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Nos vemos abajo
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Vi no había salido de su casa en días. El peso de la culpa y la frustración la había hundido en una espiral de aislamiento.
Las horas y dias se arrastraban, y el mundo a su alrededor parecía haberse detenido.
Desde que la búsqueda de Nick no había dado frutos, Vi no había tenido fuerzas para enfrentar la realidad.
Cada rincón de la casa le recordaba lo que había destruido. Nick se había ido, y aunque lo había buscado, la verdad era que no sabía si quería encontrarlo o si temía lo que vendría después si lo hacía.
Las persianas seguían cerradas, y el desorden en la casa crecía con cada día que pasaba sin que Vi hiciera nada para enfrentarlo. Se había convertido en una sombra de sí misma, incapaz de hacer algo más que ahogarse en su propia mente.
Unos golpes en la puerta rompieron el silencio en su hogar, y Vi, irritada, miró hacia la entrada con el ceño fruncido.
Vi: ¡No hay nadie!
Gritó desde el sofá, su voz cargada de frustración. No tenía ganas de ver a nadie, y menos aún de hablar con alguien. Solo quería estar sola.
Del otro lado de la puerta, Caitlyn rodó los ojos al escuchar la respuesta. Sabía perfectamente que Vi estaba ahí. Cait había dejado que pasaran unos días, esperando que Vi saliera de su encierro por sí misma, pero ahora sabía que ya no podía esperar más.
Caitlyn: No me hagas esto, Vi.
Murmuró Caitlyn para sí misma mientras sacaba una pequeña y oculta llave que solo ella y Vi conocían, escondida bajo una baldosa junto a la puerta. Sabía que no la había cambiado de lugar, y eso le daba la excusa perfecta para entrar.
Con un pequeño "clic", Caitlyn abrió la puerta y entró. El aire dentro estaba vtenia un ligero aroma a alcohol. La luz apenas entraba, y el desorden en la sala era evidente.
Caitlyn frunció el ceño, sintiendo cómo la frustración empezaba a bullir dentro de ella. No era normal ver a Vi así...
Caitlyn: Vaya, vaya...
Dijo Caitlyn en tono sarcástico mientras cerraba la puerta detrás de ella.
Caitlyn: ¿No iras de nuevo a teñir tu cabello?
La pelirosa ni siquiera se giró para mirarla. Sabía que Caitlyn no se iba a ir rápido pero en ese momento no tenía la energía para enfrentarse a ella. Su amiga estaba llena de sarcasmo, justo lo que Vi no quería escuchar en ese momento.
Vi: ¿Qué haces aquí, Cait?
Preguntó Vi con voz cansada, pero enfadada.
Estaba tirada en el sofá, no quería compañía, y mucho menos a alguien que sabía que vendría con un molestarla.
