Bill Weasley

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Arthur Weasley y Ethan Nott estaban al borde de la dicha. Tras un par de meses después de la cacería, su primer hijo, William Arthur Weasley, o "Bill" como ellos lo llamaban con cariño, había llegado al mundo. El bebé, con su cabello rojo brillante y ojos curiosos, era una mezcla perfecta de ambos, pero sobre todo, de las esperanzas y sueños que habían depositado en su nueva familia.

Arthur, el optimista y enérgico patriarca de la familia Weasley, no podía dejar de sonreír cada vez que sostenía a Bill en sus brazos. Ethan, su esposo, un hombre de aire más sereno y calculador, observaba al niño con una sonrisa sutil, aunque sus ojos reflejaban una profunda emoción. Nunca había imaginado ser padre, pero ahora que lo era, sentía que su vida había encontrado un nuevo propósito.

Desde el principio, Bill mostró una gran curiosidad por el mundo que lo rodeaba, una cualidad que había heredado de su padre Arthur. Pero fue cuando Bill comenzó a crecer, cuando sus primeros años llegaron a su fin, que ambos padres comenzaron a notar algo más en él.

Bill no solo era inteligente, astuto, y valiente (todas cualidades que su padre Arthur atesoraba), sino que también había algo más, algo que ninguno de los dos había esperado. Bill estaba comenzando a mostrar signos que sugerían que, a pesar de su naturaleza tan vibrante, podría ser un omega.

En la sociedad mágica, el rol de un omega no era algo raro, pero era una faceta de la vida que Arthur y Ethan no habían previsto para su hijo. Los omega eran más vulnerables a la influencia de los alfas, pero también eran conocidos por su empatía, su capacidad para conectar profundamente con los demás y, a menudo, su aura de calma y serenidad. Las señales en Bill se hicieron más evidentes conforme crecía: su instinto protector hacia los demás, su tendencia a buscar el confort y la cercanía, y una sensibilidad que tocaba el corazón de todos los que lo rodeaban.

Al principio, Arthur se sintió algo preocupado. Sabía desde muy pequeño sobre cómo los omegas podían ser tratados de manera diferente en la sociedad mágica, cómo podían ser vistos como más frágiles o menos capaces. Pero Ethan, con su calma habitual, le recordó que Bill sería quien decidiera su propio camino, independientemente de lo que dictara la sociedad.

"El mundo puede poner etiquetas, Arthur, pero lo que importa es lo que él elija ser," le había dicho Ethan una noche, mientras observaban a Bill jugar con los otros niños. "Nuestro hijo será quien quiera ser."

Con el tiempo, Bill comenzó a ser más consciente de su naturaleza. En su hogar, donde la aceptación y el amor eran siempre lo primero, no tuvo nunca miedo de su identidad. Sus padres le dieron el espacio y el apoyo que necesitaba para comprenderse a sí mismo.

A medida que los años pasaban, Bill se destacó en la escuela. Era un estudiante brillante, capaz de combinar su sentido de la aventura con una sabia prudencia. Se convirtió en un líder natural entre sus hermanos y amigos, pero también en alguien que inspiraba una confianza tranquila, característica de los omegas.

Cuando Bill alcanzó la edad de la mayoría, los primeros instintos omega empezaron a manifestarse en él. Sin embargo, él nunca buscó la relación de dominio o sumisión que muchos pensaban que deberían definir las relaciones entre alfas y omegas. Bill sabía que no necesitaba ser "dominante" para ser fuerte. En cambio, abrazó su poder interno, uno basado en su capacidad para comprender a los demás y ser capaz de liderar desde la empatía.

La relación con sus padres, especialmente con Arthur, creció aún más fuerte. Arthur, quien siempre había sido el más protector, comenzó a ver en su hijo una persona capaz de enfrentarse a todo lo que el mundo le pusiera por delante, no por su fuerza física, sino por la fortaleza de su corazón.

En una tarde cálida de verano, mientras caminaban por los terrenos de la madriguera, Arthur y Bill se detuvieron a mirar las estrellas. "¿Sabes, Bill?" dijo Arthur con una sonrisa suave. "Cuando eras pequeño, pensaba que sería yo quien te enseñara todo, pero parece que eres tú quien me ha enseñado lo más importante de todo: que la fuerza real viene del amor y de la bondad."

Los Weasley Nott: Enredos de CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora