Te salvaré.

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La muchacha no entendía muy bien por que le pedía aquel objeto pero al notar como la cabeza de su compañero se resbalaba de sus pechos no dudo mas,le dejo en el suelo e incorporándose agito la campana de su cuello, activando  su poder al sonar, todo quedó inmóvil, se formó un campo que solo verían ellos y por donde solo se podrían mover ellos,una cúpula de la que no podrían salir. Su intención era ponerse enfrente del alvino y quitarle la pistola de un rápido movimiento de muñeca, cosa que fallo,pues no se esperaba que fuera el mismo chico quien tiro la pistola nada mas oír a Kuroh. Sorprendida la gata se giro con rapidez  y cogiendo la pistola con los pies en un rápido giro se la lanzó a su compañero, confusa alzo la cabeza mirando los ojos amables que hacía tiempo no veía, decidida en recuperar esa mirada se dirigió al  moreno, estaba jadeando con una mano en el costado, sus carrillos están rojos, su frente sudaba y su cuerpo temblaba,la chica de pelo rosa le mantuvo en sus brazos hablándolo mientras vigilaba que aquel hombre no se acercara.

-Kuroh,oye Kuroh,Neko lo ha conseguido.

-Ne-ko, bien a-ahora dame la.

Asintió extendiendo la pistola a su mano mientras le sentaba pendiente de su herida,la cual goteaba sangre , el muchacho no tardó mucho en darse cuenta que se le  había reabierto pero tenía cosas más importantes de hacer, cogió el polvo de hueso que la chica consiguió e hizo un sello en el suelo coloco la pistola y dejó caer el líquido reticular de la araña mientras pensaba con fuerza en el muchacho.

Shiro por otro lado estaba apoyado en la viga mirando al muchacho, reía de su desesperado y estúpido intento, no sabía que era lo que pretendía pero tenía curiosidad. Al cabo de media hora se estaba aburriendo, se incorporó, entrando allí bostezó y miró al chico mientras reía y sacaba una navaja de su bolsillo.

- Me han quitando la pistola ¿Que haré ahora? Jajajaja
-¡Kuroh! Corre por favor.
-Sí, si, corre por qué me estoy aburriendo con eso que estás haciendo
-Neko, es una orden llévate a Kuroh!
-No me voy a ir Shiro, voy a salvarte, sea como sea.
-Entonces hazlo ya, por favor ¡No soporto esto!
-Coge la pistola -Dijo el muchacho levantándose como pudo y se la ofreció con una sonrisa.
-¿Que pretendes niñato? Si quieres morir solo dilo.
-Algo así Rey incoloro, quieres matarme, haz lo.

Dijo el muchacho y se apoyo el la pared, dejando los brazos en cruz,mirando fijamente al rey que sabía, no era el suyo. Éste se puso la mano en la cara bajando la cabeza y subiendo el arma.

-Esto va a ser muy gracioso
-No lo hagas, Kuroh no, porfavor
-¿Ultimas palabras estúpido perro?
-No, ¡Kuroh huye! ¡Kuro!

-Serviré a mi rey, tanto en la vida como en la muerte.

Tras decir aquellas palabras se oyó un disparo, el alvino  levantó la cabeza con una gran sonrisa sádica que paro cuando la bala impacto en el pecho del chico, en esa bala se fue el alma del Rey incoloro, pero Kuroh sabía perfectamente que eso no bastaba, la única magia que mantendría al rey en un objeto, sería el sacrificio puro de un basayo.    

Shiro, dejo caer la pistola por la torre y corrió hacia él, cogiéndolo en brazos, repitiendo una y otra vez su nombre, sus lágrimas caían a mares en la herida del chico, de la cual, al regarla con lágrimas, salió un jazmín.

-Kuroh, fuiste capaz de sacrificarte por tu rey ,nunca pude decírtelo pero eres mi segundo Rey, Gracias.

Se acercó a su rostro y beso sus labios, aferrando su cuerpo mientras éste se desvanecía en pequeños pétalos, cuando se hubo ido Shiro sonrió le dió su amuleto a la gata y fue a seguir los pétalos que caían torre abajo. 

Al unico rey que yo servireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora