Prólogo

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La sangre, la lluvia y el horror. La especialidad de la casa.

Un hombre jóven, bastante jóven, tararea una linda melodía: "sufre, sufre, con dolor", (humanizada: estrellita, ¿dónde estás?).

Sus pies descalzos y el desarreglo en su cabello, más las ojeras negras y la piel palida como una muñeca, demostraban lo cansado y somnoliento que se sentía.

La causa de todo eso era un bebé de tan solo cinco meses.

Paredes dañadas, piso mojado y techo sin terminar... ¿Existen más razones para confirmar que aquella cabaña está abandonada? Si existieran no se necesitaría recurrir a ellas, el jóven ya lo sabía, y solo necesitó de un simple chasquido para bautizar aquel lugar como propio.

Dejó al niño dormido sobre una canasta, y puso manos a la obra.

El joven de cabellos y ojos oscuros se hace llamar Itachi. El bebé dentro de la profundidad de la canasta es su hermano menor, Sasuke.

Ambos buscados por todos lados, con sus rostros en los carteles de "se busca".

Nadie sabe que están allí, y es mejor así.

———Ya verás como todo mejorará. Por fin dejarán de molestar, "limpia aquí, mueve allá" te salvé de una mujer mandona y un hombre ocioso.

———¡Wahhhhh!

Itachi, de buen parecer, con la serenidad por la cual se lo caracteriza, tranquiliza al bebé Sasuke.

———Nos esperan grandes cosas...

Las nubes, al igual que ellos, se establecieron allí por un largo periodo de tiempo. Esto no desanimó ni por un segundo a Itachi, que nunca dejó de trabajar por su propia supervivencia y la de su hermano.

A Sasuke le comenzaron a aparecer los dientes cuando la cabaña comenzó a parecer realmente una casa. El techo estaba completo, las paredes estaban bien estructuradas y el piso sin una pizca de mugre.

Parecía una linda cabaña en medio del bosque... Pero, a pesar de la comodidad, luego de que Itachi volviera de su habitual recorrido mañanero, llenó de ropa unas maletas que había encontrado por dónde solo él sabrá, y agarró la mano de Sasuke luego de vestirlo.

———Hace calor, y casi no veo con tanta ropa.

———Es para que no nos reconozcan.

———¿Quienes?

———Los humanos.

Sasuke, de tan solo ocho años, con la voz entrecortada y el corazón titubeante, apretó con más fuerza la mano de su hermano.

———Vámonos.

———¿Y la casa?

———Te olvidarás de ella cuando encontremos otra.

Sin mucho más para hablar, caminaron por varios días hasta encontrar un edificio tan grande y ancho que parecía sacado de una historia de terror.

———Es perfecta. Nuestro nuevo hogar...

———Nisan... Quiero volver.

———No, aquí hay más espacio para más como nosotros. ¿Crees que me olvidé de tus quejas por no tener a nadie más que a mí para hablar? En este lugar, podremos vivir con tantos amigos que nunca faltarán las noches de insomnio por las risas.

Sasuke no fue contagiado por la alegría de su hermano, y en un intento por soltar su agarre y correr de vuelta a su primer hogar, Itachi usó la velocidad y lo miró directo a los ojos, esta vez con absoluta seriedad.

———Si vuelves, los humanos te atraparán.

Es así como Itachi logró que Sasuke volteara y retomara el camino hasta el edificio antiguo.

De este modo, el primer desamparo que sintió el hermano menor, por su extrañeza hacia la cabaña, causó tanto dolor en él, al punto de que sus ojos sangraran mientras estos mismos se convertían en un rojo vino.

Había despertado el Sharingan.

———Me duelen los ojos, nisan.

———No parpadees. Te dolerá más.

Itachi limpió aquellas escurridizas gotas de sangre que manchan la cara y la ropa de Sasuke.

———¿Por qué sonríes?

———Se me ocurrió algo... ¿Y si convertimos este vejestorio de edificio en un hotel?

———¿Para qué?

———¡Para refugiar a todos los que son como nosotros! Uchiha's, Hyuga's, vampiros, zombies...

———... Hombres lobos, momias, ¡Todos los mounstros!

———¡Y...! Que tenga un sistema de seguridad a larga distancia, para que ningún humano pueda entrar jamás...

———Así todos podremos vivir tranquilos, y juntos.

———Seríamos los mounstros más felices del mundo... ¿Qué dices?

Sasuke comenzó a correr con emoción para los adentros del edificio. Miró con asombro todo, no como lo es ahora sino como el como sería.

———Una vida segura, sin humanos... ¿Realmente será posible?

———Yo me encargaré de que sea así, Sasuke... Te protegeré de todo lo que pueda hacerte daño.

———¿Me lo prometes?

———Por supuesto que sí, mi niño sin odio.

———¡Yo tengo mucho odio! Porque DETESTO a los humanos.

———¿A si? Yo los aborrezco.

———¡YO PODRÍA MATARLOS DE UN MORDISCO!

———Yo de una simple mirada. ¿Dónde está la escoba? Comencemos con este edificio anti humanos.

———¿Y como lo llamaremos?

———Eh... ¿Qué te parece... "Hotel Transilvania"?

Continuará...

Hotel Transilvania - versión NarusasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora