuvo para él en los buenos. Cuando su padre se obsesionó con el ingenio de Jongho, Byul no tuvo otra opción que consolar a su hermano casi todos los días, todo debido a las crueles palabras de Siwon. Incluso, sabía que Jongho se sentía invisible con sus compañeros del campamento militar, era por eso que siempre intentaba consentirlo y hacerlo sentir escuchado.

To be or not to beDonde viven las historias. Descúbrelo ahora