Un Noviembre Inolvidable

III: Hora del Almuerzo

Estaba guardando mis lápices de colores y algunas cosas más cuando Minho me preguntó:

—¿Ya estás listo para ir a comer? —Minho me miró, notando mi lonchera en mi mano—. Oh, traes comida —asentí—. No te preocupes, los demás estudiantes agarran comida que ofrece la escuela, incluyéndome.

Recordé a mi antigua escuela, hacían lo mismo. Bueno, de todos modos, sigue siendo una "cárcel".

La maestra llamó a todos los estudiantes. La música navideña había dejado de sonar hace tiempo, y todos los estudiantes formaban una fila. Solo seguí a Minho, que se paró de su asiento. Me pare detrás de él, sosteniendo mi pequeña lonchera. Él era un poco más alto, y tuve un poco de envidia por eso.

Avanzamos con toda la clase hacia el comedor o "lunchroom", como lo llamó Minho. Antes de llegar a la entrada del comedor, se escuchaban muchas conversaciones, y mientras más nos acercábamos, el volumen de las voces aumentaba. 

Al entrar en el comedor, había un montón de estudiantes conversando, comiendo, e incluso algunos estaban corriendo. Era un caos.

La clase se separó, incluso Minho. Me había dicho que es otra fila para los que agarran comida. Seguí a los estudiantes con sus loncheras y nos sentamos en cierta mesa. Ya sentado, sacando lo que había traído para comer, noté que los niños que estaban corriendo antes estaban siendo regañados por una maestra. No le hice tanto caso y comencé a comer.

Note a Minho con su comida, y lo observé con curiosidad. Minho saludó a algunos amigos antes de sentarse a mi lado, lo que me hizo sentir un poco solo. Me di cuenta de que tendría que hacer otros amigos además de Min.

—¿Qué es eso? —me atreví a preguntar, refiriéndome a su comida.

—Ni idea, pero está bueno —decía mientras se sentaba a mi lado—. Es una salchicha con pan alrededor —describió. Me quedé sorprendido. La comida de aquí sí era rara. Para mí, no tenía una apariencia comestible.

—Oh... qué raro —dije sin intención de decirlo en voz alta, pero lo hice, lo cual llamó la atención de Minho.

—Oye, Jisung, de todos modos, es comida. Pronto te va a gustar... si lo pruebas —se defendió, mientras yo llenaba mi boca de comida. —Oye, ¿Y tú qué estás comes? —preguntó señalando con la mirada mi comida. Tragué lo que estaba comiendo y le contesté:

—Mi papá me preparó bulgogi con arroz blanco —dije casualmente. Noté a Minho asentir. Llegaban más estudiantes a la mesa, y ya era difícil escuchar lo que decía Min

—Es uno de mis platillos favoritos —dijo y comenzamos a comer. —¿Tu papá cocina? —Preguntó.

—Sí, mis dos papás cocinan, en realidad. Son muy buenos en la cocina —respondí con una sonrisa. Minho abrió los ojos con sorpresa y sonrió.

—¿Tienes dos papás? —exclamó—. ¿Cómo se llaman?

—Mis padres se llaman Ji Ho Geun y Kim Jin Kwon. Son muy divertidos y siempre hacen comidas deliciosas —expliqué, feliz de compartir más sobre mi familia.

—Eso suena increíble. Tal vez algún día podrías traer algo que cocinen tus papás para probarlo —dijo Min, sonaba emocionado.

—Si, quizás en unos de estos días—Nos reímos y continuamos comiendo, mientras poco a poco empezaba a sentirme más cómodo en mi nuevo entorno.