Capítulo 22

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Abrí los ojos y me di la vuelta en la cama para quedarme boca arriba.

Me quedé quieta mirando el azul claro de mi techo mientras pensaba.

Me quedé pensando en lo que hablé con Pablo en la noche.

Se que él había dicho que no le importaba que aún no le contara a mis padres lo de nuestra relación, pero en el fondo sabía que eso le debía molestar un poco, y le entiendo, al no contarle a mis padres lo nuestro tenemos mucho impedimento para mostrarnos afecto entre nosotros en público, pero si mis padres se enteraran me castigarían de por vida.

Me quedé un rato quieta, solamente mirando el techo azul.

Suspiré hondamente y miré la hora, eran las 11:36, así  que decidí levantarme.

Bajé a la cocina para desayunar y no había nadie de mi familia así que pensé que estarían afuera.

Mis padres estarían trabajando y mi hermana tal vez estaría dando una vuelta.

Me preparé unas tostadas y un zumo de naranja y me senté en el sofá para ver un poco la televisión.

Después de un tiempo decidí salir a dar una vuelta por el campo así que subí a mi habitación a cambiarme y peinarme.

Ya que salía me llevé a mis perros conmigo, así aprovechaba y no tenía que salir más tarde.

Me fui hasta lo más lejos posible de mi casa sin llegar a la carretera.

Me senté en la hierba verde fuerte y disfrute del cálido sol que aún no era muy fuerte en esta época mientras mis perros jugaban entre ellos con sus pelotas.

Me eché para atrás hasta quedarme completamente tumbada sobre la fresca hierba.

Observé el azul cielo, era de un color intenso con alguna que otra pequeña blanca nube.

Cerré los ojos y disfruté de los rayos solares hasta que todo se oscureció de repente así que abrí los ojos encontrándome con una conocida silueta.

- ¿Disfrutando del sol enana?

Me levanté y me puse enfrente de él.

- Un poco, hace un día estupendo. ¿Tú haces qué haces por aquí?

- Daba una vuelta y decidí pasar por aquí para ir a tu casa. ¿Vamos para allá? - me agarró de la cintura y me atrajo hacia él con una sonrisa.

- Sabes que no podemos - me desaté de su agarre y borró la sonrisa - mis padres no están en casa, pero los vecinos...

- Nos pueden ver, lo entiendo - se alejó un poco de mí.

- No te enfades por favor.

- No no, si no me enfado, lo entiendo - me miró fijamente a los ojos manteniendo la distancia que había establecido - disfruta de tu paseo - se fue sin dejarme decir nada más.

Suspiré y me volví a sentar, me quedé un rato más solamente para que mis perros disfrutaran del día ya que a mí ya se me habían quitado todas las ganas de estar ahí.


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Holaa, este es el capítulo 22, espero que os guste.

Pido perdón por si hay alguna falta de ortografía.

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⏰ Última actualización: Nov 09 ⏰

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