¿A dónde van los corazones rotos? (PAUSADA)

Capítulo 7

Seguimos caminando, encontramos un valle con largas mesas llenas de comidas, parece una fiesta, está lleno de gente con vestidos y trajes, todos llevan máscaras que les cubren la cara. En una parte hay como un ataúd y unas mujeres de luto llorando. Al parecer era un hombre llamado William.

- Parece como si estén llorando y celebrando a la vez la muerte de este hombre.

- Que versiones tan diferentes de celebrar un entierro. – Añadió Lucas.

No podían vernos, donde estaba la comida había un cartel que decía: "Simplemente déjate llevar.", todos empezaron a bailar. Era un ritmo muy animado y decidimos bailar con ellos, aunque nadie se percatara de nuestra presencia, la verdad es que era muy divertido, entonces Lucas tropieza y casi cae al suelo.

- ¿Estás bien?

- Sí, sí, solo es que he chocado con alguien.

Se da la vuelta y vemos a una niña pequeña mirándonos sonriente.

- Espera, ¿puedes vernos? – Pregunto

Miro a mi alrededor, es la única que no lleva máscara, le coge la mano a Lucas y empieza a caminar, la seguimos, nos lleva hasta el ataúd, quiere abrirlo pero no llega, entonces Lucas la coge en brazos y la acerca, lo abre y del bolsillo de William saca un papel, se trata de una carta que el difunto dirige a su hermano: "Andrea está detrás de todo esto, no sé que está tramando para llevarse la fortuna, solo ten cuidado, uno de los dos podría ser el siguiente". La niña se dio la vuelta y lo gritó. La gente vio el papel que llevaba en las manos y una mujer empezó a correr, pero se le cayó una llave, fui a recogerla, lo más seguro es que fuera útil y en efecto, detrás de todas las mesas había una puerta, la abrimos y no se veía nada, solo luz blanca, nos cogemos de la mano y entramos a la vez.