𝐔𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐳𝐨-𝐂𝐇𝐈𝐂𝐀𝐆𝐎 𝐏.𝐃

TWENTY-TWO

Narrador Omnisciente

El sol apenas se había puesto cuando Aisha llegó a la estación. Aunque la noche anterior había estado llena de risas y momentos ligeros con Peter, el ambiente dentro de la comisaría era todo lo contrario. Erin y Jay ya estaban inmersos en la tensión de otro caso urgente.

Aisha había pasado la mañana con su hermana, tratando de mantenerse ocupada, pero no podía evitar pensar en la conversación con Peter. Su mente siempre volvía a él, a esa sonrisa tan genuina, y a la sensación que había tenido cuando sus labios se habían rozado. Pero por ahora, tenía que centrarse en el trabajo.

—Buenos días, Aisha —dijo Jay al verla entrar, sin levantar la mirada de su laptop.

Erin la saludó con un breve movimiento de cabeza, su rostro serio pero reconociendo la presencia de su hermana.

—¿Cómo estás? —preguntó Erin mientras revisaba unos informes.

—Bien, todo tranquilo —respondió Aisha, aunque podía sentir cómo la tensión se palpaba en el aire. Sabía que algo estaba ocurriendo, algo importante, y que no sería largo el tiempo hasta que fuera llamada a involucrarse.

Aisha se sentó en una de las sillas libres en la sala de reuniones, tratando de mantenerse al margen, pero sin poder evitar escuchar fragmentos de las conversaciones que fluían entre los demás oficiales.

—Tenemos una pista de que el tráfico de personas se ha intensificado en las últimas 48 horas. Un informante nos dijo que uno de los principales contactos de la red está aquí, en Chicago. Si lo encontramos, podemos dar un golpe muy fuerte —explicaba Erin, mientras se pasaba una mano por el cabello.

Aisha no pudo evitar sentirse un poco impotente. Quería ser parte de la acción, hacer algo útil, pero sabía que había líneas que no debía cruzar. Aún así, había algo en el aire que le decía que esta operación podría ser diferente, que quizás podía marcar una diferencia real.

Aisha decidió caminar por los pasillos de la estación, tratando de aclarar su mente. Mientras lo hacía, vio a Peter entrando por la puerta trasera, con el uniforme de bombero aún puesto. Aisha no pudo evitar sonreír. Había algo en él que la hacía sentir tranquila y nerviosa al mismo tiempo, algo que no sabía si era bueno o malo.

Peter la vio y se acercó con una sonrisa amigable.

—¿Que haces aquí?—le pregunta aisha riéndose

— Me apetecía verte ¿Qué tal? —preguntó, con esa mirada cálida que siempre lograba hacer que Aisha se sintiera bien.

—Bien, solo... intentando mantenerme ocupada. A veces es difícil no estar involucrada en todo lo que pasa aquí —respondió Aisha, encogiéndose de hombros.

—¿Te gustaría salir a tomar algo después de tu turno? —preguntó Peter, sin rodeos, como si fuera lo más natural del mundo. —Sé que ayer la noche fue interrumpida por el trabajo, pero no tengo planes para después de mi turno.

Aisha se quedó en silencio por un momento, sorprendida por la propuesta, pero una sonrisa se le escapó al pensar que realmente le gustaría volver a pasar tiempo con él, esta vez sin interrupciones.

—Claro, me encantaría. Después de todo lo que ha pasado aquí, creo que ambos nos lo merecemos —dijo Aisha, con una pequeña risa.

Peter sonrió, aliviado de que ella aceptara, y luego le dio una mirada juguetona.

—Perfecto, entonces. Te veré más tarde.

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Mientras tanto, Erin estaba revisando más detalles sobre el caso. Sabía que Jay también estaba concentrado en la investigación, pero había algo en su mente que no la dejaba tranquila. Aisha había estado cambiando últimamente, y si bien la veía más feliz, también notaba que a veces se desconcentraba. Erin no podía evitar preguntarse si estaba bien que su hermana se involucrara tanto con Peter. No quería que Aisha se lastimara, pero al mismo tiempo, Erin sabía que no podía evitar que su hermana viviera su vida.

Jay interrumpió sus pensamientos.

—¿Te preocupa Aisha? —le preguntó, mirando de reojo hacia donde Aisha hablaba con Peter.

Erin suspiró y asintió.

—Sí, siempre me preocupan los hombres que se cruzan en su camino. Peter es un buen tipo, pero... bueno, Aisha ha tenido muchas malas experiencias. Solo espero que no la lastimen.

Jay puso una mano en su hombro, dándole una expresión de apoyo.

—Lo entiendo, pero creo que Aisha está tomando sus propias decisiones ahora. Lo mejor que puedes hacer es estar ahí para ella, como siempre lo has hecho.

Erin se quedó pensando en sus palabras, pero algo en su interior le decía que las cosas entre Aisha y Peter podrían ser diferentes.

Narrador Omnisciente

Esa noche, cuando el turno terminó, Aisha y Peter se encontraron frente a Molly's, listos para desconectar del caos de la ciudad. Aisha sentía esa mezcla de nervios y emoción, sabiendo que había algo especial entre ellos, aunque no sabía exactamente qué era.

—Aquí estamos —dijo Peter, mientras empujaba la puerta del bar y dejaba que Aisha pasara primero.

Se dirigieron a la barra, donde pidieron unas cervezas. Las luces suaves y la música en el fondo creaban el ambiente perfecto para una conversación tranquila.

—Entonces, ¿cuánto de lo que haces en el trabajo es tan peligroso? —preguntó Aisha, tomando un trago de su cerveza.

Peter se rió suavemente, sabiendo que ella no hablaba solo de los incendios.

—Bastante, pero ya sabes, uno se acostumbra. ¿Y tú? ¿Sientes que el trabajo de tu hermana te arrastra un poco más cada día? —preguntó, curioso.

Aisha lo miró por un momento, reflexionando antes de responder.

—A veces, sí. Pero me gusta saber que puedo hacer algo. Si puedo ayudar, aunque sea de lejos, siento que estoy haciendo lo correcto. Y... bueno, siento que esto entre nosotros también es algo bueno —respondió con una sonrisa tímida, acercándose un poco más a él.

Peter sonrió, sintiendo la cercanía entre ellos. Su corazón latía más rápido, pero no se sentía incómodo, al contrario, disfrutaba de la conexión.

—Lo sé —dijo Peter, acercándose aún más—. Creo que esto es solo el comienzo.

Y en ese momento, el ambiente cambió. La conexión que había entre ellos era más fuerte que nunca. Aisha no podía dejar de pensar que tal vez, por fin, las piezas de su vida comenzaban a encajar.