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Build pagó por su comida y luego dio un rápido vistazo a la habitación, en busca de una particular enfermera pelirroja a quien no había visto esa mañana. Mordía nerviosamente su labio mientras estaba allí parado como un tonto con la bandeja en las manos. Se sentía como el chico menos popular en una cafetería escolar. En cambio, estaba en la poco recomendable cafetería del hospital, en busca de una enfermera con la que recientemente, había Sido un pésimo amigo. Echó un vistazo a la habitación y la vio a través de las grandes puertas de cristal que daban a un patio mediocre. Love estaba sentada en una de las mesas de picnic, comiendo una patata al horno, mientras hojeaba lo que parecía ser una porquería de revista. 

—Hola, Love. 

Ella levantó la vista, y Build se dio cuenta inmediatamente que estaba en problemas. 

—Hola, extraño. 

Build dio un respingo. —Lo sé, lo sé, no hemos hablado durante un buen tiempo, y he Sido una mierda de amigo. —Dejó la bandeja en la mesa y se disponía a sentarse, a horcajadas en el banco, pero la mano de Love, con la palma hacia arriba, lo detuvo torpemente. 

Quise decir eso, literalmente, hombre extraño a quién no reconozco. 

Build se sentó con una rabieta, dándole una mirada exasperada mientras acomodaba los pies bajo la mesa. Era bueno que viniese preparado. —Traje una ofrenda de paz. —Tomó el muffin de arándanos de su bandeja y casi lo lanzó en la de ella, yendo tan lejos como para utilizar su cara perrito apaleado. 

—Oh, gracias. Bajo en calorías. No debiste molestarte.  

Build giró los ojos, parecía que debía ir a por todas. Sacó el pequeño oso de peluche,  “Mejórate pronto” que había comprado, de su bolsillo y lo sostuvo frente a su cara de puchero, agitando la pequeña pata en cabestrillo. Sonrió cuando la vio fruncir sus labios en un intento por no sonreír. 

— ¿Eso es lo que valgo? Un oso de tres noventa y nueve de la tienda de regalos. 

—En realidad uno con noventa, están en oferta. 

—Oh, bueno, mejor aún. 

Build suspiró y dejó el oso sobre la mesa. —Lo siento. Debí devolverte la llamada, pero estaba distraído. Soy una mierda y tú eres fabulosa, por favor, perdóname. 

Ella entrecerró los ojos, inclinando su cabeza un momento mientras pinchaba su patata al horno con el tenedor de plástico. —Está bien —resopló dramáticamente—. Pero nunca más me hagas sentir nada menos que la persona más importante en tu vida, nunca más. ¿Vale? 

Build asintió. —Trato. 

Y dime que estoy linda hoy. 

—Te ves jodidamente hermosa. 

—Ahora que suene sincero. 

Build se llevó la mano a su pecho fingiendo estar ofendido —Hey, me dejarías sin latido en el corazón... si no estuviese aterrorizado de las vaginas. 

Love soltó un bufido y golpeó su antebrazo. Todo estaba perdonado. Se dio cuenta que mirada su ojo morado, y sabía que se moría por preguntar. Decidió sacarla de su miseria. 

—Puedo verte revisando mi herida de guerra —dijo con un dejo de orgullo cuando recogió su bollo de pan y le arrancó un pedazo. 

— ¿Te chocaste con una pared o algo así? 

— ¿Por qué todo el mundo asume automáticamente que choqué con una pared? 

Love se rio, y Build no pudo evitar sonreír de mala gana. Realmente tenía la sonrisa más bonita. —Que sepas que tuve en un altercado leve con mi vecino. 

El Fantsma En Mi Sofa (Adaptada) (Por Becha) (BIBLEBUILD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora