Baby Thoughts - Enzulian [Adaptación]

Cuatro

Estaba muy irritada.

Y estaba molesta porque nadie podía entenderme, me sentía muy mal, era mucho para mí cuerpito de bebé. Mí encía picaba y dolía demasiado, así que llevaba mí puñito a mí boca, presionando para tratar de minimizar el dolor, pero sentía algo raspar contra mí suave piel de bebé, algo no andaba bien.

"Ush, odio todo, de haber sabido que mí vida de bebé sería tan difícil, no hubiera sido tan rápida en la carrera de espermatozoides".

Papi estaba muy preocupado y me tenía entre sus brazos, meciéndome y preguntándome qué tenía. ¡Pero yo le estuve diciendo! No es mí culpa que no me entienda, pues no sé hablar. Él seguía intentando calmarme pero simplemente no podía, lo siento, papi pero no me puedo quedar calladita como desearía. Hoy estaba tan de mal humor, que hasta me estresaba que me hayan vestido con un estampado de sandía, odio la sandía aunque no la he probado.

— Me siento tan inútil por no saber qué hacer — Decía mirándome, también ví como una lágrima salía de uno de sus ojos.

"¿También te duele, papi?"

— Tranquilo, Enzi, somos primerizos, nos queda mucho por aprender — Papá Julián estaba a su lado, creo que también trataba de entender que me estaba pasando en este momento, sin tener alguna idea.

"Voy a morir, los quise mucho, papás, pero me gustaba más el aroma de papi Enzo, lo admito".

Bueno, quizás estoy dramatizando, pero no juego cuando digo que estoy mal. Creo que papi no soporta más mis llantos, así que se sienta en la cama y desabrocha los botones de su pijama, dejando su pechito al descubierto, para mí obviamente, no dudo en acercarme mientras sorbo mis moquitos, rodeo con mí boca y, diferente de otras veces, aprieto fuerte, comenzando a succionar.

Papi se queja un poco y hace una mueca, yo simplemente me hago la inocente como lo he hecho en todos estos meses de vida.

— Espera — Papi me separa y yo arrugo mí nariz, podré verme adorable pero, la verdad, esa es mí mueca de desagrado, pero ser bebé no ayuda a qué te veas ruda.

”¿Acaso ya no se puede beber lechita en paz? Ya no hay respeto".

Mí papi Enzo revisa mí boca y se queda sorprendido al hacer un descubrimiento.

— Juli, le están saliendo los dientes a la bebé — Casi gritó, no recuerda que mí oído de bebé es sensible  — Por eso estaba tan irritada, mí cielito.

Papá se acerca a mirar también y suelta una de esas risas que, en lo personal, me dan miedo; a veces sueño con ellas y me levanto asustada y llorando, hasta cagada.

— Parece que nuestra pequeña Alfa ya está grande — Y me toma en sus brazos, separándome de mí papi, e interrumpiendo mí momento de comer.

"Déjame, quiero seguir comiendo, mira que ahora te puedo morder".

— Si, si, papá también te ama — Respondió él, bueno, a veces sí agradezco que no me entiendan porque, quizás, ya me hubiera llevado algunas nalgadas.

Aún sigo irritada y más cuando papi se levanta, abrochando su camisa, ¿Es una broma? ¡No pude comer nada! Pero bueno, en este momento, papá Julián palmea suavecito mí espalda y estoy perdiendo la lucha contra el sueño; mí naricita pica un poquito por su aroma, porque es más fuerte que el de mí papi, pero de todas formas me adormece.

"Me aseguraré de hacer popo cuando despierte, eso por no dejarme comer como se debe, buenas noches, papis".

Escuchó a papá Julián diciéndole a papi Enzo algo sobre divertirse dentro de un rato, quizás vayan a jugar con los móviles que cuelgan de mí mecedora, son geniales; pero no soy capaz de escuchar mucho más porque caigo en un sueño profundo.