La llegada de ¿un niño?

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La rutina era inquebrantable. Cada mes, la caja llegaba con provisiones y un nuevo integrante para unirse a su comunidad. Nadie recordaba nada fuera de ese lugar, solo sus nombres y la tarea que les habían asignado: corredor, constructor o ayudante en la cosecha. La monotonía era su realidad.

Hoy era día de que un nuevo integrante llegara. El ruido de la caja subiendo anunciaba la llegada de un novato. Newt se acercó primero, abrió la caja y ayudó al recién llegado a salir, aunque esta vez había algo diferente.

"Es pequeño" dijo Newt con calma, mientras quitaba una nota de la mano del niño "Y trae una nota" La leyó en voz alta: "Hermano menor de Newt" un murmullo recorrió el grupo reunido.

Alby rompió el silencio mientras soltaba una pequeña risa "Parece que tienes un hermano, Newt. Vamos a sacarlo de ahí"

Newt tardó en reaccionar, confundido por la nota ¿un hermano? No recordaba nada sobre su familia ni su pasado.

"Espera, ¿hermano?", preguntó finalmente, mirando a Alby y luego al niño inconsciente. Tenía más preguntas que respuestas, pero primero debían sacar al niño de la caja. Newt cargó al pequeño y se lo dio a Alby, mientras continuaban sacando las provisiones.

"¿Qué creen que significa esto?", preguntó Minho mientras se acercaba "¿Por qué enviarían al hermano de Newt aquí? ¿No es muy pequeño? " La pregunta quedó en el aire, sin respuesta

Mientras llevaban al niño al refugio, Newt no podía dejar de pensar en la nota. ¿Era cierto? ¿Tenía un hermano? La curiosidad lo consumía, tal vez y solo tal vez el niño recordara algo y les diera respuestas sobre la nota.

 ¿Era cierto? ¿Tenía un hermano? La curiosidad lo consumía, tal vez y solo tal vez el niño recordara algo y les diera respuestas sobre la nota

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El pequeño despertó lentamente, su mente nublada por la confusión. Se sentó en la cama, mirando a su alrededor sin reconocer nada, no sabía cómo había llegado allí ni qué estaba pasando.


"Veo que ya despertaste" dijo una voz amigable.

El pequeño se volvió hacia la voz y vio a un chico sonriente.

"Soy Chuck", continuó el chico. "¿Recuerdas tu nombre?"

La pregunta golpeó al pequeño como un rayo. No recordaba nada, ni su nombre, ni su familia, ni su pasado.

Chuck no pareció sorprendido. "No lo recuerdas, ¿verdad? Está bien, pasarán unos días antes de que logres recordar algo, por cierto Alby me pidió que te enseñe el lugar."

El pequeño se sintió abrumado, pero asintió en silencio. Empezo a seguir a Chuck, dispuesto a aprender sobre su nuevo entorno.

Mientras recorrían el lugar, Chuck explicó las reglas. "No salgas de los muros, no entres al laberinto es peligroso"

El pequeño se detuvo, con una pregunta rondando por su mente ¿Qué hay en el laberinto?

Chuck se encogió de hombros diciendo aquella respuesta " todos los que han entrado no han regresado, es mejor que te alejes del sitio "

El pequeño sintió un escalofrío. ¿Qué tipo de lugar era este? ¿Por qué estaba allí?

Chuck continuó explicando las reglas, pero el pequeño solo podía pensar en una cosa: el laberinto. Estaba en un lugar que parecía ocultar muchas cosas.

El pequeño llevaba horas contemplando la entrada del laberinto, curioso por el misterio que lo rodeaba

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El pequeño llevaba horas contemplando la entrada del laberinto, curioso por el misterio que lo rodeaba. Chuck le había dado espacio para que se acostumbrara al sitio, pero su mente estaba completamente cubirerta por dudas.

¿Por qué estaban allí? ¿Cuál era su nombre? ¿Por qué no recordaba nada?

Había conocido a Alby recientemente, le había explicado que cada mes llegaba una nueva caja con provisiones y un nuevo integrante, que era imposible recordar algo antes del claro y que pronto recordaría su nombre, pero aún tenía más preguntas que respuestas.

Pero había algo más que lo intrigaba: Newt. Alby lo había mencionado mientras se reía, pero no había explicado por qué, sentía que Newt lo observaba constantemente, como si esperara algo de él, aun cuando investigaba otras zonas podía sentir que lo estaba vigilado, mantenía muy poca interacción con los demás, aun estaba inseguro de muchas cosas.

Lo que más lo confundía era que todos parecían saber lo que iba a decir antes de que lo dijera, era como si leyeran su mente, aun que a palabras de Alby era decirle y enseñarle lo básico del claro. Aun quería preguntarle a ese tal Newt sobre su comportamiento, pero había un problema: no había hablado en horas

No sabía si podía hablar, no recordaba como se hacía tal cosa, tal vez no podía hacerlo y era así de simple.

En un momento Newt se acercó a él, en su mirada habia un poco de preocupación "¿Estás bien?", preguntó con calma.

El pequeño se sorprendió y lo penso bien ¿Podría hablar? ¿Debería hablar? La respuesta quedó en el aire, mientras Newt esperaba su respuesta.

El silencio se hizo pesado. Newt se sentó a su lado, mirando hacia el laberinto. "No te preocupes, si no quieres hablar lo entenderé "

El pequeño lo miró, buscando respuestas en sus ojos, pero solo encontró más preguntas. Al final tomó aire y empezó a hablar.

"¿Qué hay en el laberinto?", preguntó finalmente, su voz apenas audible era casi como si de un susurro se tratase.

Newt se volvió hacia él, su expresión algo confusa, habia alcanzado a escuchar un poco "Nadie lo sabe", dijo finalmente "Pero todos tenemos una teoría".

El pequeño se inclinó hacia adelante, ansioso por escuchar.

"Alguien nos puso aqui, tal vez tenga o no razones para hacerlo, pero de igual forma aquí estamos" comenzó Newt

Se sintió confundido ante la respuesta " ¿porqué? "

Newt se encogió de hombros. "Nadie lo sabe pero estamos aquí para descubrirlo, solo podremos saberlo cuando logremos salir "

La conversación se interrumpió cuando Alby se acercó a ellos interrumpiendo laa platica "Newt, necesito hablar contigo" dijo en tono serio, como si algo ubiera pasado

Newt se levantó mirando al pequeño, con una sonrisa tranquila y relajada le dijo " Debes estar tranquilo, cuando recuerdes tu nombre avisame "

Y se alejó sin decir nada más, dejando al pequeño solo donde antes estaban ambos, sin duda sería difícil de acostumbrarse.

Un niño con la curiosidad al límite, definitivamente no se quedaría quieto a esperar una respuesta.

Maze Runner: correr y proteger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora