Capítulo 20: El padre de Geto

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Ciudad G, Mansión Geto, 5:45AM.

Geto y Gojo pasaron la noche en vela, hablando y tratando de sopesar las constantes pesadillas que torturan al pelinegro.

Antes del amanecer, el padre de Geto llegó de su viaje y entro en la mansión, el albino ya conocía la naturaleza justa y determinada del padre de su amigo, pero no estaba listo para lo que vendría, aunque en cierto modo, ya sé lo esperaba.

—Padre, bienvenido—. Dijo Geto, caminando hacía la sala.

—Que gusto verte, Gojo—. Saludó el hombre alto y delgado, ignorando por completo a su hijo.

El albino se quedo perplejo, nunca había visto la mirada fría del padre de Geto y tampoco le había visto actuar de manera tan cortante.

—Padre, deje explicarle...

—¿Explicar que?—. El padre de Geto se voltea y lo miró de pies a cabeza, claramente juzgando a su hijo. —¿Cómo explicas tu falta de decisión?

Geto esperaba esta situación, incluso previamente se preparó para ello.

—Sé que debí ayudar a la chica del metro, me equivoque y no hay un solo día donde no me arrepienta.

El hombre se frota la sien, claramente decepcionado de su hijo, quien siempre tuvo buen juicio y facilidad para tomar decisiones.

—¿Qué te ha llevado a tomar estas malas decisiones, Suguru?—. Cuestiona, sabe que su hijo tiene una alta moral y quiere creer que aún las tiene dentro de su corazón.

—No sé cuando comencé a sentir rencor hacia la humanidad en general.

La sinceridad de Geto dejó anonadado a Gojo, quien no quería creer en ello, pero no dijo nada.

—¡No se trata de creer o no en la humanidad!

—¡Padre!

—¡No! Ya sé que tu madre puede perdonarte algo como esto, pero yo espero más de ti—. Miró a su hijo a los ojos, quería alcanzar su razonamiento, entender porque ya no podía ver la bondad en el alma de su hijo. —Quiero que seas un buen chico.

—¿Es que no soy un buen hijo?

—¡Ya no lo sé!

—¡Señor Geto!—. Gojo se interpuso entre padre e hijo.

—¡No es el momento, Gojo!

—¡Suguru no tiene la culpa!

El hombre hizo un gesto levantando la mano.

—No se trata de si tiene o no la culpa. Esto es diferente, se trata de como actuó y las consecuencias que trajo a su conciencia.

—¡Pero no hizo nada malo!

—¡Gojo!—. Replica Geto, callando a su amigo, quién carraspeó. —Cuando decidí no ayudar a esa chica, decidí cargar con la sucia culpa en mi mente.

—Me alegra que lo entiendas, Suguru.

—Sé que te he decepcionado.

—Si, yo críe a un chico bueno y bondadoso. Alguien dispuesto a dar su ayuda a los más débiles.

—Pero, padre...

El hombre lo interrumpe con un gesto.

—¿Y si esa niña no hechicera hubiera sido tu madre? O tu prima? O tu tía?—. Instó hacía la reflexión. —¿Hubieras ignorado la situación solo porque no son hechiceros como tú?

Geto guardo un silencio desgarrador, su padre sin duda tenía razón, estaba llevando el resentimiento más allá de lo que debería por culpa de personas egoístas y sin escrúpulos que eran casos puntuales.

JJK - El adiós despues de Amanai (Gojo/Geto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora