Después de una mañana de caos, Mateo y Mariana decidieron que era hora de una tregua. La pizza, esa maravilla culinaria que puede resolver cualquier conflicto, fue la solución.
"Sofía, ¿quieres pizza?" preguntó Mateo, con la esperanza de que la promesa de queso y pepperoni fuera suficiente para calmar a la pequeña guerrera.
"¡Sí!" Sofía gritó, con una sonrisa que iluminó la habitación.
La pizza llegó, y la paz se instaló en el hogar. Sofía, con su panza llena de pizza, se acurrucó en el sofá junto a Mateo, viendo 'Peppa Pig' con una sonrisa de satisfacción.
Mateo suspiró, aliviado. La guerra de chuches había terminado, pero él sabía que era solo una tregua. Sofía, la pequeña general, siempre estaba lista para una nueva batalla
