Alma

4 0 0
                                        

18 horas después

Abrí los ojos en cuanto me desperté, el sol ya había salido en su totalidad, ya que hoy era uno de los pocos días en los que podía levantarme tarde y no hacer nada, bostezo con satisfacción sintiendo una gran comodidad y frescura entre las sábanas.

Sin ganas de levantarme tomé mi teléfono para mirar un poco mis redes sociales, para mi suerte no tenía ningún pendiente hoy así que podía darme el lujo de simplemente ver tiktok.

En cuanto subí un poco el volumen para ver videos graciosos no pasaron ni diez segundos cuanto vi un ala alzarse desde el suelo y luego la silueta de un hombre sin camisa levantarse.

—se puede saber que haces dormido en mi alfombra si te dije que durmieras en la otra habitación. —lo miré adormilado. —que pasa si mi hermano entra y te ve.

—Que raro, generalmente no me muevo de lugar cuando estoy dormido, a menos que sienta alguna anomalía. —respondió intentando recordar como había parado hasta ahí. —pero tranquila, nadie además de ti puede verme a menos que quiera que me vean, soy como un fantasma.

—pero si estoy bien, todo luce normal. —reste importancia y me levanté hacia el baño.

El día de hoy no tenía que ir a la universidad ni al hospital, es más hoy solo habría un evento por parte de la universidad, era algo así como un festival por su aniversario de los 100 años.

Habría muchos juegos mecánicos y juegos de feria, conciertos, competencias en sacos, quien puede comer más y cosas sobre el otoño como calabazas, ya que la estación recién había iniciado.

—Tienes ropa para ponerte esta noche? —pregunté dejando algunos vestidos sobre mi cama como posibles opciones.

—No tengo ropa. —soltó sin importancia. —me he estado vistiendo con la ropa que hay en tu habitación de invitados.

"Claro, eres muy Lista Lisa Rancord, se escapó del cielo y tu siquiera le preguntaste si tenía calzoncillos" pensé para mi misma y rodé los ojos.

—Haberlo dicho antes. —busque mi cartera. —tenemos que ir de compras.

—¿De compras? Dios no, no quiero. —se negó recostadondose en la cama. —Tenía amigas ángeles que se demoraban una decada cada que iban de compras.

—No me importa si no quieres, iremos y punto. —jale su brazo para hacerlo salir conmigo.

.....

—Debo decir que deberíamos ir a más festivales. —me miró salir del baño completamente arreglada.

—Porque? —cuestione con una sonrisa.

—Eso...no lo voy a responder. —respondió con cierta lentitud mientras me miraba traviesamente.

—Como sea, ya son las 8, tenemos que irnos o llegaremos tarde. —tomé mi bolso. —deja que todos te vean, pero crees que puedas esconder tus alas?

—Por desgracia no las puedo "guardar" —se sentó en el suelo. —pero si puedo hacer esto.

Se retiró la camisa y tocó una de sus alas negras, sus plumas parecían estar encantadas por alguna clase de magia ya que su apariencia ahora era impecable.

—Que vas a hacer? —pregunté extrañada mirando lo que hacía.

—Te recomiendo que salgas o por lo menos te tapes los ojos. —sonrió agarrando su ala desde más arriba.

Sin rechistar me cubrí los ojos, ya que no quería salir debido a mi gran curiosidad, solo esperaba que no fuera a hacer algo estúpido.

Lo siguiente que escuché fue un sonido raro, como si arrancaras una raíz de la tierra con gran fuerza, luego un grito de agonía que rápidamente se disipó cuando se tapó la boca.

PUNTO DE NO RETORNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora