Días después, las dos agarraron la confianza suficiente para ir al dicho club.
Se llamaba "GTA" y tenía bastante fama al parecer en esa zona de la ciudad. No había mucha fila afuera, mas adentro estaba repleto de personas. Con paredes con luces formando palabras, besos y tacones, escenarios pequeños con mujeres semi-desnudas bailando rodeadas de sillones con clientes lanzando dinero y bebiendo alcohol, más mujeres paseando por todas partes llevando bebidas, un bar donde varios chicos preparaban dichos tragos y al final un escenario más grande donde estaban los mayores espectáculos. Tenía un segundo piso donde calculaban que estaba la zona especial para clientes especiales y la música sonaba fuerte en los parlantes colocados estratégicamente por todo el club.
—Dos caramelos—dijo un hombre observando a la pareja pasar y acercarse a la barra—. Me suenan, ¿no son las amigas de la novia de Yunjin?
—Creo que sí—asiente una chica a su lado—. Hemos salido un par de veces con ellas.
—Hay que darles la bienvenida.
Las dos extranjeras piden sus tragos y toman asiento ahí mismo. Se sentían un poco fuera de lugar, no conocían mucho estas cosas ya que no frecuentaban dichos locales. Habían ido por separado cuando no se conocían y no se habían enfrentado a una situación similar.
—Bienvenidas, señoritas—escuchan una voz masculina a sus espaldas. Ambas voltearon encontrándose con un hombre rubio vistiendo camisa blanca y pantalones de igual color—. Mi nombre es Huening Kai, soy uno de los dueños del local.
—Y yo soy Huening Bahiyyih, su hermana menor y la otra dueña—se presenta la chica que venía a espaldas de él—. Nos habíamos visto antes, no sé si se acuerden de mí. Soy amiga de Yunjin, la novia de su amiga Somi.
—¡Me acuerdo!—dice Ningning sonriente—. Fuimos a alguna que otra fiesta juntas, ¿verdad? No sabía que tenían este lugar.
—No habíamos hablado mucho, ustedes son un poco calladas—Bahiyyih se ríe levemente—. No creí que venían a lugares así.
—Oh, no lo hacemos. Esta es una noche especial.
—Bueno, al ser una noche especial entonces les daré un trato especial—Kai habla—. En unos minutos tendremos el show de una de mis mejores bailarinas, ¿qué les parece verla más de cerca?
—No tienen que hacer eso, nosotras-
—Por favor, chicas—interrumpe Bahiyyih —. No hace falta, les damos lo mejor a nuestros clientes. Vengan conmigo.
Bahiyyih comienza a caminar y Kai se despidió para ir a hablar con alguien más, las dos extranjeras siguieron a la muchacha hasta llegar al escenario principal. Pronto les dejó dos asientos en primera fila y le indicó a una mujer que las copas de ellas no quedasen vacías en toda la noche.
—Por hoy, invita la casa—les dice Bahiyyih —. Y serán bien recibidas todas las veces que quieran, disfruten su noche.
Cuando la menor de los Huening desaparece entre la multitud, la pelinegra mira a Giselle y le susurra en el oído: —Los contactos de tu amiga me asustan.
—A mí también—asiente la japonesa.
Pero Aeri había hablado con Somi de su decisión de ir al club, ella le dijo que los dueños son buenos conocidos de ella y no tendrán problemas. Mas no había que confiar al 100% porque, después de todo, son personas peligrosas.
Después de unos minutos, la música cambió y las luces bajaron, lo que indicaba que el próximo show estaba por empezar.
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