Sentimientos

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-Jeff me lanzó una última mirada llena de odio antes de hacer un gesto con su pulgar, recorriéndolo por su cuello en una amenaza tan clara como mortal. Luego, sin decir una palabra más, se desvaneció entre las sombras del bosque. Lo observé irse, aliviada de que al menos él ya no estuviera allí. Pero aún quedaba Toby. Él, que siempre había sido una figura ambigua en mi vida, ahora estaba frente a mí, mirándome con una preocupación que no esperaba de alguien como él.-

Ticci Toby: Hey... ¿estás bien? No te hizo nada ese idiota, ¿verdad?

-Intenté ignorar sus palabras, mi mente estaba llena de todo lo que había sucedido y del odio que todavía sentía hacia él. No quería que se acercara. Lo detuve antes de que pudiera seguir hablando.-

Tn: Estoy bien, ahora déjame en paz y lárgate...

-Al terminar lo último que había dicho, Toby me miró con una expresión más calmada, pero sus cejas aún estaban ligeramente fruncidas.-

Toby: ¿Qué te cuesta entender que yo no tuve nada que ver con la muerte de tus padres? Sabes muy bien quién fue, y aun así sigues culpándome...

-Esas palabras hicieron que apretara los puños con tal fuerza que mis uñas se clavaron en la palma de mis manos. Bajé la mirada al suelo, sintiendo la impotencia arder en mi pecho. Quería venganza, anhelaba con cada fibra de mi ser ser más fuerte, pero sabía que ese deseo quedaría atrapado en la fantasía, nunca realizado.-

Tn: Si tan solo no te hubiera conocido... ahora tendría a mi madre conmigo.

-Apreté los dientes hasta que pensé que podrían romperse bajo la presión. El dolor físico era nada comparado con la rabia que hervía en mi interior.-

Toby: Fuiste tú quien entró al bosque, niña tonta. ¿Qué esperabas encontrar?

-Al escuchar eso, levanté la mirada y, sin pensarlo, lo empujé con toda la fuerza que pude, aprovechando que había bajado la guardia.-

Tn: ¡Cualquier cosa menos a un idiota como tú!

-Toby cayó al suelo, pero se levantó de inmediato con una mirada oscura y me acorraló contra un árbol. El latido de mi corazón se desbocó, y por un instante, pude jurar que el suyo también.-

Toby: ¿Qué dijiste, mocosa insolente? ¿Que yo soy un...?

-Se inclinó hacia mí, y la distancia entre nosotros se redujo hasta que nuestras respiraciones se mezclaron, los latidos de nuestros corazones resonando en un mismo ritmo, audible y caótico.-

-La cercanía de Toby me dejó sin aliento. Su mirada, mezcla de enojo y algo más que no lograba descifrar, se clavaba en mis ojos, desnudando cada rincón de mi miedo y mi frustración. Sentía su respiración acelerada acariciar mi piel, y eso hizo que mi cuerpo se tensara aún más, atrapada entre el deseo de huir y el impulso de enfrentarle.-

Toby: Dime, ¿crees que soy el monstruo que destruyó tu vida? —Su voz era baja, ronca, y cada palabra se hundía en mí como una daga.

-El dolor en mi pecho se mezcló con una ira incontenible. Antes de poder detenerme, alcé la mano y golpeé su hombro, aunque sabía que mi fuerza no era suficiente para alejarlo. Él apenas se movió, pero en lugar de reaccionar con violencia, acercó más su rostro hasta que nuestras frentes se rozaron.-

Tn: No solo lo creo, lo sé. Si no fuera por ti... —Mi voz se quebró, traicionada por la tormenta de emociones que me atravesaba.

-Por un instante, el ceño fruncido de Toby se suavizó, y sus ojos se oscurecieron con una mezcla de arrepentimiento y furia contenida. El aire entre nosotros se volvió más denso, cargado de electricidad.-

Toby: No entiendes nada...
- susurró, casi como si estuviera hablándose a sí mismo. Su mano tembló un momento antes de sujetar mi muñeca con fuerza, pero no lo suficiente para lastimarme- Y por más que intentes odiarme, tú y yo somos más parecidos de lo que piensas.

-El silencio cayó como un velo sobre nosotros, y el único sonido que llenaba el espacio eran nuestras respiraciones entrecortadas y el latido desenfrenado de nuestros corazones. Los ojos de Toby buscaron algo en los míos, algo que yo no quería admitir que también sentía. Un escalofrío me recorrió la espalda cuando sentí que su mano se deslizaba por mi brazo, dejando un rastro ardiente en su camino.-

-En ese momento, su cercanía ya no era solo una amenaza; era un desafío al que no sabía si podría resistir.-

-El rose de sus dedos subiendo lentamente por mi brazo hacía que mi piel se estremeciera, cómo si un fuego se encendiera bajo mi piel. Quería apartarme, gritarle, recordar por qué lo odiaba tanto, pero la calidez de su toque sembraba una duda traicionera en mi corazón. Mi respiración se hizo más errática, y el nudo en mi garganta me impedía hablar.-

-Los ojos de Toby, intensos y profundos, se clavaron en los míos, buscando algo que no quería admitir. Una chispa de atracción que me esforzaba por enterrar bajo capas de ira y dolor. ¿Cómo podía sentir algo más que odio por alguien que simbolizaba todo lo que había perdido? Pero mi cuerpo no respondía a la lógica. Mi corazón latía tan fuerte que parecía intentar gritar por mí, mientras su cercanía me consumía.-

Tn: Aléjate... -murmuré, aunque mi voz apenas fue un susurro, sin convicción. Me odié por la debilidad en mis palabras.-

-Toby no se movió, al contrario, se acercó más, apoyando su mano en el árbol detrás de mí, atrapándome por completo. Su otra mano, que hasta entonces había descansado en mi brazo, ascendió lentamente hasta mi cuello, su pulgar rozando suavemente mi mandíbula. Era un toque que enviaba corrientes eléctricas por todo mi ser, y me obligaba a enfrentar la traición de mis propios sentimientos.-

Toby: Puedes fingir todo lo que quieras, pero tus ojos dicen otra cosa -murmuró, su aliento cálido rozando mis labios, tan cerca que sentía la tentación de cerrar los pocos centímetros que nos separaban.-

-El odio en mi pecho seguía allí, ardiendo, pero estaba mezclado con un deseo profundo y abrumador que luchaba por salir a la superficie. Quería odiarlo, quería apartarlo y gritarle, pero mi cuerpo traicionero no se movía. Los recuerdos de las lágrimas y la pérdida se mezclaban con el calor de su proximidad, creando un torbellino que me hacía tambalearme.-

Tn: No quiero... no quiero sentir esto... -dije, con la voz rota, los ojos llenándose de lágrimas. Pero en lugar de apartarse, Toby bajó su rostro aún más, hasta que nuestras narices casi se rozaron.-

Toby: No eres la única que odia lo que siente, pero aquí estamos -susurró, y la mano en mi cuello bajó hasta mi cintura, tirando de mí con una suavidad que me dejó sin aliento.-

-La distancia entre nosotros se desvaneció, y mi mente se dividía entre el deseo de empujarlo y el impulso incontrolable de rendirme al momento. Todo lo que éramos, el odio, el dolor y la inconfesable atracción, se entrelazaban en un solo segundo, mientras nuestros latidos se fundían en un ritmo frenético.-

Ticci Toby X TN - DEL ODIO AL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora